Dra. Rosa Molina: “La pandemia ha puesto el foco en el cuidado de la salud mental”

PILAR M. MANZANARES.
Foto: Eneko García /Wearevisualmakers

La doctora Rosa Molina es especialista en psiquiatría en el Hospital Universitario Clínico San Carlos (Madrid). Con una amplia experiencia en neuropsiquiatría y psicogeriatría, ha publicado diversos artículos científicos y actualmente realiza una importante actividad de divulgación en salud mental a través de su canal de Instagram @dr.rosamolina, el podcast De piel a cabeza y otros medios de comunicación. En su nuevo libro Una mente con mucho cuerpo, propone un nuevo enfoque sobre la importancia que tiene nuestro cuerpo a la hora de comprender nuestras emociones y cuidar de nuestro bienestar físico y mental.

  • El auge de los libros de autoayuda y destinados al cuidado de la salud mental es un hecho ¿Qué tiene Una mente con mucho cuerpo que le haga diferente a otros compañeros de estantería de la misma temática?

Me atrevería a decir que una de las claves de este libro es que nos habla de la mente, pero a través de un recorrido por el cuerpo. Al fin y al cabo, lo que sucede en nuestro cuerpo, nos habla de nuestros estados mentales. Es algo que inconscientemente todos sabemos, pero que lo olvidamos repetidamente y creo que es un buen momento para recordarnos que muchas de las cosas físicas que nos suceden tienen un origen psíquico y no por ello son menos importantes.

Un segundo aspecto que creo que diferencia este libro, es que se basa en una lectura fácil y rápida.  Tiene que ver con nuestros procesos emocionales y cognitivos y en apartados diferenciados en tablas, incluye los aspectos más científicos, de tal manera que el que no quiere incidir o profundizar en ciertos temas, puede consultar estas tablas y realizar las prácticas.

  • ¿A quién va dirigido este libro?

A todos los públicos, porque utilizo un lenguaje sencillo de divulgación y realmente lo puede leer cualquiera, incluso también puede ser un libro de gran ayuda para aquellos profesionales que están en formación en el campo de la salud mental, de la neurología, etcétera. Es un libro que entregaría también a cualquiera de los pacientes que tenemos en consulta.

  • Pacientes que han aumentado en número tras la llegada de la pandemia. En su caso ¿Cómo vivió los meses de confinamiento y cómo hizo para cuidar de su salud mental?

Sin duda fue una situación difícil. En mi caso, lo viví con mi marido y con dos hijos pequeños, uno recién nacido. Creo que ha sido una etapa compleja, pero por otro lado, debo decir que he tenido la suerte de poder gestionarlo bien, sobre todo, centrándome mucho en disfrutar de ese nuevo bebé que ha llegado a nuestras vidas. Creo que lo más me ayudó a tener una buena salud mental, fue ese contacto físico con mi pequeño y haber pasado tanto tiempo jugando con él. Ha sido un punto clave.

  • Si analizamos la relación que existe entre el cuidado de la salud mental y las personas, hay gente que se sigue avergonzando de decir “voy al psicólogo”.

Todavía vivimos en una sociedad en la que está mejor visto que suframos por algo físico que por algo psicológico. Nos cuesta dar el paso de decir que estamos yendo a terapia porque miedo a sentirnos vulnerables, a mostrarnos débiles. Precisamente lo que los profesionales de este medio tratamos de hacer a través de los libros o las redes sociales es romper estos temores.

  • Y también hay personas a las que les cuesta dar el paso de ponerse en manos de un especialista ¿Quizá es por miedo a vernos  a nosotros mismos sin filtros?

Efectivamente, yo creo que hay mucho miedo a vernos a nosotros mismo sin trampa ni cartón y, sobre todo, delante de un especialista, que nos va a estar analizando. Porque los profesionales de la salud mental somos como los cirujanos de la psique, vamos a diseccionar esas sensaciones muchas veces corporales, que tienen su punto de partida en el plano psicológico y que, casi siempre, la gente no sabe poner en palabras.

  • Entonces ¿Existe en España cierto hábito de cuidar nuestra salud mental?

El cuidado mental ha sido siempre el hermano pobre de la salud, pero por fortuna eso ha ido cambiando con el paso del tiempo.  La pandemia ha puesto el foco en la salud mental y eso es muy positivo, porque nos ha ayudado a desterrar ciertos mitos o estigmas sobre la necesidad de estar sanos mentalmente. 

Ahora hemos entendido que sin salud mental no hay salud. Eso es algo que se ve reflejado en la portada del libro. Hay gente que ve un cerebro y otras personas que ven a una persona agarrándose las piernas. Esto es porque mente y cuerpo siempre están conectados.

