El TeatroscopioEscena

Antes del estreno: sublime tragedia de un hombre en busca de sí mismo: «Edipo. A través de las llamas»

Por Horacio Otheguy Riveira

Desde el 430 aC, Sófocles ha brindado material más que suficiente para impactar siglo tras siglo con su Edipo Rey, la secuela Edipo en Colona y tercera aparición en Antígona. Miles de años después, tras innumerables versiones en todas las artes, más el estudio psicoanalítico de las emociones como metáfora esencial, llega Paco Bezerra y retoma la trama del hombre atrapado por el destino, pero descarta dioses y le enfrenta a sus propias decisiones, el laberinto de su existencia en esa soledad imperecedera con que todo ser humano dialoga y lucha consigo mismo…

Edipo. A través de las llamas conforma una sublime poética teatral de Paco Bezerra en la que los personajes se perciben  dentro de una fantasmagoría, como en un cuento gótico en el que lo que importa es intentar romper el círculo que horroriza y embelesa: paisaje de gran belleza plástica en un escenario poblado de sugerencias.

Edipo y la Esfinge. Óleo de César Buitrago Díaz, Colombia, 2009.

El espectáculo de la desdicha empieza en un ambiente de creciente encantamiento, e indudable convicción de entrar de lleno en la oscuridad que se resiste a ser invocada.

 Ya la primera escena anuncia el fantástico recorrido…

«Edipo duerme.
Con los ropajes chamuscados y un casco de metal sobre la cabeza, aparece Yelmo.
Yelmo.- Los primeros habitantes de la tierra eran personas que no se cuestionaban nada. Vivían felices sin reflexionar acerca de lo que se encontraba a su alrededor. Hasta que uno de ellos quebrantó una norma, comenzaron las inundaciones y la tierra empezó a llenarse de agua. Lo que provocó que, desde la superficie, los primeros habitantes de la tierra se vieran obligados a descender, por una especie de pozo, hasta el sótano del mundo; sin sospechar que, al llegar al subsuelo, aparecerían en otro mundo diferente.
Un mundo tenebroso y sin luz en el que, todos ciegos, de repente, empezaron a hacerse preguntas.
Edipo.- ¿Quién eres? ¿Por qué me cuentas todo esto?
Yelmo.- Porque sólo cuando nos encontramos en la más absoluta oscuridad, el ojo comienza a ver. Bienvenido a Tebas, Edipo. Hace tiempo que te estábamos esperando.
Edipo.- ¿Cómo sabes mi nombre?
Yelmo.- Eso, ahora, no importa. Ahora lo que importa es que la ciudad anda buscando a un hombre y tú podrías convertirte en ese hombre.
Edipo.- Lo cierto es que ignoro, completamente, en dónde estoy.
Yelmo.- La región está maldita. Una bestia la tiene herida de muerte.
Edipo.- ¿Una bestia? ¿Qué clase de bestia?
Yelmo.- La llaman la Esfinge, por nombrarla de alguna manera, ya que no es seguro que tenga forma de algo.
Edipo.- ¿Por qué? ¿Nadie la ha visto?
Yelmo.- Sí, pero los que lo hicieron no volvieron para dar testimonio.
Edipo.- En ese caso preferiría seguir mi camino.
Yelmo.- No viniste al mundo para recorrerlo. Estás aquí para otra cosa. Estás aquí para hacer algo importante…»

Fotografía: Jero Morales. Festival de Mérida.

 

Edipo. A través de las llamas es una singular historia de fantasmas con vocación de eternidad. Para ello se comprometen intérpretes jóvenes muy atractivos a cargo de personajes míticos, por lo general interpretados con más edad. Encontramos aquí tragedia y ensueño. La tragedia se mantiene porque el círculo de la desdicha resulta difícil de quebrar, y el ensueño pervive porque con arte escénico contemporáneo se lanza un mensaje al presente, al hoy que encarnan los espectadores, convocados para sentir y pensar…

… se puede ser la cara y, a la vez, también se puede ser la cruz de una misma moneda, y la prueba está aquí, la prueba soy yo. Yo, que, tras descubrir que soy el veneno, resulta que, también, soy el antídoto; yo, que, tras descubrir que soy la tormenta, resulta que, también, soy la calma…

 

La responsable de diseño de vestuario, Almudena Rodríguez Huertas, se planteó varios desafíos. «Hemos hecho muchos cambios para reducir el vestuario a su mínima expresión, es absolutamente minimalista (…). Es neutro, moderno, muy limpio. Son uniformes (en blanco y azul Klein) con cortes actuales y un punto futurista».

«Queríamos que el vestuario acompañara al texto, que es muy poético; que nada distrajera de la poética», indica la experta,  que subraya que el hecho de que todos los actores vistan igual transmite, además, una composición onírica en la que Edipo encarna muchos devaneos del hombre contemporáneo.

[Extracto de una entrevista publicada en la revista Woman el 14-7]

 

 

Fotografía: Jero Morales. Festival de Mérida.
Una Compañía de compacto talento para transitar por un mundo atemporal, encabezado por la bella y enérgica juventud de Alejo Sauras y Mina El Hammani —Edipo y Yocasta—. Con Jonás Alonso (Yelmo), Julia Rubio (Esfinge), Álvaro de Juan (Creonte), Jiaying Li (Tiresias), Alejandro Linares (Mensajero), Andrés Picazo (Esclavo).

Coreografía Sharon Fridman
Diseño de espacio escénico Mónica Boromello
Composición de música original Mariano Marín
Diseño de iluminación Juan Gómez‐Cornejo
Diseño de videoescena Bruno Praena
Diseño de vestuario Almudena Rodríguez Huertas
Ayudante de dirección Álvaro Lizarrondo
Residencia de ayudantía de dirección de Teatro Español Víctor Barahona
Asistente coreográfico Arthur Bernard

Fotografías: Jesús Ugalde, Jero Morales

Una producción del Teatro Español, Festival Internacional de Mérida y Pentación

FESTIVAL DE MÉRIDA DEL 11 AL 15 DE AGOSTO 2021

TEATRO ESPAÑOL, MADRID, DEL 8 DE SEPTIEMBRE AL 31 DE OCTUBRE 2021

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Otras creaciones de Paco Bezerra/Luis Luque:

«El pequeño poni», Teatro Bellas Artes, 2016

«Dentro de la tierra», Centro Dramático Nacional, 2017

«Fedra» en dos crónicas de 2018: Fábula, ensueño y violento realismo / Lolita ama con valentía y muere gritando que el amor es una catástrofe

«Las criadas», 2020

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