Sylvia Plath: Dentro de la campana de cristal (2018), de Teresa Griffiths – Crítica
Por Elvira Feral.
Sylvia Plath era especial, una rara avis. Así la define una amiga en el documental Sylvia Plath: Dentro de La campana de cristal en el que se desentraña la única novela que escribió esta poeta y de cuyo éxito no pudo disfrutar en vida. Lo que convertía en singular a esta escritora y poeta estadounidense es la columna vertebral de este documental que puede verse en Filmin. Descubrimos a una mujer atormentada, que navegaba entre lo iconoclasta y lo convencional en unos años 50 complicados para ser mujer y que en sus diarios fantaseaba alguna vez con ser un hombre.
Por primera vez escuchamos a la hija de Sylvia Plath, Frieda Hughes, hablar de su madre y de su relación con ella. También escucharemos testimonios de personas que la conocieron y compartieron con ella amistad y trabajo.
Su enfermedad mental marcó su vida. Hubo un primer intento de suicidio porque se había «esfumado» su talento literario, según le confesó a un amigo. Después vinieron los electroshocks y la presencia de una madre que se avergonzaba de su hija.
«Necesito a alguien que me ame», le contaba a su amigo Eddie en una carta. Años después apareció el escritor Ted Hughes al que conoció en una fiesta literaria. Se convirtieron en reconocidos escritores, se casaron, tuvieron dos hijos. Siete años después, cuando se publicó La campana de cristal, el matrimonio se había separado. Plath vivía sola con sus dos hijos. Poco después se suicidó asfixiándose con gas. Una muerte silenciosa para la mujer que con quince años decía en su diario: «Escribo porque hay una parte de mí que nunca se quedará callada».