‘Aquí reposa Margot’, de Marielle Giguère
MARISA ARIAS.
‘Aquí reposa Margot’ es la segunda novela de Marielle Giguère. Y es una escritura con fuerza, de hecho ha conseguido muy buenas críticas. Está compuesta por varias historias breves relacionadas con un solo tema: el dolor que puede significar perder un hijo sin llegar a nacer, por diferentes circunstancias.
Es una historia llena de amor y a la vez de impotencia, de dolor, de angustia, rencor, odio, rabia, tristeza gritos… una explosión de sentimientos y emociones que remueven a la protagonista pero también al lector y lo llega hasta perturbar. Si es verdad que hay puntos de ficción o mejor dicho de autoficción muy bien encajados.
Es una lectura muy emocional, como ya digo, evocadora y realista. Los temas como el embarazo, el aborto, o la violencia obstétrica, tan frecuentes, se dan cita en este relato o novela corta. Pero el amor siempre estará aflorando aunque será un sentimiento a medio nacer y/o hacer y casi nunca dará frutos porque por desgracia no podrá ser correspondido.
Pero el mundo seguirá girando y nada consuela a esa madre que ve como su ‘castillo de ilusiones’ se desmorona. Las lágrimas por un proyecto roto de familia serán una vía de desahogo pero no hay ya arreglo, ni consuelo.
¿Qué pasa cuando te dicen: has perdido a tu hijo o hija?
¿ Vale y ahora qué?
¿Cómo se habla de muerte en este punto?
Pero centrándonos en la protagonista de esta historia que es Margot sabemos de ella mucho y a la vez no sabemos nada. Tendrá que nacer pero en silencio y rodeada de tristeza en un momento muy duro y difícil. Su alumbramiento no será un acontecimiento normal. Margot estará en el mundo por desgracia sí, pero sin vida. Las circunstancias que lo desencadenan se lo dejo al descubrimiento del lector.
Fina línea entre la vida y la muerte. Fina línea entre el ser y el no ser. Escribir de esto tampoco es fácil. Cuesta respirar. Me pongo por un instante en la piel de la autora, de su desesperación, de su pérdida, de su sufrimiento. Me viene silencio.
Dos vidas no siempre suman, a veces restan y este libro es testigo de ello. Pero el sufrimiento tiene que ser compartido.
El libro es como una cronología de hechos desde que esa madre se queda embarazada de Margot, el posparto, las consecuencias, la vida después, la rara navidades…
¿ Cómo se repone uno a la muerte de un hijo? es un duelo que no se comprende, que no se vive como otros. Relacionado íntimamente con la incomprensión de ser humano y, en punto determinado, se llega al vacío, al silencio, al profundo dolor, incluso tal vez a la empatía. Es una historia brutal pero delicada a la vez.
Como dice Joan Didion al final del libro: «Saber es controlar». Y es que al final no hay muerte o vida, sin dolor y sin amor. Margot es un grito al dolor pero también a la esperanza.