Yo quiero un perro ¡El que sea, me da igual!
Por Àngels S. Amorós
Kitty Crowther (texto e ilustraciones) y Joana Carro y César Sánchez (traducción). Yo quiero un perro ¡El que sea, me da igual! Fulgencio Pimentel, octubre de 2021. 54 pp. A partir de los 3 años.
Como otras personas que viven volcadas en diferentes aficiones que incluyen las series de televisión, los videojuegos o las tertulias en cafés, otros amamos las mascotas por encima de todo. Algo así le ocurre a la protagonista de esta deliciosa historia escrita e ilustrada por Kitty Crowther. Esta autora de padre inglés y madre sueca nacida en los setenta se caracteriza por tratar temas tan profundos como la soledad, la fe, la pérdida, la amistad o el miedo en cuentos para niños. El texto es sencillo, breve, parco en palabras pero que cala hondo si se lee con calma y con un enfoque limpio, abierto a todo.
En Yo quiero un perro. ¡El que sea, me da igual! Crowther pone voz a la lucha por un sueño de Millie una niña valiente que no le preocupa lo que piensen de ella los demás -excepto al principio, pero solo un poco- y se muestra constante y segura en sus decisiones. A través de unas ilustraciones que parecen coloreadas por un niño por la intensidad con que se imprimen los colores asistimos al proceso de deseo, adopción y aceptación de una mascota por parte de una pequeña a quien también le cuesta levantarse pronto e ir a la escuela cada día. Su aspecto y su forma de comportarse es de una niña repelente, mimada y acostumbrada a hacer lo que ella quiera. Sin embargo, tener una mascota opera un cambio radical en su forma de ser.
Millie desea un perro y su madre no pone ninguna objeción a ello. Sin embargo, pronto surge el conflicto de elegir un nombre adecuado que se resuelve de la forma más simpática posible. En cambio, cuando las compañeras de Millie desprecian a su nuevo amiguito porque no pertenece a una raza definida la niña no se amilana y se afianza en su decisión. Su perro es el mejor del mundo, el nombre que le ha puesto es el más apropiado y no todo acaba ahí. El perro le demuestra que es alguien especial, mucho. Es el mejor regalo que se le puede hacer a alguien que, como Millie, lo desafía todo para adoptar el perro más viejito del refugio de animales y que se preocupa por él, lo trata como a un igual y le promete amistad eterna después de superar un conflicto que refuerza su relación.
Esta historia gustará a grandes y a pequeños por la forma en que trata temas tan trascendentales valiéndose de las emociones, el humor y de los retos a los que nos enfrentamos cada día. La diversidad de las mascotas se puede trasladar a otros ámbitos, los mismo que la competencia entre los pequeños y la rebeldía de los hijos que se obstinan en salirse con la suya. En fin, nadie sale indemne de una relación, del tipo que sea y sin ninguna excepción en cuanto a la naturaleza de los sujetos que participan en ella. Esta historia presenta pues una lección de vida.
Kristy Crowtherr es autora de álbumes como Ana del lago, Theo y Dios o Nada y yo que han revolucionado el mundo de la literatura infantil porque demuestra que los niños son capaces de entenderlo todo y necesitan una literatura a su altura.