‘El hombre corzo’, siete años viviendo en el bosque
PILAR M. MANZANARES.
El fotógrafo y escritor de naturaleza francés Geoffroy Delorme sintió desde niño una gran fascinación por la vida salvaje, mientras que el colegio le resultaba un «encierro frente al que rebelarse». Sus padres, viendo las dificultades que tenía para relacionarse con sus compañeros de aula, decidieron que continuara los estudios en casa.
Pero no muy lejos de su casa, en Normandía, había un bosque que no dejaba de llamarlo y, a los 19 años, sintiéndose aún atraído por ese mundo salvaje, decidió internarse en la naturaleza a vivir, en una experiencia que duraría siete años.
En su nueva vida salvaje, un día se encontró con un corzo curioso y juguetón al que llamó Daguet. Durante meses, Geoffroy caminó tras él, hasta que éste comprendió que no quería hacerle daño y le abrió las puertas de su fascinante mundo.
Geoffroy aprendió a comer, a protegerse y a dormir (sin saco ni tienda) como los corzos: raspaba el suelo, retiraba la hojarasca de las plantas, colocaba ramas de abeto y helechos secos antes de recostarse a descansar en ciclos cortos.
Durante siete años Geoffroy observó, fotografió y se comunicó con los corzos. Compartió sus alegrías, sus penas e incluso sus temores. Como Dian Fossey con los gorilas o Jane Goodall con los chimpancés, consiguió tener un conocimiento único de su forma de vida.
El hombre corzo es una lectura bella y fascinante. Una expedición salvaje y humana que describe la interesante experiencia de ecología inmersiva en primera persona, en la misma línea que hizo Charles Foster en Ser animal (Capitán Swing, 2019).
- El autor
Ecologista inmersivo, fotógrafo de vida salvaje y escritor, especialista en ciervos, Geoffroy Delorme (Francia, 1985) se considera testigo de la vida salvaje pero también embajador de la naturaleza por haber dedicado una gran década de su vida a caminar por los bosques detrás de animales salvajes. Dejar el mundo social de los humanos, introducirse en la vida de los ciervos, vivir solo entre ellos para poder observarlos y comprenderlos mejor se convierte en una actividad de tiempo completo para él y está en el corazón de las historias que cuenta sobre su intimidad compartida con los corzos.
A través de los diferentes libros que ha escrito, el autor galo invita a compartir un momento de su vida con sus amigos los cérvidos. En la lectura de El hombre corzo, conocerás a Daguet, Sipointe, Chévi, Fougère, Mef y otros corzos que le acompañaron en esta aventura, que vivió en un bosque nacional de Normandía y que sigue siendo hasta hoy su más bella aventura
La representacion de la portada del libro precisamente NO ES un corzo.