“Vuelve, querida loca”, Felicidad González

Por Isabel Alamar.

Vuelve, querida loca (Los Libros del Mississippi, 2022) es un libro vivencial, extremadamente pasional y personal a la vez, que se aferra a la idea de que hemos de vivir la vida con una mezcla de garra y entusiasmo que sean capaces de vencer con valentía cualquier contratiempo o sinsabor: “Hay un futuro incierto / esperando ahí fuera y yo me preparo / porque no quiero vivir de rodillas”.

La autora, Felicidad González, vuelca en este poemario algunas de sus luces y de sus sombras más intimistas en una especie de catarsis interior en la que ella se desafía constantemente a sí misma para conseguir ser su mejor versión.

De hecho, el primer poema del libro ya supone toda una declaración de intenciones del yo lírico: “Escribo / para eludir las penas/ (…) Escribo / para olvidar, / para no desfallecer,/ para sentirme viva”.

Felicidad González subraya ese valor liberador y terapéutico que tienen las palabras en los poemas, para reivindicar con ello ese espacio acogedor, sincero, amable y fértil que nos brindan versos en los que crear y creer en nosotros mismos.

Es indudable que, al escribir, nos descubrimos e incluso nos reinventamos o volvemos a ser quienes quisimos ser de verdad como nos sugiere el siguiente texto que se mueve entre lo poético y lo aforístico de manera certera e ingeniosa: “La poesía, / antídoto perfecto para combatir / el efecto dañino de la soledad. / Mientras me escriba no estaré sola”.

En todo momento al transitar por estas páginas nos asaltará la percepción de que nos movemos por un universo muy íntimo. Es como si la poeta nos hubiera abierto una puerta que conecta directamente con su alma. Tal vez, por eso, uno de los poemas más significativos del libro que podríamos definir como un poema-estandarte por su fuerza y magnetismo es el que figura en la contraportada del libro y que reza así:

No permitas
que me apague,
no me dejes
esperando la suerte.

Arrastra este cuerpo,
acalla esta tristeza,
no desoigas el intento,
inyéctame ganas.

No abandones,
no desistas
¡Vuelve, querida loca!

En Vuelve, querida loca, la poeta se enfrenta a sus miedos, zozobras y lamentos, en particular (“No fui consciente / de cuándo el monstruo / se me echó encima. / No escuché / a la realidad gritarme”) y a los embates de la vida, en general. Y lo hace siempre con un luminoso optimismo y el presentimiento de que al final saldrá victoriosa, quizá porque como reconocerá en alguno de sus versos: “Cada día me alimento de optimismo, / me suministro esperanza, / me inyecto felicidad / y todo junto / me vuelve invencible”.

Un poemario ágil, reivindicativo, feminista, que cuenta los días y las noches de un período vital de cambios para la autora, mediante el uso de un lenguaje coloquial y directo, lleno de sinceridad. Poemas amenos que unas veces actúan como dardos más suaves y otras como dardos más intensos, pero que siempre dan en el blanco. En definitiva, una propuesta literaria que rezuma vida y esperanza por sus cuatro costados y que no nos dejará indiferentes. Por todo ello y por mucho más, una lectura más que recomendable.

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