«Adiós, dueño mío»: una fabulosa juerga femenina del 1600 en manos de Magüi Mira

Por Horacio Otheguy Riveira

En la intensa proyección de Magüi Mira como directora de obras contemporáneas, y adaptadora y directora de clásicos, pudimos ver dos obras con un gran despliegue de producción que, por eso mismo, no tuvieron larga vida, perdiendo la ocasión de mostrarse al mayor público posible: Amazonas, versión escrita y dirigida del clásico de Von Kleist (1777-1811), se representó con gran éxito en el Festival de Mérida de 2018, pero no consiguió adaptarse a los escenarios normales; y Naufragios, de Sanchis Sinisterra, producción del Centro Dramático Nacional en el María Guerrero, en febrero 2020, que la Covid derribó bastante antes de la fecha prevista.

Ambas producciones fueron magistrales revelaciones de su talento que se sumaban a muchos otros espectáculos valiosos del teatro de hoy, tales como En el estanque dorado, Festen o Consentimiento, pero en el fenómeno del teatro histórico, aquéllas no tuvieron la oportunidad de largas temporadas y se quedaron en éxitos muy fugaces. Las traigo aquí porque tienen en común el protagonismo femenino absoluto en Amazonas, mujeres aguerridas, libres, fogosas, temerarias, y en Naufragios el contraste femenino frente a los conquistadores españoles: dos mujeres opuestas, la ambiciosa reaccionaria acomodada con el poder, y la audaz indígena que entrega su esplendor al cuerpo entero del guerrero. Mujeres que rompen moldes, fuertes, con su dosis amplia de emociones, a veces encontradas, hallaron en la visión escénica de una mujer de teatro de hoy una expresividad profundamente realista y lírica para los tiempos que vivimos.

Ahora —alternando con su propia interpretación y dirección de otra mujer de ficción histórica, Molly BloomMagüi Mira —con adaptación de Emilio Hernández— aporta una mirada contemporánea al intrépido devenir de una escritora del siglo de oro rescatada recientemente a través de su teatro y su narrativa: María de Zayas (1590-1661). Una personalidad con gran lucidez y coraje para afrontar el terrorífico abuso de poder de su época.

Sus reivindicaciones feministas causaron gran revuelo, tanto que en el siglo XVIII, la Inquisición prohibió la reedición de sus novelas. La respuesta de los lectores, sobre todo mujeres jóvenes, fue una resistencia a base de traficar con los manuscritos editados a escondidas bajo otros títulos.

María de Zayas plantea el amor como un sentimiento real y no como moneda de cambio, dado que para ella el amor iguala a los enamorados. Por tanto, recomendaba no sucumbir a la palabra de matrimonio y a no ceder ante peticiones por parte de los hombres que atentaban contra la dignidad de la mujer. Afirmaba que la decadencia de un país obedece a la corrupción de costumbres en los hombres y al poco respeto y valoración que tienen hacia a las mujeres. Denunciaba las dificultades y abusos que sufrían las mujeres por parte de la moral, la honra, los usos y los hombres de una época donde reinaba un aura de opresión y maltrato psicológico continuo.

Esta función ofrece una puesta en escena donde el humor y la libertad de las mujeres, mental y física, permiten que el espíritu del comediante clásico combine con el desvergonzado de la Comedia del Arte, y la posterior farsa francesa. Todo ello encuentra en Magüi Mira una directora que apuesta por la brillantez cargada de contenido. Poseedora de gran talento, huye de las etiquetas como de la peste, por eso cada uno de sus espectáculos invita primero al asombro, después a la camaradería. En este caso, la utilización de la música y la danza, con célebres canciones en off, permite que la comedia se expanda como un bravío anti-tenorios, los que han sido y siguen siendo, en un muy divertido, por sensual, voluptuoso y a la vez cándido, juego de chicas que se rinden homenaje a sí mismas: sus hermosos cuerpos con piernas reiteradamente expuestas —siempre con ingenio—, con las que exhiben lo que tanto atraen a los egocéntricos galanes de todas las épocas, sembrados en la obsesión por «su hombría» como el corazón de toda conquista posesiva.

