Recordando a la Estación 16
Hace aproximadamente un año, Rusia desclasificó un conjunto de imágenes donde se comprueba las pruebas nucleares que se llevaron a cabo en el círculo polar ártico concretamente se puede observar la capacidad de destrucción de la llamada bomba del Zar. Dicho artefacto era una bomba de fusión con un enorme tamaño (8 metros de largo) y con un peso, también enorme, de unas 27 toneladas.
Esa prueba atómica es el elemento narrativo principal sobre el que pivota la obra que quiero recordar hoy: Estación 16. Un breve trabajo (56 páginas) publicado por la editorial ECC, que viene firmado por los reputados Hermann e Yves H. En ella se narra como una patrulla de militares rusos tienen que acudir a inspeccionar una extraña llamada por radio proveniente de la Estación 16. Dicha estación, paradójicamente, estaba desierta fruto de las pruebas nucleares realizadas en el círculo polar ártico, entre las que destaca la de la bomba del zar.
La obra es narrada utilizando una mezcla de recursos narrativos que hacen reflexionar al lector y que lo conducen a la posibilidad de alternativas a la realidad existente. En primer lugar, la historia se centra en un militar novato que es representado con cierta inocencia e incluso dulzura. Este recurso es algo tradicional e incluso convencional. Por otro lado, se usa el recurso de las pruebas atómicas para estructurar los sucesos de la obra. La utilización de este elemento no resulta nada convencional en la obra. Por último, se introduce un componente narrativo relacionado especialmente con la ciencia ficción, aunque también con cierto toque que podría vincularse con el terror o misterio. Este cóctel permite desarrolla una historia enigmática, sencilla y ágil en la que los personajes tienen un desarrollo interno acorde con la propia obra.
En este sentido reconozco que me hubiera gustado haber podido disfrutar más de la obra y conocer algo mejor los entresijos de los personajes. No tanto por la necesidad de desarrollar más su historia personal, sino por conocer más sobre los elementos que me han resultado más sugerentes: la bomba y los elementos de ciencia ficción. Finalmente, la obra abre la posibilidad a alternativas interpretativas y a una segunda parte que, hasta donde sabemos, no ha sucedido. Yves H. logra una interesante subversión del bombardeo nuclear que resulta llamativo y sugerente. Además, logra impactar fruto del uso de un recurso histórico y real.
El trabajo de Hermann es elegante y sugerente. Combina de manera excelente el desarrollo de la ambientación de la obra con la sucesión de primeros planos expresivos. Logra transmitir el frío de ese ambiente polar en el que transitan los personajes. Desde luego hace honor a la reputación que le precede, siendo uno de los iconos de la ilustración de cómics europeo.
En definitiva, estamos ante un texto con un marcado carácter clásico y con una narración con aire tradicional, tanto en su estructura como en su desarrollo. Un trabajo con ideas innovadoras, por su carácter realista, y con cierta subversión. Una obra necesaria en la biblioteca del interesado por el cómic europeo.
Por Juan R. Coca