Amor, sangre y abuso de poder: «La palabra de oro», una creación de Pedro Mari Sánchez

Por Horacio Otheguy Riveira

Escenario oscuro. La voz no se sabe de dónde viene. En el comienzo la palabra se abre camino en busca de los divergentes caminos de pasiones encontradas. Un poco de luz. Aparece el actor. Encuentros y desencuentros, negra la escenografía con un gris singular, briosos timbales marrones de repente, y más negritud con matices aportados por la iluminación de Pedro Yagüe en un contexto diseñado por Ana Garay. Un actor solo, camisa y pantalón negros, de pronto cubiertos, cabeza incluida… y de cualquier manera los versos de poetas y dramaturgos surgen con diáfana claridad, serenos o desesperados, según convenga: el actor es siempre un audaz artesano que se atrevió a entrar y recorrer la oscuridad de un tiempo lejano en busca de míticas historias.

El actor recorre el escenario con muy pocos elementos y, sin embargo, no necesita más para trasladarnos a fríos castillos, mazmorras terribles… reyes y miserables, sábanas revueltas con lujuriosos hombres y hasta una hermosa dama en fabulosa escena que se sostiene sin otro acompañamiento que la voz del actor, dejando que el texto deambule por su cuerpo sin aspaviento de falsa feminidad. Por eso los personajes dan tanto de sí en esta algarabía de preciosos textos en variedad de sentimientos e historias.

Toda una vida en el espectáculo, desde muy niño, andando por gran variedad de géneros le permiten a Pedro Mari Sánchez darse este lujo de estar solo maravillosamente acompañado por fragmentos seleccionados junto a la profesora Susana Cantero, a su vez adjunta a la dirección. El resultado es una ceremonia muy íntima a la que los espectadores tienen acceso, previa reclamación de silencio, logrando que desde la butaca también se cree una perdurable alianza con la concentración delicadísima del intérprete que recorre textos aparentemente inconexos en una puesta en escena con mucha acción de luces y sombras al servicio de una atmósfera admirable, conseguida en gran medida por articular los textos en una única estructura dramática que nunca se interrumpe para ubicar títulos y autores, tarea interesante por otra parte para los más curiosos al salir del teatro, si bien hay textos fácilmente reconocibles. Pero esto no es lo que interesa; lo importante radica en acompañar al actor mientras recorre los oscuros canales de un glorioso pasado que aún tiene muchas cosas que decir.

Esta Palabra de oro se inscribe dentro del marco conceptual de la cultura occidental judeocristiana, en esa manera de percibir el mundo: un mundo dual, en el que el bien, el mal, el hombre, la mujer, el poderoso y el desfavorecido, dios y demonio pugnan de manera permanente. El abuso de poder, la violencia sexual contra las mujeres, incluida la intrafamiliar, la injusticia, el abandono de los pobres, se muestran a través de unos textos valientes, hermosísimos y luminosos… La añoranza de la unidad perdida y la búsqueda del yo trascendente conforman el hilo que conduce el relato y su discurso -constituido a modo de visiones individuales- hasta el encuentro final de reconciliación. Todas las voces se reconocen en la otra, son una misma. El Amor aparece y prevalece, por fin.

Idea original y creación: Pedro Mari Sánchez
Dirección e Interpretación: Pedro Mari Sánchez
Vestuario y escenografía: Ana Garay
Diseño iluminación: Pedro Yagüe
Vestuario y escenografía: Ana Garay
Dramaturgia y selección de textos: Pedro Mari Sánchez y Susana Cantero
Adjunta a la dirección: Susana Cantero
Diseño de espacio sonoro y voz en off: Pedro Mari Sánchez
Estudios de grabación: Manitú
Timbales barrocos: Percusonic
Realización corona: F Charles Olsen
Fotografía, diseño gráfico y cartel: Ana Garay
Agradecimientos: Carlos Abolafia, Carlos del Tronco

 

TEATROS DEL CANAL. SALA NEGRA. DEL 16 al 20 de FEBRERO 2022

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