Violín, piano y voz para un testimonio muy personal: «Yo soy el que soy»
Por Horacio Otheguy Riveira
A un lado el pianista Miguel Ángel Castro, acompañando en diversas tonalidades al violinista que va y viene por el escenario como un austero fantasma de sí mismo, y por todas partes, una actriz que interpreta su vida: tres talentos para conformar la autobiografía de un hombre que ha tenido que luchar contra el desmedido amor, el tiránico amor de su padre pastor evangélico, y forjarse a sí mismo en la exigente soledad del creador musical y el ser humano que ha elegido ser.
El espectáculo se ha estrenado con éxito antes de la pandemia, ha rodado por diferentes ciudades y reaparecido ahora con otros integrantes en una nueva versión. La dinámica del relato tiene dos fuerzas preponderantes: el fantástico violín del protagonista, Aaron Lee, y el talento de María Romero, a quien se ve por vez primera fuera de LaJoven donde se formó y tuvo la ocasión de interpretar variados personajes con ascendente y carismático estilo. En esta representación asume el pasado del violinista, lo narra y lo interpreta a través de escenas de compacto dramatismo. La original idea obtiene un muy buen resultado teatral en manos de esta actriz que aporta notable energía, ternura cuando es necesario y en algunas situaciones dramáticas la posibilidad de ofrecer un auténtico recital poético. De pronto crece aún más cuando asume a varios personajes y creemos ver una escena completa de otra obra teatral, siempre manteniendo la peculiar sombra del muchacho atormentado por declararse homosexual en la adolescencia. Mientras las cuerdas de uno atraviesan encierros, viajes de represión, y crece su autoconfianza imprescindible para no matarse desde un acantilado, brotan pasiones de Tchaikovski o Bach y la actriz se permite consolidar todos los matices posibles para que desde el primer instante vayamos a su encuentro para hacerlo inolvidable.
Nací en Chamberí, aunque soy de origen surcoreano. Me educaron para ser la fortaleza y la luz en la montaña, pero hoy me siento sucio y culpable. ¿Esto es el sexo? Aún no sé si me ha gustado o no. No, no me ha gustado… ¿o sí? No lo sé. Y de repente, me quito la venda. Mis padres me notan raro. Me preguntan qué me pasa. ¿Qué les digo? No estoy preparado para contarles la verdad. Me dicen que soy su primogénito y que, sea lo que sea, me querrán y apoyarán. ¿Me están poniendo la alfombra roja? «Creo que me gustan los chicos». No te echarás con varón como con mujer; es abominación. Tu talento no sirve para nada si no estás con Dios. ¿Acaso eres una mujer? ¡Levántate y quítate la ropa!. Se dirige a la encimera, abre el primer cajón y coge un cuchillo de cocina…
Mi obra y esta nueva versión está planteada como un recordatorio, como una bofetada de realidad, se podría decir. Incluso a veces es incómodo ¡Claro que es incómodo ver la realidad! No es complaciente. Lo hago para recordar a todo el mundo que estas cosas siguen pasando. Y aunque queramos ponernos la medallita, la insignia de que somo uno de los países que más derechos civiles ha conquistado y más protege el colectivo de LGTBIQ, el riesgo de que podamos dar pasos hacia atrás es real. Y sobre todo que siempre los colectivos más vulnerables, como los niños, está ahí. Nos olvidamos que todos esos mensajes, todos esos discursos de odio, los oyen también niños que no saben ni lo que quiere decir». Lee es el creador y presidente de la Fundación Arte que Alimenta, centrada en ayudar a través de las artes a los sectores más vulnerables de la sociedad.
«Es muy fácil dar por hecho cualquier cosa que ya tenemos y no nos damos cuenta de que es muy fácil perderlo, ya sean derechos o privilegios. No sólo derechos civiles, también los derechos laborales. Cualquier cosa que se haya logrado con mucho esfuerzo por generaciones anteriores, las damos hoy por supuestas. Estamos en un momento en el que damos por supuesto que cosas como el wi-fi están ya en todas partes, pero luego se cae un día WhatsApp y se monta la de Dios», concluye.
Extracto de la entrevista publicada en Metrópoli (El Mundo) en octubre 2021.
ESPECTÁCULO EN GIRA, PRESENCIADO EN EL TEATRO PAVÓN EL 30 DE OCTUBRE DE 2021.
Adaptación del libro homónimo: Javier Ruescas y Aaron Lee
Dirección: Sara Pérez
Dirección musical: Aaron Lee
Producción: Fundación Arte que alimenta
Distribución Vértigo360
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Otras creaciones de María Romero:
La edad de la ira, de Nando López
Barro, de Guillem Clua y Nando López
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