Una historia de personajes basada en la muerte del Capitán América
Ed Brubaker firmó la destacada La muerte del Capitán América, en una obra policíaca y de suspense.
Marvel ha publicado historias divertidas y superficiales, pero también otras historias serias y profundas. Este es el caso de la obra que nos ocupa en esta ocasión. Esta obra está firmada por el afamado escritor de cómic negro, Ed Brubaker, y que enlaza con otras obras escritas por él en la misma editorial que también han generado el aplauso de crítica y público. Nos referimos a Capitán América: Civil War (no confundir con Civil War) y a Capitán América: El soldado de invierno. Por lo tanto, este autor gestó una serie de trabajos, a comienzos de siglo, que han marcado una manera muy particular de adentrarse en el mundo de los superhéroes desde una perspectiva propia del género negro.
Recordemos que La muerte del Capitán América ahonda en las consecuencias generadas por la guerra entre el bando de héroes que defendían el registro de superhéroes y los que estaban, frontalmente, en contra. Como uno puede imaginar, ha habido una serie de enfrentamientos entre ambos bandos. Finalmente, se produjo una lucha en Nueva York y allí la ciudadanía comenzó a manifestarse en contra del propio Capitán América. Ello supuso un impacto tan fuerte en él, que optó por rendirse y terminar el conflicto. Pues bien, en el número 25 del volumen 5 de Capitán América alguien dispara al personaje y lo mata. A partir de ahí se desencadena una serie de consecuencias que se van desgranando en la obra que estamos comentando y que traerán consigo que Bucky Barnes decida convertirse en el nuevo Capitán América.
Brubaker se aleja de una narración efectista y comercial. En cambio, estructura una historia en la que se desarrolla, en profundidad, a los personajes que van interviniendo en la narración escrita. Además, el planteamiento de la obra es fragmentario, por lo que cada poco cambiaremos de elemento narrativo principal. De este modo se irá construyendo un puzle en el que sabremos qué es lo que ha sucedido y cuál ha sido la causa.
Los que más llama la atención de esta obra es que las historias que nos presentan están repletas de fracasos. Ahora, no es un fracaso típico de los héroes que se sobreponen a las dificultades planteadas por el enemigo. No es una historia de superhéroes. En realidad, estamos ante una historia tan humana, que el contexto heroico parece una excusa. Creo que este planteamiento, precisamente, es el que ha convertido a la etapa de Brubaker, en el mundo del Capitán América, en un momento fundamental de la historia de la editorial.
En este sentido, podemos comprobar que la narración visual no tiene un lugar destacado. De hecho, resulta especialmente relevante ver que el número de personajes está sumamente restringido. A su vez, las escenas de acción son también contenidas. En cambio, la narración escrita es más amplia y compleja. Los personajes van a ir mostrando sus emociones, sentimientos e inseguridades.
Por otro lado, las escenas de acción sorprenden por la debilidad que muestran los personajes. En este sentido, no parecen realmente superhéroes, sino, más bien, unos humanos con intención de enfrentarse a un conjunto de villanos. Tanto es así que tiene cierto aire al famoso Watchmen de Alan Moore. Desde luego, no es tan oscuro, pero sí utiliza como elemento narrativo esencial las emociones y las debilidades humanas de los personajes. Con ello La muerte del Capitán América resulta un trabajo realista y creíble, desde luego.
El tono de la obra es semejante a otras obras del creador de Maryland. Estamos pensando en Gotham Central, en Daredevil o, incluso, en Sleepers. No simplemente por que todas ellas están dentro del género negro, sino por la manera de narrar y por el tratamiento de los personajes.
En apartado visual tiene gran calidad, desde luego. La narración, como hemos indicado, es más contenida, menos comercial que otras obras y con un marcado carácter negro. No es una obra que sobresalga y presenta algunos errores chocantes, pero eso no implica que sea un trabajo deficiente o malo. Logra transmitir las emociones oscuras de los personajes, aunque las emociones de la tristeza no terminan de estar bien reflejadas.
Por Juan R. Coca