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Teatro en el cine de Vittorio De Sica: «Matrimonio a la italiana» con Loren y Mastroianni

Por Horacio Otheguy Riveira

Teatro en el cine de gran calidad, cargado de variadas emociones.

Un gran amor entre una prostituta que se va haciendo mayor y su cliente preferido, un típico varón cargado de prejuicios y brotes hipócritas que se niega a casarse, tal y como se lo pide ella, hasta que lo consigue con una mentira y una verdad que nunca sabremos si será cierta: se enferma al borde de la muerte, cosa que le conmueve mucho al fiero galán, y el soplo de que uno de sus tres hijos… es suyo. La sensibilidad aflora en el gruñón machista, el hombre bueno por encima del durísimo que quiere ser, y el marco del amor de pago se oscurece para dar a luz a una pareja de extraordinaria fuerza, como personajes e intérpretes allá donde se ha puesto en escena, y el cine internacional, a partir de 1960, cuando tres que ya eran glorias del cine se ocuparon de ella, de la gran Filomena que se convirtió en España —y gran parte del mundo hispano— en Matrimonio a la italiana con Sophia Loren y Marcello Mastroianni, dirigidos por Vittorio De Sica. Distintos títulos, misma obra.

Aquí dirigiendo a su pareja preferida, los intérpretes con los que más trabajó, especialmente la Loren a quien encumbró en muchas comedias pero sobre todo en el drama que nadie confiaba, Dos mujeres, y que le valió el primer Oscar a una actriz extranjera, 1962.
Italia, 7 de julio 2001-Francia, 13 de noviembre de 1974

Fue un hombre del espectáculo completo (guionista, actor de comedia teatral, de dramas geniales como El general De La Rovere, de Roberto Rossellini, productor, creador de grandes películas del neorrealismo como Ladrones de bicicletas y Umberto D, y también de cine histórico como El jardín de los Finzi Contini.

Murió a los 74 años lleno de proyectos que compartía con su amantísima esposa, la española María Mercader, y le pilló la parca con muchas ganas de de jugar a tope en una ludopatía incurable, un incesante gana-pierde que glosó en una comedia con Marlene Dietrich: los falsos señores de alcurnia que viven su fantasía en los casinos, Gran mundo en Montecarlo. Una filmografía tan variada como apasionante incluso en sus peores películas, realizadas o interpretadas para financiar deudas de juego; quien se hizo popular como elegante comediante, generalmente estafador… fue un hombre de inquieta cultura, adaptador de grandes novelas como Dos mujeres (La Ciociara, de Alberto Moravia), o de mediometrajes acompañando a otros grandes en la época de oro de películas hechas de varias cortas, junto a Federico Fellini, Luchino Visconti o Luigi Comencini…

De Sica muere de mucho fumar; verle echando humo impecablemente trajeado y sonriente, formaba parte de su mágica leyenda de caballero con o sin dinero, con o sin éxito, en busca de la buena fortuna empeñando una y otra vez los abrigos de pieles y las joyas de su cónyuge, quien lo cuenta con tierna amargura y simpática comprensión en su formidable Mi vida con Vittorio De Sica.

Ahora que cumpliría cien años, viene a cuento recordar su pasión por el teatro, y sus variadas versiones (Amantes, de Brunello Rondi; Los condenados de Altona, de Jean Paul Sartre; Magdalena, cero en conducta, László Kádár…). Es verdad que lo que más adaptó, contando con grandes guionistas, fueron novelas, tanto es así que poco antes de ingresar en un hospital de París en 1974 dirigió una melancólica, dulcísima novela de Luigi Pirandello, El viaje, con Sophia Loren y Richard Burton.

Todas estas vueltas ante un personaje tan admirado, me permiten parar el carrusel y tirar del aro para quedarme con una de mis preferidas, esta Filomena Marturano popularizada como Matrimonio a la italiana. Versión que respeta la época de segunda posguerra, y sobre todo glorifica el talento extraordinario del autor Eduardo De Filippo, también como Vittorio, hombre de teatro total. Ante los duros aspectos del estraperlo, la corrupción del pueblo llano y otros aditamentos de la comedia napolitana, en la película destaca notablemente algo que en 1960 era ciertamente osado: la honradez, belleza física y espiritual de una mujer valiente, prostituta profesional, en la comedia ya con amor estable y unos hijos que darán mucho de sí en la peculiar trama de tragicomedia ganada por un halo de ternura conmovedor.

Filomena Marturano, fue estrenada por su autor, actor y director Eduardo de Filippo en 1946; en 1950 el mismo autor la dirigió y protagonizó en el cine, y otro italiano, Luis Mottura, realizó su versión cinematográfica  en Argentina con dos estrellas de la época, Tita Merello y Guillermo Battaglia, también descendientes de italianos, como sucedía con numerosos ciudadanos del espectáculo y de la vida corriente (Foto izquierda).

Se llevaron a cabo dos versiones teatrales en España dirigidas por Ángel F. Montesinos, ambas con Concha Velasco: en 1979 junto a José Sazatornil, y en 2006 con Héctor Colomé (Foro derecha, arriba).

La última producción, muy reciente, se estrenó en marzo de 2021, Teatro Español, con Roberto Enríquez y Elisabet Gelabert de protagonistas, dirigidos por Antonio Simón.

 

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