Brubaker y Phillips vuelven a llamar la atención con un nuevo trabajo
Reckless (Evolution Cómics) es una nueva obra de una pareja sobresaliente de creadores del noveno arte
Ed Brubaker es, sin ninguna duda, uno de los guionistas más relevantes de la industria comiquera estadounidense. De su capacidad para crear historias han surgido obras destacadas tales como Gotham central o las memorables historias del Capitán América. Desde hace un tiempo, junto con Sean Phillips, ha creado unas historias de corte oscuro que no han parado de cosechar el aplauso de público y crítica. Entre ellas podemos mencionar a Criminal, Cruel Summer, Bad Weekend o Pulp.
Reckless, el título de la obra, es uno de los grandes spoilers de este trabajo. De hecho, esta palabra inglesa significa, en español, “temerario”, “imprudente” y “peligroso”. Esto ya nos da una idea clara de quien es nuestro personaje principal, una persona que ofrece sus servicios personales para cualquier posible tarea que alguien le encomiende. Ello le ha permitido vivir francamente bien. A partir de ahí la narración se vuelve complicada y serpenteante, en un vaivén explicativo que confunde al lector y le sorprende.
Hace años, pensadores tan relevantes como, entre otros, Xavier Zubiri nos mostraron que la intelección y el sentimiento estaban indisolublemente unidos. Desde esa perspectiva, Brubaker juega con las pasiones un imprudente y nos muestra la manera en que las emociones se entrelazan con la intelección del mundo. Este es el poso que encontramos en la obra y que incardina todas sus páginas. Ahora bien, estos elementos fundamentales tornan en narración trágica y un tanto desoladora.
En este sentido, al terminar la obra uno se queda con una sensación un tanto agria en su cabeza. Lo decimos por la historia, no por la narración. En este sentido, la obra no es comercial ni está edulcorada. Al contrario, estamos ante un trabajo que toma al lector muy en serio y juega con él sin caer en maniqueísmos excesivos. Reckless es un cómic duro, que recuerda, en cierto modo, a las mejores obras de Aaron, pero algo más complejo en su estructura interna. A su vez, recuerda a esos antihéroes como Rorschach, pero sin llegar a su nivel de demencia.
La narración visual está estructurada de un modo inteligente y racional. En este sentido, en la mayor parte de las páginas nos encontraremos con una viñeta que ocupa parte de la página de un borde a otro. Estas viñetas suelen ser contextuales y, en muchas de ellas, no hay narración escrita o esta es limitada. Después nos encontramos con viñetas más pequeñas que no alcanzan los límites de la página. En ellas es donde se narra la acción de la historia. Por último, y en menor medida, encontraremos páginas enteras con una sola imagen. En muchas ocasiones estas tienen un carácter espectacular e impactante. En esta ocasión se les otorga un carácter explicativo y profundo.
Por otro lado, resulta llamativo y un tanto clásico, el uso del negro en las viñetas. Como sabemos, el negro otorga profundidad e impacto a la narración. Algo que Phillips emplea con excelencia. Incluso las escenas con mayor carga violenta, también se asientan en esta estrategia narrativa y, por ello, no resultan chocantes, sino que mantienen una continuidad visual que permite naturalizar estas escenas dentro de la historia. A su vez, el color utilizado por Jacob Phillips también está francamente bien empleado. Me estoy refiriendo a la diferenciación de instantes y perspectivas. La utilización de diferentes tonalidades, ayuda al lector en este proceso y aporta credibilidad a la narración de Sean Phillips.
En definitiva, estamos ante una obra de una pareja excepcional. Un trabajo que resulta profundo y entretenido. Además, en ocasiones, también puede resultar confuso y sobrecogedor. Por todo ello, podemos afirmar sin miedo que todos aquellos interesados por el cómic negro (noir) y por obras oscuras e inquietantes, disfrutarán con este trabajo.
Por Juan R. Coca