Los «Anfitriones» de Inge Martín guardan explosivos secretos

Por Horacio Otheguy Riveira

Una reunión muy preparada. En su confortable salón, entre buenos licores, les reciben la escritora y su marido, ejecutivo de una gran empresa. ¿A quién reciben? A los  amigos de juventud, hoy entrando en una madurez difícil: escritor de éxito a punto de sacar nueva novela, bañado en cinismo y sarcasmos varios, y una secretaria madre de familia «casi soltera», a punto de perder el trabajo… colgada de Instagram, con el trastorno obsesivo compulsivo de grabar todo lo que encuentra a su paso…

Cuatro personalidades que se van decantando en un proceso dramático de creciente suspense, con notables perfiles sociales y psicológicos… mientras un inquietante personaje que no aparece en escena, pero está en la casa, les marca el paso.

El personaje no es un intruso, sino un invitado desvalido que se torna amenazante por diversos motivos. Tiene peso en la trama, en realidad es el eje alrededor del cual los cuatro desnudarán sus verdaderos miedos y perversiones en el juego eterno de que nada es lo que parece. Pero Inge Martín, autora y directora, logra plasmar una comedia dramática que se acerca sinuosamente a una tragedia contemporánea entre gente corriente que quiere ser otra cosa que «marionetas, apenas extras pasajeros»…

DANIELA Todos estos años que han pasado… ¿Dónde están?, ¿qué ha sido de ellos?, ¿no?
ROBERTO Ey…
DANIELA ¿Cómo he dejado que pasen estos años? ¿Cómo me habéis dejado?
ROBERTO Dani… Olvida lo que has hecho o no has hecho. Y deja de intentar hacer
nada memorable. Da igual. Aquí todos somos marionetas, extras. Extras pasajeros. Hagas lo que hagas, seas quien seas, ninguno de nosotros va a dejar rastro…   

Y sin embargo, rastro habrá, ya que ninguno podrá olvidar esa noche…

Quienes asistan a este encuentro de Anfitriones seguramente encontrarán material para sorprenderse, ya que la descomposición pública de quienes dicen bien quererse es algo muy transitado entre ficciones, algo que aquí se convierte en una variante que impacta por el contexto social en que se produce, la actualidad que hace impacto en la vida de estos personajes: Daniela y Gustavo, los que invitan; Verónica y Roberto los invitados… y el tercero cuyo rostro y voz solo podemos imaginar, pero cuya presencia crece a medida que avanzan los conflictos en escena.

Un escenario, por otra parte, muy acogedor, con gran armonía de colores y formas, desde los pequeños a los mayores objetos, y en la perfecta sincronización con el diseño de vestuario (creaciones respectivas de Carlos I. Faura y Erica Herrera). Esa armonía visual contrasta con la violencia verbal y a ratos física de cuanto les sucede a los cuatro. Cuatro en guerra inesperada mientras avanza la jornada hacia un impactante final que atañe al público en una dinámica muy sugerente.

Sugerencias hay muchas en este singular trayecto. Gestos fugaces, miradas cómplices, copas servidas con nerviosismo, cautelas aprendidas de memoria que se rompen como cristales en el aire…

VERÓNICA (Mientras forcejean en el suelo, Verónica se da cuenta) Que estamos en directo. Estamos en directo, joder. ¡¡Que estamos en directo!!!

Los demás caen en la cuenta y dejan de pelearse.

VERÓNICA ¡A que no te atreves a quitármelo ahora! (Mira su teléfono) Cinco mil personas y subiendo. Nunca me había alegrado tanto de veros.

Ella graba a sus amigos. Todos callan.

VERÓNICA Gus, ¿quieres contar tú a mis seguidores lo que pasa aquí? (Vemos un primer plano de GUS que mira a Verónica en silencio) No quiere contárnoslo. Y tú, Daniela, ¿tú tienes algo que decir? (Silencio) Di algo, Dani. Di algo o lo digo yo. (Vemos un primer plano de Daniela. De pronto parece que va a decir algo)…

El tiempo de la complicidad se convierte en un rifirrafe incontrolable. Y allí están para defender todas las aristas y los desencuentros cuatro intérpretes con mucha experiencia, para quienes el menor movimiento llega cargado de historia, de gritos y susurros que obligarán a que pase algo aún más diferente, más doloroso, más irritante…

José Luis Alcobendas (un hombre de éxito, un tipo duro que se revelará incondicionalmente justo); Lucía Quintana (la alegría de vivir, el puro cachondeo capaz de crear una bomba de tiempo); Inge Martín (cándida e insegura, bien intencionada pero demasiado perdida…); Bruno Ciordia (dentro y fuera del sistema económico imperante, un seductor que se convierte en tigre de papel).

Dramaturgia y dirección: Inge Martín
Reparto: Jose Luis Alcobendas, Bruno Ciordia, Inge Martín y Lucía Quintana
Ayudante de dirección: Aintzane Garreta
Coordinación técnica: Oscar Laviña Carrera
Diseño de luces: David Nicolas Abad
Vestuario: Erica Herrera
Escenografía: Carlos I. Faura
Producción ejecutiva: Caterina Muñoz Luceño
Diseño gráfico: Sergio Pineda

TEATRO QUIQUE SAN FRANCISCO (GALILEO) HASTA EL 12 de SEPTIEMBRE 2021

 

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