Te estaré mirando
Por Àngels S. Amorós
Isaac Rosa. Te estaré mirando. Barcelona: Edebé, septiembre 2021 (Periscopio). 146 pp. A partir de los 14 años.
[…] me concentré en hacer delante de ti todo aquello que pudieras interpretar como señales de un chico enamorado: mirarte, sonreír mucho en tu presencia, no cruzarme de brazos, sacar pecho, levantar la barbilla…
Daniel se ha enamorado y no se lo quiere contar a nadie. Tampoco a su amigo Rubén que no hace más que sorprenderse del cambio de su amigo sin adivinar lo que realmente le ocurre. La culpable es Elena y el escenario las calles de Madrid y el instituto donde estudian los tres adolescentes. Un día, parece que el esfuerzo y la paciencia de Daniel tiene sus frutos pero justo llega el confinamiento a causa de la crisis sanitaria del COVID y todos dejan de verse durante un tiempo que se hará eterno.
Es imposible recuperar el tiempo perdido, lo mismo que saber qué hubiese pasado entre los dos si todo se hubiese desarrollado con normalidad. Por eso, para no volverse loco y poner en orden sus pensamientos y emociones, Daniel decide escribirle a Elena una larga carta que no tiene fin, porque la vida sigue y su intención es descubrir sus sentimientos, más que hacerle llegar sus palabras a Elena. La carta la escribe un año después de haber experimentado el amor -o el desamor- en sus diferentes fases y en ella Daniel cuenta todo lo que hizo y lo que pensaba durante aquellos duros días y la escribe en situaciones y lugares muy diferentes.
Reconozco que al principio todo me daba igual: las noticias, el virus, el confinamiento, lo que pasaba en otros países, los contagios, los primeros muertes. Solo pensaba en ti, en nosotros, en nuestra cita frustrada
El humor, el realismo, los altibajos, el amor adolescente y cómo se logra sobrellevar una situación tan inesperada como inquietante como la crisis sanitaria son el telón de fondo de un amor adolescente que nos cuenta un chico sensible, leal y con muchas ganas de vivir.
Isaac Rosa trabaja como periodista y ha publicado libros para adultos y también para jóvenes. En literatura juvenil destaca por su prosa un tanto peculiar y con unos personajes inolvidables de tan imperfectos como humanos todo salpicado con humor y muy buenas intenciones. En Culturamas hemos reseñado W que escribió a cuatro manos con su hija Olivia cuando esta tenía 15 años de edad.