Oasis prohibidos

Oasis prohibidos
De Pekín a Cachemira
Una mujer a través de Asia Central en 1935 
 

ELLA MAILLART
Prólogo de Nicolas Bouvier
Traducción de Manuel Serrat Crespo

El testimonio maravilloso de una época ya desaparecida,
narrado por una de las grandes nómadas del siglo XX.

La China de 1935 aún no se ha convertido en una república comunista. Desde la revolución de 1911 este país ha sido gobernado por el Kuomintang, que intenta mantener su unidad. Al este, los japoneses ocupan Manchuria; al sur, los comunistas libran una guerra de conquista, y al oeste, las poblaciones musulmanas continúan rebelándose contra el poder central. A pesar de estas pugnas internas y de la prohibición del Gobierno chino al acceso de extranjeros, la escritora Ella Maillart parte desde Pekín con la intención de atravesar China de este a oeste. Busca llegar a los oasis «prohibidos» de Sinkiang, cuna de una milenaria cultura de origen iraní, y pasar desde allí a Cachemira atravesando las montañas del Pamir y del Karakórum. Ella Maillart recorre China de forma clandestina sorteando grandes desafíos y trabando contacto con mongoles, turcos, kirguises… Es una viajera curiosa, siempre dispuesta a conocer nuevas costumbres y disfrutar de la riqueza de otras culturas. Enfrenta con paciencia y astucia las dificultades del camino mientras que nos transmite el placer de viajar por regiones remotas y desconocidas, sin escatimar ni el ánimo ni la frescura de su hazaña. Es el talante de una de las grandes nómadas del siglo XX, cuya filosofía del viaje se hará extensiva a otros de sus relatos.
«He tenido a menudo la impresión de hallarme en un planeta distinto y estoy, a decir verdad, como tachada ya del resto del mundo.»
ELLA MAILLART
Escritora, viajera, fotógrafa y etnógrafa. Fue una de las personalidades femeninas más destacadas de la literatura viajera del siglo XX. Desde temprana edad, alentada por sus padres, destacó en el deporte de vela y representó a su país en los Juegos Olímpicos de 1924. Muy joven se trasladó a vivir a Inglaterra, Francia y Berlín, ejerciendo las más pintorescas profesiones. En Alemania trabó relación con emigrados rusos, y a los 26 años viajó a la URSS para observar lo que se escondía tras el régimen comunista, una aventura que fue apoyada económicamente por la viuda de Jack London.
En Moscú se unió a un grupo de jóvenes deportistas para viajar a Svanetia, la región norte de Georgia, para lo cual debían franquear el macizo central del Cáucaso a pie por el valle de Baksan y el paso Betcho. Este fue el comienzo de sus cinco largos viajes por Asia, como el que realizó al Turquestán soviético atravesando Kirguizistán y las montañas Tien Shan. En compañía del periodista Peter Fleming realizó el largo trayecto, relatado en este libro, desde China a Cachemira atravesando el Koko Nor, la meseta Tsaidam, y Sinkiang. Junto a la escritora Annemarie Schwarzenbach viajó durante seis meses en automóvil hasta Kabul, y esas anécdotas fueron publicadas en El camino cruel (La Línea del Horizonte, 2015).

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