El mundo del revés

Por Àngels S. Amorós

Pablo Aranda. El mundo del revés. Barcelona: Edebé, 2021.204 pp. A partir de los 12 años.

Le perseguían, sí, podía ser. Era algo raro, pero más extraño todavía resultaba la desaparición de Gema. Ahora se le planteaban dos interrogantes: ¿quién le perseguía?, ¿por qué?, ¿hasta dónde estarían dispuestos a llegar?

Gonza es un adolescente bastante solitario que sufre acoso escolar por parte de algunos de sus compañeros de instituto. Además, tiene una gran fijación con Gema, una chica de origen asiático que va a su clase. Un día, la chica desaparece de repente y Gonza se sumerge en sus fantasías a todas horas. Su imaginación es tan desbordante que sus compañeros no le hacen ni caso porque todo lo que cuenta está plagado de mentiras y de distorsiones de la realidad según su conveniencia.

Cuando Gema desaparece a Gonza le parece que el mundo se ha vuelto del revés. Ahora ya no tiene con quien hablar ni hacer los deberes porque Gema además era su mejor amiga y compartían muchos momentos. Nadie sabe qué le ha ocurrido a su amiga del alma y mientras tanto Gonza se ve inmerso en bastantes quebraderos de cabeza como los estudios y los chicos que le hacen la vida imposible.

─El mundo sin Gema era un poco feo ─susurró─. Me gusta más el mundo con Gema.

Además, a lo largo de las páginas desfilan un sinfín de tópicos del mundo adolescente: chicas preocupadas por su aspecto, el valor de la amistad, chicos con poca preocupación por los estudios y que suelen utilizar la fuerza bruta, etc. destacar alguna intervención del autor con un toque de humor que supone un contraste con la voz narrativa del protagonista de la historia. También son reseñables las conversaciones telepáticas de Gonza que son del todo impresionantes.

En definitiva, El mundo al revés es una historia donde abundan los diálogos y la jerga juvenil. El ritmo es bastante ligero y se lee muy bien, por eso el mensaje principal del libro no se advierte como lección moral. Todo apunta a alertar a los jóvenes sobre los peligros de las nuevas tecnologías ya que acciones como difundir imágenes ‘intimas por la red o dejar expuesta nuestra privacidad comporta muchos problemas. Uno de los motivos de la desaparición de  Gema es que la grabaron mientras se vestía y eso le supuso un gran trauma. A Gonza le consideran un sospechoso más y desconfían de él sus propios padres y otros adultos. Sin embargo, Gema nunca ha dejado de creer en él.