Un perverso e inquietante paseo con Joe Hill

Portada de Joe Hill Integral

Planeta Cómic no deja de sorprender con obras impactantes y de gran calidad. En esta ocasión publica el recopilatorio Joe Hill – Integral Novela gráfica que es un ejemplo perfecto de lo que decimos.


Pocos escritores han logrado que crear entornos narrativos tan aterradores como Joe Hill. Seguramente muchos de nuestros lectores pensando en otro de los nombres destacados de las novelas de terror: Stephen King. Efectivamente, ambos son dos iconos de esa literatura que logran atrapar y sobrecoger al lector. De hecho, Joe Hill es hijo de Stephen King.

Joe Hill no es, por lo tanto, el personaje principal de la obra, tampoco se nos cuenta la historia personal de este escritor. Joe Hill – Integral es el creador de las historias que nos encontramos en esta novela gráfica en la que se incluyen cinco obras: La capa, La capa:1969, Huella, Kodiak y Wraith. Estas obras fueron publicadas por la editorial estadounidense IDW en 2016 y ahora ven la luz en un número conjunto. De las cinco historias de las que se compone este integral, las dos primeras están estrechamente conectadas, mientras que las otras tres no guardan relación entre sí.

En la capa nos encontramos con unas historias donde se narra los sucesos asombrosos relativos a la existencia de un objeto con capacidad para volar. Este tipo de fenómenos tienen la particularidad de recordarnos al mundo de los superhéroes, aunque en este caso (y como no podría ser de otra manera) es transformado en una historia desgarradora. En ella se cuenta la historia de una familia, formada por una madre y sus dos hijos. Uno de ellos sufre un accidente cuando era niño y ello genera un drástico cambio en su vida. Este niño se convertirá en adulto y vemos como su mente le conduce a tomar una serie de decisiones que dejará al lector enormemente sorprendido.

La segunda parte, La capa:1969, nos ofrece una mirada retrospectiva y explicativa de algunos aspectos de la primera. Posiblemente, para aquellos que no les guste tanta explicación, esta parte os sobrará. En tercer lugar, nos topamos con Huella, un relato centrado en una exmilitar quien verá que el pasado suele terminar entrando en el presente de un modo u otro. Este relato comparte con La capa el talante psicológico y desquiciado. Kodiak es, posiblemente, el relato más amable. En él, en un tono más clásico, se nos cuenta la historia de unos amantes. Por supuesto, Hill convierte una historia de amor el algo inquietante y poco amable. No obstante, como hemos dicho, no es la parte más alucinante. En último lugar nos topamos con Wraith. Una historia terroríficamente clásica. Un viaje en un Rolls-Royce cuyo nombre también es un juego de palabras. De hecho, toda la historia está repleta de dobles sentidos y paradojas. En ella el conductor de este siniestro automóvil hace que los niños que viajan a Chrismastland terminen con una gran sonrisa. Una sonrisa, sin ningún lugar a dudas, tenebrosa.

En este integral nos vamos a encontrar con un conjunto de historias subversivas, en las que se pretende romper con las concepciones previamente establecidas. Nada es lo que parece y poco espacio se nos deja para la alegría ilusionada. Una obra en la que se producen ciertos saltos en la narración visual, fruto de los cambios de dibujante y de colorista. De cualquier manera, estas diferencias comparten carácter con las narraciones escritas. Por eso se agradece estas diferencias que también existen en el guion. Por cierto, la mayor parte de los trabajos están firmados por Jaso Ciaramella, aunque Wraith está escrito por el propio Joe Hill y Kodiak está guionizado por ambos.

Estamos ante una recopilación enormemente llamativa, sorprende, apasionante, siniestra y tenebrosa. Logra mostrar los elementos propios del ser humano convirtiendo a esta obra en un espejo en el que podemos mirarnos y preguntar si seríamos capaces de hacer aquello que se muestra en cada historia. En este sentido, sospecho que no dejará a nadie indiferente. De hecho, logra dejar perplejo al lector con juegos constantes, con guiños a su atención y su capacidad para detectar detalles. Podemos afirmar, sin temor a equivocarnos, que el típico cómic que nos va a producir diferentes interpretaciones en función de las relecturas que hagamos. Una obra que tendría que estar en la estantería de todos los amantes del terror. Su visión desgarradora se combina con ideas sugerentes, logrando que sea difícil dejar de leer.

 

Por Juan R. Coca

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