Patricia Morueco: » ‘Silencio poético’ ha roto una etapa de mi vida coronada por la timidez»

 PILAR M. MANZANARES.

Desde pequeña, Patricia Morueco siempre tuvo claro que quería ser artista y jamás ha cambiado de opinión. Aprendió a cantar casi antes que a hablar y se pegaba a las gramolas como una lapa. Posteriormente en su adolescencia empezó a estudiar interpretación. Pero sus ganas de crear no quedaron ahí y decidió apostar por la literatura. Ahora, saca al mercado Silencio poético, su primer poemario y ha inundado las redes con la campaña #Hazdesilenciopoeticoresistenciaytutrinchera.

  • Silencio poético es tu debut literario ¿Qué te empujó a dar el salto y publicar este libro? 

Siempre he escrito desde pequeña. Tenía los poemas repartidos por cuadernos y diarios porque me gusta escribirlos a bolígrafo. Publicarlos es un acto poético que está rompiendo con una etapa de mi vida coronada de timidez, introversión y silencios poéticos.

  • ¿Cuesta dar el paso de desnudarse ante el público con una obra como esta

Es como darse la oportunidad de romper ese pudor y decir aquí estoy, esta soy yo y esta es mi alma y mi forma de ver el mundo. Publicar los poemas de diferentes partes de mí en diferentes momentos de la vida.

  • Silencio poético se compone de 65 poemas y unos 70 aforismos escritos por ti durante las últimas dos décadas ¿Podríamos decir que es una biografía de tus pensamientos y emociones a lo largo de estos años? 

Sí, así es. Es como hacer partícipe a los lectores de poder leer o escuchar cuando se recitan esas diferentes partes del ser que en éste caso van divididas por diferentes tipos de silencios llenos de poesía. 

  • Esta obra sana heridas ¿Lo hace también escribir? 

Sin duda escribir es uno de los actos más sanadores, porque aunque estés en crisis es como darte el tiempo y espacio de poner en orden tus ideas. Cuando las plasmas en el papel surge la magia, se quedan ahí y tu mente, llena de emociones, que tal vez de otro modo no podías controlar se vacía. Te ayuda a soltar. 

Escribir, crear es tan necesario… Si todos transmutaramos nuestras emociones a través del arte habría menos guerras. Es un acto sanador en cualquiera de sus formas 

  • El poemario tiene crítica social, justicia, amor ¿Qué tema te inspira más a la hora de escribir? 

Creo que cuando era más joven escribía sobre amor, desamor, la idea del amor o lo que pensaba que era… 

Hubo un momento en mi vida que fue decisivo, fue un viaje a Marruecos. Tuvimos la oportunidad de convivir con los marroquies y bereberes. Viajar de esta manera es necesario para todo el mundo. 

De ese viaje ha nacido uno de los cortos que tengo escritos “Tu voz suena cuando tienes algo por lo que cantar “  

En ese viaje tuve la oportunidad de observar otras vidas diferentes a la mía. Ver mujeres con Chador un tipo de velo por la calle, entre las casas de adobe, conocer la cultura Bereber mientras disfrutaba del Festival de música Bereberia donde iba a cantar. Mis silencios se unieron a los de esas mujeres a las que no veía la cara, ni podía hablar, sólo sentía sus corazones, pues se levantaban a las 5 de la mañana para amasar pan para su familia y recoger agua.  

Después de un acto de intercambio con una niña Bereber que encontré como por acto de magia en el desierto una madrugada entre las dunas, algo dentro de mí sano y también algo se movió para intentar entender lo que ocurría y porque.

Porque esas mujeres iban con velo y «nosotras no», que representaba eso en su día a día. Aunque todas llevamos diferentes tipos de velos aunque no sea literalmente.

Una de las cosas que ocurren, a parte de la desaparición física es que por ejemplo no les da el sol en la piel y necesitamos vitamina D, eso produce enfermedades y agotamiento. 

Observar porque los hombres estaban en los bares viendo el futbol y los coches pasar, porque las mujeres madrugaban y trabajaban duro para amasar pan y coger agua para sus familias… ¿por qué? ¿por qué? ¿por qué? Silencio poético está lleno de esos porqués.

  • Como reflejas en tu obra ¿Es importante hablar a través de los silencios, ya sean poéticos o no? 

En esos silencios es donde puedes conversar con tu yo superior, que es colectivo, que sabe más que tú, que es filosófico y ha vivido muchas vidas, que contiene la información de tus ancestros, del inconsciente colectivo de la mujer y de los hombres. Cuando trabajas y vacías o calmas tu ego el alma es capaz de llenarse de otras cosas diferentes, entonces te conviertes en un envase o en mensajera de lo que se deba de contar a través de ti.