Entre muchos hallazgos, son estupendas las rápidas transiciones cuando pasan a interpretar a los hombres con voces y gestos masculinos en una parodia admirable para la que solo necesitan calzar chaquetas sin desprenderse de sus coloridas faldas. Así, el masculino-femenino, entre chispeantes situaciones, se permite besos, caricias, y todo un mar de sugerencias para ensalzar Lo Femenino como una de las bellas artes fortalecida para asegurar que se acabó el tiempo de la esclavitud.

El estupendo vestuario cómodo y sexi sirve a la perfección la espléndida coreografía. Cinco fuertes personalidades se blindan con un estilo dinámico, ligeramente neblinoso, con delicadas estelas de humo que embellecen aún más la voz de la escritora del siglo de oro, adaptado su verso a un contexto de hoy.

CINCO MUJERES, JUNTAS Y DIVERTIDAS, MONTAN UN «SARAO», COMO DICE MARÍA DE ZAYAS

No es menester preveniros de la piedad que debéis tener con nosotras, pobres mujeres, porque si es bueno lo que vamos a hacer no es más que nuestra obligación, no tenéis que  alabarnos, y si no es tan bueno, por la  cortesía que a nuestra fragilidad se nos debe, espero nos tengáis respeto. Ahora bien si os desagradare profundamente, siempre podréis disculparnos porque nacimos mujer, y por tanto no con la obligación de hacer grandes cosas, sino con el simple deseo de acertar a serviros.

 

FENISA, mujer libre en el amor

MARCIA, mujer rica y enamorada

LAURA, mujer noble, bella y  sensible

BELISA, mujer joven, culta y dueña de sí

LUCIA,  mujer experta, amiga y consejera de las demás.

LISEO, guapo, libre y traidor (Interpretado por Belisa)

DON JUAN, seductor de manual y pocas luces (Interpretado por Lucía)

GERARDO, esposo, o esposador, vocacional, fracasado en el amor (Interpretado por Laura)

 

TEATRO BELLAS ARTES DE MADRID, DEL 9 AL 13 DE MARZO 2022

Un espectáculo por el que Magüi Mira recibió el Premio de las Artes Escénicas Valencianas a la Mejor Dirección del Año 2021.

Autora: María de Zayas
Dirección y dramaturgia: Magüi Mira
Versión: Emilio Hernández

Intérpretes:
María Calabuig – Laura / Gerardo
Pilu Fontán – Marcia
Rosana Martínez – Fenisa
Laura Valero – Belisa / Liseo
Silvia Valero – Lucía / Don Juan

Ayudantía de dirección: Alberto Baño
2º Ayudante de dirección: Arturo García
Coreografías: Cristina Fernández Pintado
Diseño de iluminación: José Manuel Guerra
Espacio escénico: Luis Crespo
Diseño y realización de vestuario: Pascual Peris
Espacio sonoro: Victor Lucas
Caracterización: Mercedes Luján
Diseño gráfico y fotografía cartel: Assad Kassab
Asistente fotografía cartel: Josep Escuin
Fotografías escena: Vicente A. Jiménez
Video: Altheamedia

Dirección técnica: Marcos Orbegozo
Regiduría: José Olmos, Mª Paz Palomar
Equipo técnico: Manuel Latorre, Vicente Carrasco, Iván Martínez, Juan Ramón Samper.
Realización de escenografía: Blackground,S.L

Producción: Paula Esquembre
Comunicación: Mª Ángeles Fayos, Adrián Cabanes
Creación de públicos: Eva Garrido, Pilar Botija         

Agradecimientos: Ateneo Mercantil, L´Auditori de Torrent

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