100 años de… “Las tres luces” (“Der Müde Tod”) de Fritz Lang
Por Gerardo Gonzalo.
Este año 2021 se cumplen 100 años del estreno de la película de Fritz Lang Las tres luces (Der Müde Tod, cuya traducción al alemán más exacta sería, “La muerte cansada”) Una película referencial en la historia del cine, que sustenta su prestigio en dos aspectos fundamentales.
En primer lugar, se trata de la primera gran película de uno de los grandes cineastas de todos los tiempos, Fritz Lang (1890-1976). En segundo lugar, porque es una obra que influyó de forma decisiva en el arte cinematográfico de la época, llegando a ser un film icónico, despertando la vocación por el cine de Luis Buñuel que señaló “al verla comprendí sin la menor duda que yo quería hacer cine” y citada por Alfred Hitchcock como la película que más le impresionó de esa época.
En lo que se refiere a su argumento, no he encontrado mejor forma de desmenuzarlo que citar al propio Fritz Lang cuando lo explicó en una entrevista con Peter Bogdanovich en el verano de 1965.
La acción no transcurre en ninguna época concreta: una chica lucha con la muerte por la vida de su amado. La Muerte le conduce a una sala enorme, con millones de velas encendidas. Cada vela es la luz de la vida de un ser humano. Dice la muerte: “Esas tres velas están parpadeando; o sea que su vida está a punto de extinguirse. Si consigues salvar alguna de las tres vidas, te devolveré a tu amado”. La película transcurre entre dos campanadas del reloj de una torre a las doce de la noche. La chica ha leído el libro de Salomón: “He aquí el amor, tan fuerte como la muerte” Y como quiere creer que el amor es más fuerte que la muerte, lucha. La película cuenta la historia de las tres velas ….”
En esta película, que como ya he dicho fue el primer gran éxito de su director, lo que Fritz Lang pretende es trasladar el carácter romántico alemán, en el contexto de una historia de amor y muerte que se mueve entre la realidad y la fantasía.
Junto a Lang es clave la presencia de la guionista Thea Von Harbou (por cierto, no puedo resistirme a comentar que la mujer de Lang falleció en extrañas circunstancias, cuando el director y Von Harbou eran amantes….) que sería su colaboradora principal a partir de este momento, en todas sus películas alemanas posteriores.
En mi opinión, es posible Las tres luces haya soportado peor el paso del tiempo que otras películas de la etapa muda de Lang, que como Metrópolis de 1927 o La mujer en la luna, de 1929, vistas hoy resultan más sofisticadas y con mayor ritmo. Pero la fuerza de su mensaje y su simbolismo, siguen resultando aún hoy muy potentes. La batalla entre el amor y la Muerte, presentada como un personaje humanizado y hastiado por su labor o la identificación entre de la vida y la muerte en forma de velas encendidas, que acaban consumiéndose, nos llevan a ideas y conceptos que trascienden y que podemos atisbar en films posteriores como El Séptimo Sello (1957) de Ingmar Bergman.
Pero también evoca a otros clásicos. La llegada de la Muerte al pueblo recuerda al Nosferatu de Murnau, o al Drácula de Tod Browning, al irrumpir como una especie de sombra siniestra en un pequeño pueblo donde ocupa un terreno, aunque en este caso, rodeado de una enorme muralla…sin puertas. Incluso sorprende cierto hilo estético y argumental con La carreta fantasma rodada ese mismo año, pero en Suecia.
A todo esto, se la añade partes de exotismo y la suntuosidad de unos espectaculares decorados, especialmente en alguno de los tres episodios o subtramas, en las que el film enfrenta al amor y la muerte a través de la lucha de dos jóvenes frente al destino, con una muerte espectadora y protagonista al mismo tiempo, a la que cada vez le cuesta más hacer su trabajo.
Una obra que debe ser objeto de atención para cualquier cinéfilo o curioso por este arte, por la hondura y audacia de un argumento profundo y existencial.