La gata Luna y yo
Por Àngels S. Amorós
Lydia Corry (texto e ilustraciones) y Alicia Rodríguez (traducción). La gata Luna y yo. Barcelona: Coco-Books, 2021. 32 pp. A partir de los 5 años.
Era enorme, peluda y resplandeciente como la luna y
sus ojos brillaban y sonreian. ¡No me lo podía creer!
La pequeña protagonista de este álbum ilustrado se llama Ágata y se siente muy inquieta tras el cambio de casa que además significa no conocer a nadie en el colegio. Esta angustia hace que su imaginación se dispare y proyecte sus miedos hacia los gatos que es animal que más le gusta. Especialmente una gata, similar a la luna y por eso la llama así, que la acompaña a todas partes y solo la niña ve.
Los intentos de la madre de Ágata para que su hija se adapte al lugar lo más rápidamente posible consisten en pasear por la ciudad, almorzar fuera de casa y bañarse en la piscina. Todo le parece a Ágata demasiado grande e invasor, pero gracias a su amiga Luna muy pronto este espacio de enormes dimensiones, caótico y siempre lleno de gente haciendo cosas se vuelve más amable. El próximo paso es la escuela, pero la niña hace amigos muy pronto por lo que la misión de Luna llega a su fin.
Una historia sencilla y próxima con hermosas ilustraciones que destacan los sentimientos de la niña ya que las imágenes sin marco invitan a la imaginación y la disposición irregular de todos los elementos (edificios tambaleantes, los adultos mucho más altos que la niña que se ve y se siente diminuta, la calidez de la gata blanca, etc.). Además, predomina el color y la perfecta combinación de técnicas pictóricas diferentes como la acuarela, la tinta o el gouache. Esta última técnica consiste en disolver colores en agua para conseguir escalas de color muy variados que acentúan el carácter dramático de una historia que se alterna con el juego y el humor, como ocurre con las peripecias de Ágata y Luna. Los encuadres están muy bien diseñados porque focalizan la imagen del lector de forma diversa donde la gata es una figura omnipresente.
A veces los adultos pensamos que los niños no se dan cuenta de todo, sin embargo, ocurre todo lo contrario y, lo mismo que a nosotros, les preocupa no encajar y tienen miedo al cambio. A pesar de que la madre de la niña la ayuda en todo momento, la pequeña necesita de un aliado que ella misma crea con su imaginación. La gata no es más que una proyección de los temores infantiles desde la seguridad de lo conocido. Sin lugar a dudas, se trata de un bello álbum ilustrado a tener en cuenta en momentos de crisis y cambios que se puede leer
Lydia Corry es una ilustradora británica y con La gata Luna y yo -el primer libro que escribe e ilustra- demuestra una gran sensibilidad y capacidad de transmitir sensaciones que concuerdan con el alma infantil.