  • Siguiendo en nuestro país, el suicidio es una de las mayores causas de muerte en España, sobre todo, en adolescentes ¿Cómo se revierte esta situación?

Los intentos de suicidio han aumentado exponencialmente entre los más jóvenes hasta el punto de que estadísticas para el 2020-2021 señalan que este tipo de muerte podría superar a la producida por los accidentes de tráfico. Por eso tenemos una responsabilidad muy importante  a la hora de intentar revertir, frenar o disminuir esta situación.

Podemos hacerlo con entrevistas como estas, a través de la publicación de manuales, etc., en definitiva, hablando acerca del suicidio con la gente. Tradicionalmente, los medios de comunicación no han hablado mucho del suicidio por miedo al Efecto Werther o Efecto Contagio. Esta teoría  trata aquel fenómeno mediante el cual la observación o notificación del suicidio de una persona conduce a otra a intentar llegar al mismo fin. Sin embargo, en los últimos tiempos ha entrado en acción el Efecto Papageno, que consiste en el cambio de opinión de un potencial suicida que quiere culminar el acto al saber lo que hizo otra persona. Por eso, si queremos cuidar de la salud mental, hay que hablar de esta misma, igual que se hacen campañas de tráfico para prevenir accidentes.

  • ¿Las redes sociales potencian esa sensación de frustración en jóvenes o en quienes las utilizan?

Pues supuesto. Yo suelo decir que las redes sociales tienen un efecto potencialmente peligroso de entre los más jóvenes por este perfil adictivo que generan. Esto proviene de la liberación de dopamina que sentimos cuando nos dan like, vemos comentarios en post, etc. Además, nunca sabemos lo que nos vamos a encontrar cuando abrimos una app y eso genera mayor enganche.

Muchas de las conductas negativas que vemos hoy en día como las autogestiones o problemas en los hábitos alimenticios se forjan a través de las redes sociales. Debemos usar estas plataformas para vitalizar buenas conductas. Los profesionales debemos hacer un uso responsable de estos medios de comunicación y usar las redes de forma positiva y en beneficio propio y para los demás.

  • Analizar el uso que hacemos de internet es un buen hábito para cultivar una mente saludable ¿Qué otro podemos llevar a cabo?

Lo que es bueno para la salud física, es bueno para la salud mental, Lo más importante es tener una serie de hábitos saludables como descansar un mínimo de horas, alimentarnos bien y hacer ejercicio. El deporte es uno de los mejores reguladores emocionales de los que disponemos las personas. Pero además otros hábitos buenos son aprender a poner nombre a nuestras emociones, a regularlas y conocer estrategias de relajación. Algunas de estas técnicas las comento más en detalle en mi libro.

  • Volviendo a su libro, en él habla de que ciertas sensaciones como “tener un nuevo en el estómago”. Usted dice que no son frases hechas, sino que son reales ¿También lo es morir de tristeza?

Sin lugar a dudas. Yo menciono en alguno de los capítulos del libro, todas estas metáforas que solemos usar como “sentir mariposas en el estómago”, cuando nos enamoramos. Es llamativo, porque estas metáforas son reales y  hablan de lo que nos sucede en nuestro cuerpo. Efectos físicos que son producto de nuestras emociones.

Haciendo alusión a la frase “morir de tristeza”, esta metáfora también es real. Existe una patología que se llama El síndrome de tako-tsubo. Es una miocardiopatía que se produce debido no solo al  estrés físico, sino también al estrés emocional. Es decir, las emociones influyen en nuestra salud y a raíz de ellas podemos tener ciertas anomalías. Podemos ver una correlación entre lo que ocurre en nuestra mente y en nuestro cuerpo.

  • Por lo tanto, el cuerpo es un dibujo físico de cómo estamos emocionalmente. Si no hacemos caso a las señales que nos manda  ¿Qué puede ocurrir? ¿Hasta dónde podemos llegar?

Como bien dices, el cuerpo nos está dando muchas claves sobre cómo nos sentimos y lo aprovechamos poco. Si no conectamos con estas emociones corporales, puede llegar el momento en el que haya una desconexión entre lo físico y lo que siento a nivel cognitivo, más sentimental. Si no conectamos con nuestras emociones, terminaremos automatizándonos. Llegará un momento en el que desarrollaremos señales físicas para las que no hay ninguna explicación médica.

  • Por último, ¿Qué espera conseguir con Una mente con mucho cuerpo?

El objetivo principal es ayudar a través del conocimiento. Creo, justamente, que el conocimiento es la mejor medicina para nuestros males. Y también contribuir a que la gente no estigmatice todo lo relacionado con el cuidado de la salud mental.

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