Para morirse de diversión: Maestro del terror

Portada de Maestro del terror.

Manuel M. Vidal y Josep Busquet nos presentan, gracias a Grafito editorial, una obra que mira hacia el mundo editorial para, desde ahí, atraparnos entre páginas de misterio y de entretenimiento.


Maestro del terror narra las aventuras de un escritor, Antonio Rodell, que está pasando por dificultades para poder publicar su obra. Es rechazado, al parecer, ya que sus trabajos son flojos o no interesan a las editoriales. Frustrado camina por la calle cuando ve una tienda de libros antiguos. En ella compra unas novelas que le parecen muy interesantes. Inmediatamente se pone a buscar información sobre la editorial (llamada ediciones oscuro) y se sorprende al ver que nadie sabe nada de ella.

Con estos primeros pasos comienza este cómic. Una narración con evidentes referencias a Lovecraft, pero con un tinte diferente. La obra, de hecho, no es oscura. Al contrario, la narración visual es tan nítida que llama la atención. A raíz del encuentro de aquellas obras comienza una aventura de misterio, de búsqueda de respuestas a través de un enfoque clásico de la historia. Este hecho, que podría parecer un problema, no lo es. De hecho, este enfoque de corte tradicional enlaza a la perfección con la narración retrospectiva de la historia.

Dos mundos que convergen, una historia con tintes duros que interviene en el tiempo presente para lograr sus objetivos. En la historia aparecen conflictos con otros autores, crítica soterrada a los medios de comunicación e incluso a determinado marketing. Al fin y al cabo, “en ediciones oscuro no nos gustan esas tonterías para vender libros” dice uno de los personajes principales.

La obra transita por diversos mundos, en cierta manera hay elementos rurales enlazados con aspectos victorianos. Contemporaneidad y clasicismo. Me entusiasmó el juego narrativo clásico de la mirilla de la puerta. Así como la circularidad también tradicional. Todo ello entreverado por una narración ágil, inteligente, llamativa y entretenida.

Una obra de 88 páginas, en la que la narración visual pesa mucho más que la escrita. Ahora bien, los dibujos logran dar mucha información gracias al excelente trabajo de Josep Busquet. Por otro lado, estamos ante un trabajo en el que la claridad del dibujo logra quitar densidad al resultado final y convierte a la obra en un híbrido. Un híbrido entre el terror y la diversión. Entre el misterio y la aventura. Una narración ágil y con movimiento. Además, los personajes logran transmitir emociones y sensaciones en las viñetas. Estamos, por lo tanto, ante una gran obra, muy bien dibujada y escrita. Por último, quiero agradecer la claridad de los bocadillos. Muchas veces, con la intención de ser efectistas, algunas obras complican la lectura. No es el caso.

Grafito editorial ya nos dejó entusiasmados con la obra Satanela de que la hablamos hace tiempo. Ahora nos trae  un regalo para aquella persona que decida acercarse a esta obra o que, precisamente, la compre para obsequiar a otra. ¡No os la perdáis!

 

Por Juan R. Coca

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