Los últimos frikis del mundo y el bate de medianoche

Por Àngels S. Amorós

Max Brallier (texto) y Douglas Holgate (ilustraciones). Los últimos frikis del mundo y el bate de medianoche (5). Editorial Hidra, mayo de 2021. 240 pp. A partir de los 13 años.

Estamos en una caverna gigantesca, que contiene algo siniestro.

Dantesco. Siento un martilleo en el pecho, mi corazón late desbocado.

Hay monstruos por todas partes. Están desperdigados por el suelo de la caverna,

como cáscaras de cacahuete en un partido de béisbol.

En entregas anteriores de la saga descubrimos que a Jack y a sus amigos les encanta jugar a los videojuegos y eso les sirve de mucha ayuda para enfrentarse con los zombies y monstruos de todo tipo que invaden su ciudad. A sus trece años, Jack Sullivan ha tenido una vida bastante alejada de lo que se considera normal. No conoció a sus padres biológicos y ha pasado por diferentes hogares y un sinfín de colegios que no le han impedido ser feliz ni perder la capacidad de divertirse.

De repente, una manada de zombies y de monstruos se abre paso en la ciudad donde Jack vive y lo deja aislado en su casa del árbol. Lejos de ocultarse o mantenerse al margen, Jack decide luchar contra los atacantes como si de un videojuego se tratara. Sin embargo, decide formar equipo con su único amigo Dirk y June, una chica de quien Jack está enamorado. Los tres juntos se organizan marcándose fases y objetivos, tal y como acostumbran a ser los videojuegos. Poco a poco, el trio se va ampliando con el matón de la clase y un monstruo amigo que se anuncia desde la portada del libro y que les ocasionará más de un quebradero de cabeza. Cada miembro del equipo hará lo que podrá para sumar -aunque a veces reste- en esta batalla tan descompensada.

Cuando Jack descubre que se bate de béisbol tiene poderes sobrenaturales que solo él puede controlar, no duda en ponerse al frente de sus enemigos para reestablecer la paz cuanto antes. Sin embargo, el grupo sufre un vuelco emocional importante al darse cuenta que Dirk no es el de antes.

En la cuarta parte de la saga, El bate de medianoche el escenario, es el mismo pero todo se complica mucho más si cabe. El grupo de chicos siempre acompañados por su amiga el monstruo que ayuda a los humanos se enfrenta a muchos peligros que la buena pluma del autor sabe dosificar para que el interés vaya in crescendo. Las ilustraciones son muy coloridas y se asemejan a fotogramas de televisión por su precisión y realismo. A pesar de lo estrambótico de las situaciones, les lector se puede identificar muy fácilmente con los chicos que, además, tienen un protagonismo compartido o coral. Con grandes dosis de humor, amistad y compañerismo, nos encontramos con una historia trepidante que incluye muchas ilustraciones de gran impacto y que juega con distintas tipografías para hacer más real y emocionante la lectura que combinan muy bien con el argot juvenil empleado por los personajes.

Una lectura muy recomendable por la superación de retos, el trabajo en equipo, la constancia y la superación. El humor enmascara las terribles situaciones a las que los chicos se enfrentan y su empatía. Este libro es el número 5 de la serie y también se puede leer en español la Guía de supervivencia de los últimos frikis de mundo. A destacar el gran éxito de la saga que ya cuenta con una serie animada en Netflix y un episodio interactivo para que los lectores se conviertan en uno más del equipo.