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Departamento de asuntos mágicos

Por Àngels S. Amorós

Daniel Hernández Chambers. Departamento de asuntos mágicos. Madrid: Anaya, junio de 2020. 328 pp. A partir de los 14 años de edad.

Desde que su existencia se hizo pública, los llamados «magos» se habían convertido en proscritos. Dado que la inmensa mayoría de ellos no poseían un gran poder que les sirviera para defenderse, habían sufrido toda clase de abusos, malos tratos y vejaciones, igual que a lo largo de la historia los habían sufrido otros también considerados «diferentes» por su religión, su raza, su color o su orientación sexual.

Nos encontramos en el Reino Unido donde el agente de policía Wilbur Cusak trabaja en el Departamento de Asuntos Mágicos donde llevan a cabo investigaciones de casos fuera de lo común, pero ahora se enfrentará a algo totalmente diferente y que puede transformarse en una guerra atroz.  Todo empieza con el hallazgo de hasta tres adolescentes asesinados a los que les han arrancado el corazón. Mientras que Cusak cree que el responsable de las muertes es un mago, el inspector de Scotland Yard Calum Lindbergh, no le apoya en absoluto. Sin embargo, parece lo más acertado según las pistas que van recabando poco a poco y que no les permiten hacer cábalas sobre las verdaderas intenciones en un acto tan brutal.
Del ojo izquierdo del chico muerto brotó una sombra grisácea que se elevó en el aire y aumentó de tamaño, se dividió en dos, y ambas adquirieron forma humana para iniciar una suerte de danza, la persecución y lucha que había tenido lugar entre víctima y verdugo, hasta que una, más alta y gruesa, arrojó a la otra sobre la cama y se inclinó encima. Entonces, las dos a la vez se disolvieron sin dejar el menor rastro de su presencia.
Los tres chicos asesinados tienen en común haber nacido en países del este como Ucrania, Rumanía o Moldavia que se convirtieron en huérfanos tras la guerra y después de pasar un tiempo en el orfanato francés Le Chateau sur la Mer, fueron adoptados por ingleses. Además, los tres jóvenes tienen capacidades mágicas, un don que está mal visto porque se siente como una deshonra y se considera casi como un delito. De esta manera, los portadores o magos esconden su verdadera naturaleza, pero un simple análisis de sangre los puede delatar.
Muy pronto, las pistas llevan a los dos investigadores hasta Radu Ceban y Tatiana Cioban, dos jóvenes que comparten con los tres adolescentes muertos su condición de huérfanos de la guerra del Este. En cambio, ni Radu ni Tatiana fueron adoptados nunca porque huyeron del castillo-orfanato. Además, ellos dos poseen una magia muy poderosa que ni ellos mismos pueden calibrar y son capaces de hacer cosas tan extraordinarias como transformarse en un animal o volverse invisibles, aunque todavía no son capaces de dominarla para protegerse de otros magos con malas intenciones.
La capacidad de desaparecer ante los ojos del resto fue lo que salvó a Radu y a su amiga Lera Hag de los peligros que les acechaban como refugiados. Eran dos niños que huyeron -siempre hacia le oeste- solos de su ciudad, Chisináu, hasta Belgrado a pie y sin ni siquiera alimentos. Al fin, consiguieron ayuda gracias a los cooperantes de la Cruz Roja que los trasladaron al orfanato de Normandía. Lera tuvo la fortuna de encontrar una familia que se quería hacer cargo de ella, pero Radu se vio obligado a escapar y ocultarse porque adivinaba que alguien lo perseguía.
Un año después de su desaparición, Radu y Tatiana siguen ocultos, pero Cusak sabe que corren peligro y pueden ser los siguientes asesinados para arrancarles el corazón. Por eso, los dos investigadores deciden interrogar a Lera, que se ha trasladado a Londres con su familia, y también viajan hasta Francia. No será tarea fácil porque parece que les llevan la delantera y eso solo puede significar que no todos los que dirigen la investigación juegan limpio.
Nos encontramos ante una novela llena de intriga que se lee muy bien. Los capítulos son breves y se dividen en cuatro partes con un epílogo en tres partes más. El ritmo trepidante invita a leer hasta el final porque la combinación entre fantasía y género negro es espectacular. Lo más enriquecedor es que la ambientación es actual y el tratamiento muy real de modo que las reflexiones sobre la guerra, la lealtad, la amistad y la complicada situación de desigualdad de los magos se puede extrapolar a otros ámbitos y abre importantes diálogos sobre los derechos humanos y el pensamiento crítico.
Daniel Hernández Chambers es autor nacido en Canarias y establecido en Alicante desde hace algún tiempo. Escribe literatura infantil y juvenil que le ha reportado numerosos premios. Algunos de sus libros son: El secreto de Enola, La batalla de los dos reyes, El reino de las almas, La chica que coleccionaba sellos y el chico que esperaba un tren, entre muchos otros más.

 

Publicado en Libros Juveniles

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