A veces son más cosas de las que en un principio pensabas. Es como que con el ego te creas una imagen de lo que crees que eres, pero sin conocerte realmente. El proceso inverso es llenarte de otras cosas, historias, personas y que se expresen a través de títi para sanar, ir sanando y ayudando a sanar, una evolución conjunta.

  • ¿Cuánto de importante es para ti ese momento fuera de ruidos, internos o externos, como ser humano?

Pues importantísimo, ahora tengo la mente calmada para saber que tengo que responder y me siento tranquila. Tener la mente callada da paz pero a mí me ha costado y me cuesta la vida. Para otros es más complicado otras cosas.

Todo está inventado para que escuchemos ruido y parlotee. Me recuerda a Matrix, el proceso de viaje del heroe de Neo. Hay mucho ruido, tenemos en la cabeza las voces de quienes nos hablaron negativamente regañándonos, con o sin razón, las escuchamos cada vez que no cumplimos objetivos hasta que conseguimos sustituirlas por  tras más amables. La vida es un proceso. 

También escuchamos mucho ruido de la ciudad, las redes sociales y su multi información y noticias falsas, los medios de comunicación eligiendo siempre noticias creadas para someternos y tenernos en un miedo constante, las guerras por intereses, el marketing y la Tv diciéndonos que tenemos que pensar, a donde tenemos que ir, a quienes tenemos que seguir.  

Lo que en realidad necesitamos es calma, gobernar nuestra mente y nuestro tiempo para tener el criterio de valorar si es allí donde realmente queremos estar, si eso es acorde a nuestra ética y valores. Debemos preguntarnos constantemente que es lo más importante para nosotros, para no disfrazarnos de otra cosa que no sea lo que somos. Si te disfrazas de otra cosa el precio es caro, hay gente que termina con depresión, que se suicida. No me quiero poner trágica, pero si no decides tú, es el sistema quien te lleva a ti a donde quiera que vayas, te conviertes en su esclavo.  

  • ¿Qué es lo que provoca más barullo en tu vida y que es lo que te calma?

Como decía antes mi propia cabeza, no tener la mente callada, que me quieran imponer pensamientos o discursos faltos de ética. A estas alturas todos sabemos que está bien y que mal.

Me calma la meditación, hacer daimoku, me ayuda a discernir el bien del mal, dejar la polaridad inerente al ser humano. Disfruto mucho de hablar con personas diferentes a mí, aprender de ellas, romper límites, atreverme, celebrar mis victorias que tanto han costado, rodearme de gente que hable desde el amor, que sepan como sujetarse los caballos cuando algo ocurre, compartir con mi tiempo con gente a la que quiero y crear. Mi perro Boddhi cuando me mira con sus ojitos y verlo correr en el campo. Saber que los míos están bien y sanos. 

  • Además de escritora, eres actriz ¿Supone más reto exponer tus poemas, leerlos en público, que guarecerte tras un personaje? 

Dentro del arte hago varias cosas dependiendo lo que necesite expresar. 

Al principio ha sido un reto pero creo que puedes, en cierto modo, distanciarte de la palabra y el momento de la creación como lo haces con un personaje. Para eso existen los ensayos y el proceso de dirigirlo y el tono que le quieres dar. Luego te conectas con el público y surge la magia. Contienes tus emociones y la palabra y puedes hacer que ellos se emocionen. Así de potente es el teatro. Se rompe el silencio y la poesía se apodera del momento.  Tus palabras ya no son tuyas también son del otro que las resignifica a través de su propia historia e interpretación.

  • ¿Qué tipo de proyectos profesionales se avecinan en tu vida próximamente? 

Ahora estoy muy centrada en “Silencio poético” que es mi hijo menor. Siempre compatibilizo la creación de mis proyectos con otros que me puedan llegar, así que abierta a nuevas propuestas.

A parte soy directora artística en la ONG Man up campaign de NYC, con ellos y con EMMA espacio mujer está el desarrollo de mi hijo mediano “Every Woman” un documental sobre violencia de género en contexto laboral. 

Ishaluna, el mayor, un musical que habla de la integración del ser como respuesta a la desigualdad social.

También en proceso de desarrollo de una colección de esculturas en vidrio soplado basadas en una idea mía junto con Ana Llavador, experta en vidrio soplado y comisariadas por Eliseo de Pablos con la colaboración de Beatriz Rubio.  

Y con Leonard Zelig la post producción Little Squares y en desarrollo de varios proyectos de cine independiente que se gestan en NYC con actores de diferentes partes del mundo. Despacito y con buena letra, al ritmo del caracol para ir disfrutando del viaje y no descuidar los detalles. 

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