Teatro en el cine: «Conociendo a Julia» de Somerset Maugham con Annette Bening

Por Horacio Otheguy Riveira

Si esta película realizada en 2004 se ve en una Cineteca, tras el final fácil es desesperar por conseguirla en dvd para volver a ella cuantas veces se desee, preferentemente en versión original, ya que las sutilezas de los intérpretes anglosajones aportan una musicalidad «extra», una capacidad de hechizo que el doblaje pierde. Volver a ver una y otra vez la obra completa o secuencias sueltas me permite retener, repetir, dejar en cámara lenta, saborear cada mohín, cada susurro, cada lágrima, amago de sonrisa y variadas carcajadas de Annette Bening, una actriz que, siempre formidable, no había tenido ocasión de componer un personaje parecido. Más aún: componer como si de una sinfonía se tratara, muchas melodías de tiempos idos, porque aquí se trata de recrear una diva de los años treinta, un tipo de estrella que ya no existe y que dudo que la propia Annette Bening haya conocido personalmente.

Esta diva encantadora, divertida y muy neurótica fue una herida mortal para el buen teatro porque todo giraba en torno a la primera actriz de un modo caprichoso, en contra de los contenidos previstos por los poetas dramáticos. Pero, eso sí, a menudo el destrozo que hacía de las obras lo interpretaba con tal talento que convertía en éxito un auténtico tostón. Ferozmente egocéntrica y arbitraria, iluminaba la mediocridad con un talento tan excepcional que aportaba emoción e inteligencia donde había rutina.

Esta Julia fue descrita por William Somerset Maugham (1874-1965) en el mismo año 1938 en que transcurre la acción, en una novela breve titulada Teatro (en castellano, editada como La otra comedia), una panorámica del teatro que él conocía como autor de enorme éxito, muchas veces víctima de divas como ésta o agradecido suplicante para lograr que una actriz de este tenor protagonizara una obra suya. Por eso el retrato está lleno de simpatía, y el propio WSM se reserva el papel de un gran amigo de la divina que no puede ser su amante … porque «soy del otro bando», ante lo que Julia reacciona con una de sus espléndidas carcajadas, besándose y abrazándose fraternalmente. Con los años, SM dejó el teatro y pasó a convertirse en un novelista también de mucho éxito.

Annette Bening da lo mejor de sí para entrar y salir de esa tipo de interpretación ya perimido, reconvirtiendo aquel talento en uno nuevo, uno poderosamente seductor que le permite hacer lo mismo que su personaje son un estilo único y contemporáneo: pasar de la humillación al triunfo, de la pérdida de afectos a la reconquista de los más profundos para, finalmente, reconciliarse con lo más sereno y sabio de sí misma.

En este homenaje al teatro, SM no se priva de fustigar sus zonas más vulnerables de cinismo y oscuros intereses, pero al mismo tiempo recupera la capacidad de seducción de este arte mayúsculo, cosa que el director húngaro István Szabó domina a la perfección, pues ya había logrado con éxito trece años antes, Cita con Venus, donde una espléndida Glen Close encarnaba a una diva de la ópera. Pero mientras aquélla giraba sobre el teatro cantado y tenía ambiciones de reconciliación social europea, Conociendo a Julia perfecciona el delicioso juego de la comedia de enredos amorosos a la manera de de los añs 30-40 con la disciplina de hoy, disciplina rigurosa de todo el equipo de producción encabezado por un reparto de primera.

Junto al extraordinario despliegue de facultades de Annette Bening, veteranos intérpretes componen sus fugaces personajes con humilde voluntad de servicio, como Jeremy Irons, Rita Tushingman y Michael Gambon dejando brillar a un joven coprotagonista que luce palmito y cinismo muy británico, Shaun Evans.

Londres, 1938. La bella y seductora Julia Lambert se encuentra en su apogeo físico y profesional. Sin embargo, tanto su brillante carrera teatral como su matrimonio con el atractivo empresario Michael Gosselyn empiezan a aburrirla y echa de menos la novedad, la emoción. Precisamente entonces entra en escena Tom Fennell, un apasionado admirador que resulta irresistible para la actriz. Julia piensa que quizá un romance pueda servirle para superar su crisis, y decide vivir una apasionada relación. Sin embargo, la relación con su joven amante no sale como esperaba y utilizará algunos de sus múltiples recursos para aplicarse en una implacable venganza.

Dirección: István Szabó

Guion: Ronald Harwood

Intérpretes: Bruce Greenwood, Michael Gambon, Annette Bening, Jeremy Irons, Miriam Margolyes, Juliete Stevenson, Shaun Evans, Catherine Charlton

Fotografía: Lajos Koltai

Montaje: Susan Shipton

Música: Mychael Danna

País: Canadá

Año: 2004

Distribuidora: Filmax

Estreno en España: 20-10-2004