Escritos en la guerra
Por Àngels S. Amorós
Diversos autores (texto) y Federico Delicado (ilustraciones). Escritos en la guerra. Pontevedra: Kalandraka (Libros para soñar), 2021. 128 pp. A partir de los 16 años.
Me coge del brazo; me ayuda a levantarme. Me lleva despacio. Bajamos por la escalera de caracol; vuelvo a pensar en tirarme por ella, pero el gris no me suelta el brazo. Tal vez adivina mi pensamiento e impide que lo haga. (Un instante, Gonzalo Moure).
En la literatura infantil y juvenil (LIJ) suelen abundar las revisiones y actualizaciones de cuentos populares, como también las nuevas ediciones de los clásicos. Sin embargo, resulta bastante original editar una antología de relatos de ficción protagonizados por algunos escritores de la LIJ universal más destacados en una preciosa edición en tapa dura con las magníficas ilustraciones en colores suaves de Federico Delicado.
Esta recopilación, de la editorial gallega Kalandraka, recoge de forma ficticia episodios del pasado de autores como Ana María Matute, Antoine de Saint-Exupéry, Elena Fortún o Richmal Crompton y nos aproxima a sus primeros contactos con los libros y la escritura creativa. Al mismo tiempo, se nos advierte de lo absurdo de los conflictos bélicos donde, sin embargo, siempre hay un atisbo de esperanza por parte de personas con mucha fortaleza y cuyo testimonio ha llegado hasta nuestros días.
Cada historia va a cargo de un escritor diferente: Elvira Menéndez, Rosa Huertas, Antonio García Tejeiro, Mónica Rodríguez, Carmela Trujillo, Gonzalo Moure, Daniel H. Chambers. Este último, Chambers, es también el director de la colección quien asegura que en futuras ediciones las historias que integren cada volumen girarán en torno a un tema en común. Si en este primero son los conflictos bélicos, en los siguientes serán otros tan dispares como sugestivos: el mar, olvido, el futuro… De esta forma, se nos presenta la oportunidad de asistir a la recreación de un momento importante en la vida de una autora o autor paradigmático que nos demuestra la importancia de la memoria.
En Escritos en la guerra, cada relato es muy diferente en estilo, tono y modalidad textual, ya que como indica la editorial Kalandraka encontramos:
Desde la entrevista a la crónica histórica, pasando por el testimonio, la variedad de géneros narrativos y la calidad literaria caracterizan estos relatos, ilustrados por Federico Delicado a base de expresivos retratos, escenas de profundo calado simbólico e impactantes metáforas visuales.
Pasando a los relatos, el primero de ellos lo firma Elvira Menéndez y se titula La entrevista. Se trata nada menos que la indagación en los recuerdos de una infancia en un episodio de su vida durante su infancia en un orfanato de Inglaterra. Rosa Huertas, en Como si hubiera pasado siempre, nos aproxima a una Elena Fortún que consigue hacer perdurar la amistad con una niña de su barrio a través de los cuentos, a pesar de la separación que provocaba la diferencia de clases. En Fragmentos de dolor y vida Antonio García Tejeiro nos demuestra que la lucha tiene sentido cuando se transforma en la belleza en su máxima expresión: un joven ama la poesía. Mónica Rodríguez homenajea a Ana María Matute en La niña asombrada donde la fantasía son el mejor refugio para una pequeña que transforma la soledad y el dolor en arte. Una Gloria Fuertes nos habla a través de Carmela Trujillo en Caperucita Roja es poeta, de una infancia de postguerra que le resultó tan reveladora a pesar de la muerte (de dos novios, del perro, de la madre), del frío y del hambre. Un instante se hace eterno de tan duro, real y presente como es el testimonio de Gonzalo Moure. Daniel Hernández Chambers remata la colección con Volatilizado sobre el autor de El Principito y de alguien que guarda en su conciencia un secreto que le corroe.