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Despelotarse o no, he ahí el dilema de «The Full Monty, el musical»

Por Mariano Velasco

¿Sería usted capaz de quedarse en pelota picada encima de un escenario siempre que fuera —eso sí, por Dios— por una causa justa y necesaria? Tal cosa es lo que viene a plantear este The Full Monty, El Musical en el Teatro Rialto de Madrid, la versión musical de aquella peli que tanta guerra dio en los años 90 y puso a todo el mundo a hacer estriptis por doquier por causas una veces justas y otras… no tanto, ¡qué más daba ya puestos a despelotarse!

Cierto es que aquí no se trata del despelote por el despelote, sino que hay detrás, como decíamos, una necesidad o causa justa. O más bien varias, pero que vienen a resumirse en una: el maldito parné. O mejor, la falta de ello. En el caso de los currantes, porque han sido despedidos y no tienen qué llevarse a la boca; en el del jefe, porque la jugada también le ha salido mal y encima la parienta tira en demasía de la visa; y en el caso del protagonista principal, a lo primero se le suma una matrimonio fallido que parece va a desembocar de cabeza en la pérdida de la custodia del hijo. Y eso no lo va a permitir el padre bajo ningún concepto. Aunque tenga que… ¡despelotarse!

Por lo demás, la historia de The Full Monty, el musical es sencillita. Va a lo que va. Aunque no por ello menos divertida. Porque de lo que aquí se trata es de saber si al final estos muchachotes que protagonizan la aventura, y que se han quedado sin trabajo y sin expectativas en la vida, van a atreverse a mostrarse en pelota picada y como Dios les trajo al mundo (lo que a la inglesa vienen siendo un “full monty”)  para ganarse un dinerito, o se van a rajar por el camino.

El musical salva hábilmente los trastos al no dejarse caer, que había cierto peligro, en algún que otro fantasma que le acecha, como pudieran ser el del mal gusto o, sin ir más lejos, la repetición de lugares y situaciones comunes tantas y tantas veces contadas alrededor de historietas de despedidas de solteros/as. Y no cae en ello gracias a un guion ya decimos que sencillo, pero bien equilibrado, unas letras de canciones adaptadas con mucha gracia y un excelente trabajo de actores, que regalan algunos momentos memorables.

Los mejores se viven en la sala de ensayos y en especial en el casting para elegir a la pandilla dispuesta a todo, allí con un Piñaki Gómez (Potro) y una Marta Malone (Gina) a cuál más desatado y graciosísimos ambos. Están excelentes en general los  seis “estripers” que tiran de la historia: además del mencionado Potro, un líder muy decidido, o eso parece, Jota (Sam Gómez); un al final entrañable, aunque merezca algún tirón de orejas por el camino por sus actitudes machistas, Dani (Falco Cabo); un aparentemente triunfador pero en el fondo pobre hombre Jorge (José Navar); un acelerado Álex (Carlos Salgado) que está como una puñetera cabra pero que esconde una sorpresa que le vendrá muy bien para el asunto, y el tímido y acomplejado Mario (Gustavo Rodríguez), que se destapa al final con una tierna, y muy bien traída, reafirmación sentimental.

Fuera de las muchas situaciones desternillantes, la obra cae en algunos pasajes en cierta monotonía por un excesivo empeño en alargar ciertas situaciones, pero el resultado final es el de una comedia que, además de dejar una puerta abierta a la reflexión sobre temas como la relación de pareja, las responsabilidades afectivas, el afán de superación, la determinación y el tirar p’adelante cueste lo que cueste, etc., resulta, sobre todo, muy divertida.

Y es que, no lo olvidemos, lo que aquí se pone sobre la mesa es la gran duda trascendental, y muy teatral, que de principio a fin nos ocupa: despelotarse o no, he ahí el dilema.

Jota es Sam Gómez
Daniel es Falco Cabo
Jorge es José Navar
Mario es Gustavo Rodríguez
Potro es Piñaki Gómez
Alex es Carlos Salgado
Gina es Marta Malone
Lucy es Chus Herranz
Vicky es Begoña Álvarez
Teo es Alberto Reinoso
Ana es Marta Arteta
Luka es Jorge González
Edu es Gallo Ryan
Esther es Marian Casademunt
Richy es Chemari Bello
Cover Externo : Marta Valverde
Cover Externo: Laura Muriel
Cover Externo: Luis Maesso

DIRECCIÓN MUSICAL CÉSAR BELDA

Piano: César Belda / Borja Arias

Saxo / Clarinete / Flauta: Luis Merino / Víctor Muñoz

Trompeta: Agustín Martínez / Luis del Burgo

Batería y Percusión: Javier Carralero / Roberto Fdez.

 

Libreto: Terrence Mcnally

Música y letras: David Yazbek

Adaptación: Zenón Recalde

Dirección: Yllana (David Ottone)

Producción: Theatre Properties y Planeta Fama Producciones
Productor Ejecutivo: Tomás Padilla
Productor: Álvaro Mouriz
Dirección Actoral, Coreografía y Vestuario: Silvia Villaú
Escenografía e Iluminación: Tomás Padilla
Dirección Musical: César Belda

Producción: Planeta Fama Producciones y American Broadway Entertainment y Theatre Properties
Espectáculo supervisado y con las licencias oficiales de Broadway , de MTI (Music Theatre International (Europe) Limited.

TEATRO RIALTO. GRAN VÍA DE MADRID.

One thought on “Despelotarse o no, he ahí el dilema de «The Full Monty, el musical»

  • Muchas gracias por tus palabras!

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