«N.E.V.E.R.M.O.R.E»: imaginación y solidaridad frente a la catástrofe del Prestige

Por Horacio Otheguy Riveira

La Compañía gallega Chévere ha conseguido una vez más unir teatro con testimonio muy documentado;  en este caso arte escénico y radiofónico, ya que su busca y captura de voces grabadas en su momento junto a sonidos propios del mar perdidos por la barbarie del chapapote resultan esenciales para no perdernos en su viaje por la tragedia. Un viaje consolidado con sensibilidad y arte mayor que impide la caída fácil en el desgarrador melodrama personal y social. Viajamos con ellos desde un largo silencio a telón caído que cuando se eleva lentamente permite que veamos a los seis intérpretes en proscenio, delante de un sinfín de paraguas negros (remembranza de la primera gran manifestación en Compostela). Cada uno de ellos porta un objeto o una voz con los que componen la musicalidad perdida de la belleza profunda de un mar sano que infunde pasión y genera alimentos. Un mar perdido.

Tell me what thy lordly name is on the Night’s Plutonian shore!
Quoth the Raven: Nevermore.

¡Dime cuál es el arrogante nombre que tienes en el oscuro inframundo!
Y el Cuervo dijo: Nuncamáis.
Edgar Allan Poe, The Raven (El Cuervo)

Tres actrices y tres actores asumen a personas que dieron cuerpo y voz a aquellos acontecimientos de 2002, pero lo hacen de dos maneras estupendamente sincronizadas: son narradores y personajes, imitan ligeramente los acentos (un alemán, una gallega con las peculiaridades lingüísticas de su región, un maestro de escuela gran líder con voz atiplada…): el ir y venir de los relatos y la creación de los personajes, hace que los hechos reales que difunden nos lleguen de manera diáfana, alumbrando las zonas oscuras que nos puedan quedar de hechos ocurridos hace 20 años, y a la vez ampliando información notablemente en un segundo acto (sin intermedio) donde ya lo radiofónico se convierte en el alma de la función con todo el reparto haciendo uso de los diálogos, mensaje, información y desinformación grabada por una emisora clandestina.

En su momento, muchos creímos que lo de Chapapote era un invento, una palabreja insultante sobre el derroche de petróleo surgido del barco («un fuel de pésima calidad»). Pero estamos ante un término real, académico que el DRAE dignifica: «Mineral negro de origen natural u obtenido artificialmente por destilación del petróleo. Mezcla de este mineral con cal, arena y otras sustancias que se emplea principalmente en la pavimentación de las vías públicas de circulación». Así, un material útil se convierte en un arma arrojadiza para que «el capitalismo siga devorando la tierra», es decir: pura codicia que llevó a un barco petrolífero en las últimas a circular hasta romperse y lanzar veneno al mar de La costa de Morte, Galicia, España, el mundo entero… con un capitán griego de 78 años, único condenado a meses de prisión que quedaron en suspenso hasta que a los 85 años fue liberado definitivamente.

He aqui un material periodístico que se convierte en teatro, una función didáctica que se transforma en un espectáculo creado por los integrantes de una gran Compañía: Chévere. Actrices y actores que se adueñan de situaciones muy tensas, dramáticas, pero lo hacen con un distanciamiento que permite entrar a fondo para entender que de aquella lucha con la bandera del Nunca Mais, se debe pasar al Cuervo de Allan Poe, poema romántico en el que el animal, posado en un dintel, impertérrito, subraya Nevermore, Nunca más en un inglés que aquí viene a confirmar la internacionalidad del conflicto para preguntarnos Qué vamos a hacer todos juntos para que no se repita.

Emocionantes logros de toda la estructura escénica que aprovecha al máximo las dimensiones del María Guerrero, con un juego de luces muy apropiado.

NEVERMORE se puede referir tanto a cuervos que hablan como a pueblos que gritan, pero la intención es la misma: hacer memoria. La idea es seguir usando procedimientos documentales para crear ficciones a partir de nuestra memoria colectiva. En este caso nos disponemos a comprobar si la historia del Prestige fue algo más que una catástrofe ecológica, porque a lo mejor es una metáfora de la hostia y hay que entenderla como un aviso de lo que estaba por llegar.

Idea y creación Chévere
Dramaturgia y dirección Xron
Reparto (por orden alfabético): Manuel Cortés, Borja Fernández, Mónica García, Miguel de Lira, Patricia de Lorenzo y Arantza Vila

Escenografía Carlos Alonso
Iluminación Fidel Vázquez
Vestuario Uxía P. Vaello
Espacio sonoro Xacobe Martínez Antelo
Sonido Xurxo Pinheiro
Ayudante de dirección Nekane Fernández
Arte y montaje Quique Martínez
Pájaros Pepe Penabade
Diseño de cartel Equipo SOPA

Coproducción Centro Dramático Nacional y Chévere con apoyo de Agadic-Xunta de Galicia
Colabora Auditorio de Galicia / Concello de Santiago de Compostela

TEATRO MARÍA GUERRERO. HASTA EL 10 DE OCTUBRE 2021

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