Antes del estreno de la obra maestra de Harold Pinter: «El cuidador»
Por Horacio Otheguy Riveira
Grandes expectativas para los amantes de Pinter, y ocasión ideal para conocerlo. The Caretaker, más conocida como El portero, es una de sus piezas mayores (tiene muchas), especialmente atractiva por cuanto deja establecida una nueva manera de narrar escénicamente. Así en 1960, cuando se estrenó dejó perdurable impronta. Y del mismo modo ahora y siempre porque su dominio de los dramas contenidos en subtextos, con primordial importancia en las acciones y aquello que no se dice, y cuanto se sugiere, es propio de este gran poeta dramático que se reveló en los célebres años donde el teatro británico se puso en pie contra el acomodaticio statu quo imperante.
En efecto, más allá de los grandes autores de la época, prevalecían las llamadas Piezas de Salón Comedor donde, copa en mano, los personajes llegaban para decir todo lo que pensaban, creando un vacío entre la escena y los conflictos psicosociales y políticos de la época. Esto cambia con una buena ristra de valiosos autores como Brendan Behan, Ann Jellicoe, Shelagh Delanney, Nigel Dennis, N. F. Simpson, John Osborne, Arnold Wesker y Harold Pinter, sin duda el mayor superviviente, el que más se sigue representando internacionalmente, ganador de numerosos premios incluido el Nobel de Literatura en 2005, fallecido con 78 años en 2008, víctima de cáncer hepático.
Pinter fue un generoso hombre de teatro, que sacó adelante obras de desconocidos, también actor y guionista de cine. Su última participación cinematográfica fue para su amigo Michael Caine, quien le pidió una nueva versión de La huella, la célebre película que Caine hiciera con Laurence Olivier en 1972.
Algunas de sus obras estrenadas en Madrid: Celebración, Retorno al hogar, El montaplatos, Invernadero, Tierra de nadie, Traición… y ahora El cuidador…
Tres personajes masculinos en tiempos de crisis eterna, mientras día a día se hace más profunda la dificultad de relacionarse. El extraño cuidador lleva las riendas, o las riendas le llevan a él.
The Caretaker, como todo el repertorio pinteriano sorprende siempre por la riqueza del texto y las expectativas que crea cada puesta en escena, ya que la interpretación de cada director es clave para crear una «versión diferente a mi propia creatividad. Pasan los años, y me sorprende enormemente ver lo que hacen distintos directores con mis obras. Apruebo y rara vez rechazo lo que veo y escucho como si yo no tuviera nada que ver, como un espectador más que sale del teatro con ganas de volver».
El 16 de marzo llega al Teatro Bellas Artes El cuidador, de Harold Pinter, bajo la dirección de Antonio Simón . El humor y la ironía viajan a través de este texto, que nos presenta una inteligente crítica sobre lo absurdas que pueden llegar a ser las circunstancias de nuestra vida.
Joaquín Climent se pone al frente de esta función, que reflexiona acerca de la posibilidad de cuidar al otro como el que cuida de una propiedad. ¿Se puede vivir sin confiar en el otro? ¿En quién se puede confiar? Estas serán algunas de las preguntas que se intentan resolver en El cuidador, además de otras de fondo como la dificultad de comunicarse y entender a los demás. Por su parte, el director Antonio Simon se cuestiona «hasta qué punto intentar conectar con el otro implica esfuerzo, aunque no siempre recompensado.»
El reparto lo completan Juan Díaz y Álex Barahona, que junto a Climent, forman un triángulo de personajes que se debatirán en un duelo dialéctico, dramático y cómico a la vez de una de las obras más importantes del teatro británico del siglo pasado.
Harold Pinter, Premio Nobel de Literatura en 2005, escribió está obra en 1959. Es por lo tanto un clásico contemporáneo y una de sus mejores obras, también se la considera como una de sus obras con mejor funcionamiento comercial. El texto nos traslada a la actualidad, a cualquier ciudad de nuestro país con una puesta en escena llena de elementos que nos sorprenderá a la par que nos hará disfrutar. El cuidador nos propone un viaje a partir del 16 de marzo, de miércoles a domingo, en el Teatro Bellas Artes de Madrid.