‘Algunos animales y un árbol’ de José Quesada Moreno: una rara avis literaria
Por Manuela Vicente Fernández
Para acercarse a la escritura de José Quesada, una tiene primero que acomodarse, prepararse su taza de café, mate, té, o su copa de buen vino si la hora lo requiere. Puede poner también una música de fondo, la que sea, porque ninguna de ellas desentonará con el cuento que elijamos entre los más de una docena que componen el libro Algunos animales y un árbol (VintalCrea Ediciones, 2021). Si esta característica de versatilidad a la que me refiero, poco común en un libro, no es suficiente anuncio de la escritura prolija y rica que nos espera al adentrarnos en su lectura, podemos jugar a escoger uno de los cuentos al azar, solo para comprobar que, en todos ellos, el ojo avezado del escritor nos muestra, sin demasiados complejos, la naturaleza animal que subyace incluso dentro de la más aparente racionalidad humana.
Cada uno de los cuentos nos asoma a un submundo, desde el onírico y fantástico de Secretos de Pajarera en el que el protagonista narra los vuelos cada vez más altos de su esposa, a la tragedia que comienza a intuirse y a respirarse en El viento, pasando por la ferocidad en el relato Perro viejo o la sutil esperanza en El gusano del hambre. Historias intensas, con personajes espejo, que reflejan nuestros instintos más primitivos o nos hablan de nuestros miedos más ancestrales como en La pasajera del S.S. Caronte, en el que realidad y ficción se toman de la mano a través del cuento que una hija intenta contarle a su madre para intentar traerla de regreso del inframundo y despertarla del coma en el que se debate. Mención especial merece la caracterización psicológica y ambiental descrita en La estrategia del camaleón, con la polaridad y contraposición de ambientes y circunstancias que rodean al estudiante Felipe de Neri, que acapara todas las burlas escolares y al que seguimos, junto al compañero designado para protegerle, hasta el manso refugio de su tranquilo e idílico hogar. En la variedad de cuentos que conforman el libro no faltan las reacciones inesperadas en situaciones límite como en Lo que viene del mar; la miseria y crueldad más absoluta (Alimañas); la poesía y la magia (Sinsentidos) o el guiño a lo inexplicable en Causas y azares, en el que el corte de una navaja de afeitar se anuncia como el signo que abre la puerta a una serie de sucesos encadenados.
En Algunos animales y un árbol, José Quesada Moreno nos ofrece una muestra de su buen oficio, al recopilar varios de sus cuentos premiados en un solo volumen. Cuentos que, más allá de las apariencias, se afanan en mostrarnos sin pudor la verdadera naturaleza de sus protagonistas: personajes a los que el dolor o la rabia, en palabras del propio autor, puede llevarlos a un estado animal y no humano.
Muy recomendable la lectura de este libro, una rara avis literaria.
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