¿Cómo afecta la primavera a nuestro deseo sexual?
Todo el mundo conoce el famoso dicho: “la primavera, la sangre altera”. Pero, ¿es una realidad o es una expresión que ha ido cogiendo fuerza como una bola de nieve, hasta llegarnos a hacer creer que el cambio de estación nos afecta a nivel psicológico u hormonal?
Durante esta época del año, las parejas suelen mostrarse mucho más cariñosas, suelen ser más propensas a dejarse llevar por el placer y, en definitiva, a disfrutar las unas de las otras. Es algo que se puede observar a simple vista, sobre todo cuando entra el buen tiempo. Hay más palabras bonitas en el aire, hasta se puede decir que el amor está en el ambiente.
Puede resultar extraño, pero los profesionales que trabajan en tiendas eróticas y demás establecimientos relacionados con el placer han demostrado que las ventas aumentan en primavera. Toda clase de productos íntimos, que vayan desde disfraces hasta juegos de mesa o incluso propuestas más atrevidas como este Vibrador anal empiezan a venderse más que durante el resto del año.
¿A qué se debe eso? ¿Qué ocurre en primavera que hace que nuestro deseo sexual cambie? Es algo que lleva mucho tiempo intrigando a personas de todas partes del mundo y, como es natural, tarde o temprano se han puesto en marcha estudios para descubrir qué relación hay entre la primavera, el calor y la pasión.
Si, la primavera nos altera
Hace ya dos años, la Universidad de Oxford publicaba el estudio “La estacionalidad de la reproducción humana”. En él, varios profesionales, tras analizar a diferentes sujetos y hacer varias encuestas, llegaron a la conclusión de que en aquellos lugares donde hay un fuerte contraste entre estaciones en cuanto a luz o temperaturas, se registran picos de concepción en los meses de más calor.
Cuando llega la primavera, aumenta el total de horas de luz, las temperaturas se elevan y se produce un cambio de hora. Esta mayor luminosidad provoca que haya más tiempo para hacer cosas en pareja, o simplemente para disfrutar de planes que pueden llevar a encuentros con otras personas.
Sí, todo esto es lo que hace que sex shops como www.easytoys.es eleven su facturación cuando se encara la recta final de marzo. No obstante, hay varios factores en concreto que afectan especialmente a este aumento del deseo sexual probado en la primavera.
Aumento de la vitamina D
Que haya más horas de luz natural hace que, por supuesto, nos veamos más expuestos al sol. De hecho, al mejorar el tiempo, empiezan a frecuentar los planes que implican salir al aire libre, tomar algo en una terraza o, simplemente, pasear mientras siguen los últimos rayos de sol.
Todo eso aumenta los niveles de vitamina D, lo que a su vez provoca un aumento de la testosterona, hormona más que conocida por reforzar la líbido sexual en los hombres.
Cambios en la alimentación
Con el cambio de la estación se suelen dar cambios en la alimentación. Uno de los más importantes tiene que ver con las frutas, ya que entran en los establecimientos nuevas frutas de temporada que, casualmente, son conocidas por tener ciertos componentes afrodisíacos. Solo hay que pensar en las fresas, por ejemplo.
Hay otros alimentos que empiezan a frecuentar en comercios durante estas fechas, afectando positivamente a la líbido y llegando incluso a facilitar el orgasmo en las relaciones íntimas. Desde luego, lo ponen fácil para que se altere la sangre.
¡Los olores!
Hay algo muy importante cuando se piensa en la química sexual, y eso es, sin duda, el olor. Con la llegada del calor se potencian los olores propios de las personas, y eso afecta directamente a las feromonas. Estas hormonas que tienen como objetivo principal atraer a posibles parejas sexuales están más activas que nunca.
Suben los termómetros y si, puede que haya más sudoración, pero nuestros cuerpos irradian un mayor olor, y eso puede atraer más a las personas con las que haya cierta afinidad física. Resulta curioso, pero el cuerpo y el instinto humano son así de básicos y potentes.
Al final, todo esto lleva, como decíamos antes, a una intensificación de las relaciones sexuales. Las parejas “despiertan”, como si hubieran estado hibernando durante los fríos otoños e inviernos y se vuelven mucho más activas sexualmente durante la primavera, estabilizándose un poco más cuando llega el verano.
De este modo, cuando vuelvas a escuchar aquello de que la primavera nos altera, no podrás hacer otra cosa más que asentir. Al menos, ahora sabes que no se debe a las flores o al polen, esos grandes enemigos de las alergias, sino que hay una explicación totalmente lógica a este fenómeno. Una que va totalmente ligada a la química que da vida a nuestros organismos y que, dicho sea de paso, también le da un toque más picante a nuestras vidas.