Mamen García y gran elenco en «Ojos que no ven», una tragicomedia navideña
Por Horacio Otheguy Riveira
Son tantos los lugares comunes que alimentan esta función de Ojos que no ven que el subtítulo que la acompaña no alcanza para trascenderlos: Una nochebuena más noche que buena. La muy transitada disfunción familiar en torno a una madre autoritaria, muy egocéntrica, se complica porque se ha quedado ciega y el humor se hace agónico drama en una sucesión de situaciones muy previsibles que avanzan a trompicones hacia un final igualmente carente de sorpresas.
Un texto muy flojo vestido de gala, puesto en escena por un director y un elenco de bien merecido prestigio. Seguramente sus integrantes no coincidan conmigo en que el esfuerzo cae en el vacío a falta de un texto sólido, pero lo que para este cronista resulta rigurosamente cierto es que se han empeñado en lograr la máxima calidad posible, como por otra parte siempre ha sucedido en todas sus apariciones. Quizás por eso mismo duele que el resultado final no esté a la altura de sus talentos.
La pieza arranca muy bien, ya que sus admirables comediantes dan brillo a un comienzo de alta comedia. La malo es que pronto se acaban los recursos de la autora y los personajes carecen de desarrollo, se vuelven repetitivos cuando no estancados en situaciones y diálogos demasiado planos. La acción no crece, se expande sin colorido.
En el comienzo se alimenta una esperanza que no cumple sus objetivos. Así, Mar Abascal y Mariola Fuentes imponen perfiles con gran sentido del humor; tienen en común un intenso estado de ansiedad con perfiles singulares: la despistada de Mar, desesperada madre adoptiva adicta al Rescue de las Flores de Bach, y la esforzada amante del plástico hogareño de Mariola, un ama de casa que busca sosiego en formalizar una buena mesa.
Pronto llegan los hombres, cuya vis cómica está registrada en memorables espectáculos, aquí muy deslucidos: Javi Coll, como un calzonazos que se divierte aferrado a botellines, y Jorge Roelas, a cargo de un sufrido buenazo.
A último momento se incorpora el depresivo que le toca en suerte al más joven, Álvaro Fontalba, con menos personaje aún, y María Maroto, una hija con relativo juego de comedia que, sin embargo, se luce mucho hacia el final.
Todos en torno a la gran Mamen García, quien también toca el piano y se marca unas canciones que recuerdan sus recitales de jazz o la última presentación en Madrid con una inolvidable abuela de Billy Elliot. Se trata de una gran actriz en un papel protagónico de escaso vuelo, carente de ricos matices, aunque lo tiene todo para componer una especie de abanico con gran tradición en este tipo de obras, entre el sainete popular y el humor más negro. (Desde luego, hubiera ganado mucho la comedia si hubiese profundizado en la creación de un musical de pequeño formato, aprovechando las estupendas voces de varios de sus intérpretes).
A veces pasan fenómenos como este en el difícil arte del teatro, y más aún de la comedia, donde no importa lo mucho que se hayan escrito hilarantes visiones de pequeñas tragedias cotidianas, pues la clave está en aportar nueva mirada, distintas perspectivas en manos del talento de quienes urdan las tramas y consoliden personajes. El problema mayor de estos Ojos que no ven reside, precisamente, en haber dado por bueno un borrador con tipos humanos que no llegan a convertirse en personajes, sumergidos en un mar de lugares comunes que oscilan entre un humor ramplón con toque escatológico y una amarga mirada sobre madre narcisista.
Intérpretes:
Por orden de intervención
Mamen García Abuela
Mariola Fuentes Carmen
Javi Coll Luis
Mar Abascal Raquel
Jorge Roelas Manolo
Álvaro Fontalba Raúl
María Maroto Esther
Texto: Natalia Mateo
Dirección: Carles Alfaro
Ayudante de dirección: Cris Lozoya
Escenografía: Alessio Meloni
Iluminación: Felipe Ramos
Vestuario: Sofía Nieto (Carmen 17)
Música: Albert Sanz
Foto cartel: Amador Toril
Foto escena: Roberto Carmona
Vídeo promo: Estudio Tundra
Ayudante de vestuario: Carmela Bautista
Ayudante de producción / meritorio dirección: Juanfran García
Zapatería: Chie Mihara
Equipo técnico: Mister Nilson
Distribución: Cuca Villén (Entrecajas)
Producción ejecutiva:
Eva Paniagua (Come y Calla)
Dirección de producción: Producciones Come y
Calla y Entrecajas Producciones
Diseño gráfico: elencargado.com
Coproducción: Producciones Come y Calla,
Entrecajas Producciones Teatrales, Teatro
Narea, Teatros del Canal y Comunidad
Encuentro con el público al terminar la representación: 28 de diciembre
TEATROS DEL CANAL. SALA NEGRA. DEL 22 DE DICIEMBRE 2021 AL 9 DE ENERO 2022