«Ulloa», producida por LaJoven en turbadora versión libre de Irma Correa

Por Horacio Otheguy Riveira

Llevo ocho años aplaudiendo funciones de LaJoven, Compañía con intérpretes de 18 a 28 años especializada en versiones contemporáneas de clásicos u obras escritas para la ocasión dirigidas a jóvenes. Tienen en su haber innumerables representaciones para institutos de todas las comunidades españolas, recorriendo a su vez barrios muy distintos, con lo que significa de diferencias culturales y socioeconómicas. Siempre he visto espectáculos a sala llena, tanto para entusiasmo de público adulto en funciones de tarde y más aún de estudiantes en funciones matinales, con un coloquio al finalizar. La experiencia siempre ha sido teatralmente valiosa, y sociológicamente apasionante por el microcosmos en el que se mueve el nerviosismo, la ingenuidad, el asombro de chicas y chicos entre 15 y 17 años.

La trayectoria ha sido muy variada, desde El señor de las moscas, versión de la novela de William Golding, pasando por La edad de la ira, sobre la novela de Nando López, a Eneida en el Circo Price con músicos en directo. Esta experiencia de Ulloa inspirada en una novela naturalista de 1886 es, a mi entender, muy diferente a todas, ya que apunta directamente al corazón de quienes deben enfrentarse a un fenómeno social que invade todos los medios de comunicación: el abuso de poder sobre la sexualidad de las jóvenes. No se trata de algo exclusivo de esta época, pero sí está a la orden del día su debate ante crímenes que antes se acallaban y ahora saltan a primera plana con un exceso de machismo aún reflejado en series de televisión y novelas, aunque tenga un fondo crítico después de larga exhibición de humillaciones.

Un libidinoso terrateniente simula buenas maneras y cierta cultura para llevar al casamiento a una señorita de ciudad grande. Lo consigue, se embelesa ante la novedad pero se harta y comienza a violentarla como acostumbra. Este esquema de arranque novelístico tiene en esta versión de Irma Correa un ambiente de hoy con un jefe de narcotráfico en un suburbio. Los personajes principales se trasladan cómodamente reflejando conductas reconocibles en la actualidad. Así, el amigo débil ante el poder, las mujeres entregadas a los caprichos del líder, la ingenua que se entrega como si todo fuera un fascinante cuento de hadas, y el fiel lacayo que ejemplifica al gran traidor con armas inesperadas…

En una atmósfera siniestra tiene cabida el descampado donde transcurre la acción bajo un gran letrero luminoso en inglés, simbolismo en un idioma que va carcomiendo la vida cotidiana de los negocios y centros comerciales; circulan por allí destructivas adicciones entre las que destaca una violencia constante en diversa escala que alcanza la brutalidad en el dominio sexual.

Esta ULLOA es una función dura ante la cual el joven público al que va dirigida reacciona de distintas maneras, pero en la mayoría de los casos habilitan reflexiones junto al shock de un clímax violento muy cercano, hasta la llegada al teatro más conocido por series de televisión que por lo general transcurren en Estados Unidos o en nuestro país a la manera de Hollywood. LaJoven se propone mostrar estas situaciones sin adornos propios de la industria televisiva o cinematográfica, en una emocionante cercanía propia de las artes escénicas.

No Land For Miracles: no es tierra de milagros. Un cartel que advierte desde el principio sobre las tensiones que se producirán en los personajes y en esta marginalidad de la vida ciudadana, donde droga, sexo y codicia forman un triángulo de dramáticas consecuencias.
Víctor de la Fuente, como el indefenso buen tipo en un mundo hostil, y Alejandro Chaparro a cargo de un extraño personaje que sorprenderá en una revelación final.
María Romero en el papel de la ensoñada jovencita, y Álvaro Quintana en el cruel seductor.

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También en CULTURAMAS:

Los libros de la isla desierta: Los pazos de Ulloa, de Emilia Pardo Bazán

Los pazos de Ulloa, de Pardo Bazán/Eduardo Galán, dirigida por Helena Pimenta

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En esta propuesta de Los pazos de Ulloa quiero contar, junto a José Luis Arellano, la historia de una mujer del siglo XXI sujeta a estas leyes animales y ancestrales, que luchará por desasirse de ellas en un combate moral, psicológico y carnal. Será una historia contemporánea. Tendrá nombres propios. Un pálpito nuevo, un rugido atroz. Porque hoy, como ayer, siguen existiendo estas leyes que tienen la misma raigambre que el tiempo. Pero estamos ante un cambio de era. Y no sólo porque la epidemia del COVID-19 haya derrumbado todos los pilares de nuestro presente, sino porque verdaderamente estamos asistiendo a unos cambios  de paradigmas que vinculan al hombre con la conciencia de su rol ancestral, y muchos de ellos gritan pidiendo, asustados y voraces, un giro histórico en nuestra sociedad.

Texto Irma Correa

Inspirado en la novela homónima de Emilia Pardo Bazán

Dirección José Luis Arellano García

Reparto

Alejandro Chaparro – Tabo

Víctor de la Fuente – Julián

Álvaro Quintana – Pedro

María Romero – Nucha

María Valero – Sabela

Cristina Varona – Jessy

Escenografía y vestuario Ikerne Giménez

Iluminación David Picazo

Videoescena Álvaro Luna

Música y espacio sonoro Alberto Granados

Fotografías Ilde Sandrin

Coproducción con la Comunidad de Madrid estrenada en la Sala Roja de los Teatros del Canal en abril 2021.

Duración: 1h 30 min

Recomendada a partir de 15 años

ESPECTÁCULO EN GIRA, PRESENCIADO EN LA SALA FERNANDO DE ROJAS DEL CÍRCULO DE BELLAS ARTES EL LUNES 22 DE NOVIEMBRE A LAS 12,30 EN SESIÓN PARA ALUMNADO DE INSTITUTOS.

 

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