Quercus, de Rafael Cabanillas Saldaña
Quercus (En la raya del infinito)
Rafael Cabanillas Saldaña
Editorial Cuarto Centenario
Toledo 2021 345 páginas
Quercus es un libro para sentir. Para sobrecogerse al sonido encadenado de las palabras y llorar de rabia, de ternura, de pasión. Para viajar a las entrañas de la sierra y al corazón de los hombres. Para abrasarse o temblar de frío con sus emociones. Páginas que aletean como mariposas en tu vientre, acariciando tu alma, zarandeando las conciencias. Un libro de letra viva que se escapa de los márgenes para convertirse en la voz de los que viven en silencio.
Nada ocurre por azar. El fenómeno de la despoblación de la España vacía tiene unos orígenes y unas causas. Igual que las enfermedades. Y eso es lo que intenta desentrañar esta impresionante novela. Centrándose, concretamente, en la España latifundista. En este caso parece que el progreso y la modernización del mundo rural eran contraproducentes para los intereses de algunos.
El joven Abel huye de horror de la Guerra Civil para refugiarse en una cueva. En ella pasará unos años poniendo a prueba su resistencia para sobrevivir a la soledad y a las desdichas. Para conseguirlo, debe hermanarse con el bosque y con los animales que lo pueblan hasta convertirse en uno de ellos. Cuando al fin desciende del monte al pueblo, inicia una nueva vida. Complicada, pues el abandono, el hambre y la injusticia son los enemigos de estas tierras. Una especie de Comala, aislada de la civilización, cuya identidad se va conformando con las historias y sucesos de los aldeanos. Convirtiendo sus relatos en una novela coral de múltiples voces, con las que sentirás los olores del monte, el sabor astringente del miedo y el arañazo de la desesperación de sus gentes en tu propia boca y en tu piel.
¿Conseguirá Abel, destinatario de una especie de fatum desde que llegó a esa cueva, revertir el abandono y la miseria de esa tierra?
“Junto a Los santos inocentes, de Delibes, e Intemperie, de Jesús Carrasco, Quercus es una de las mejores novelas contemporáneas que he leído”. Antonio Basanta