La babirusa atómica
Por Àngels S. Amorós
Joaquín Areta (texto) y Magui Ledesma (ilustraciones). La babirusa atómica. Buenos Aires (Argentina): Pípala, 2016. 40 pp. Crossover.
Al no verla, la imaginación acerca de sus poderes crecía, crecía y se multiplicaba.
A modo de fábula y con tintes de terror, esta historia está dirigida a todo tipo de lectores, pero en especial a los jóvenes para advertirles de la facilidad con que los medios de comunicación pueden manipularnos y hacernos creer una mentira. Se describe el proceso de construcción del imaginario colectivo entorno a un monstruo terrible que, a pesar de tener poco fundamento, va creciendo como una bola de nieve que arrasa todo lo que encuentra a su paso y cada vez se hace más fuerte e incontrolable.
La historia se desarrolla en la ciudad ficticia de Babiria donde el respetable señor Mock sufre un accidente de forma fortuita y, sin saber cómo, empieza a divulgar el ataque de una bestia. Resulta paradójico que mientras que el resto de los personajes de la historia son humanos, el señor Mock -que se insiste de manera recurrente en su respetabilidad y honor- se representa como una rata de largos bigotes a quienes todos creen a pies juntillas. Su credibilidad va creciendo gracias ( o por culpa) de los medios de comunicación que expanden la noticia a radioyentes, televidentes y prensa escrita. Hasta el punto que se inventan un nombre para la peligrosa bestia: barbirusa. El caos está servido.
Muy pronto, la bestia se la describe con todo lujo de detalles como si todo el mundo la hubiese visto en algún momento. De un día para otro, el señor Mock adquiere tanta popularidad y credibilidad que llega a erigirse como una persona muy poderosa capaz de dirigir el ejército de su país para atacar otro país vecino en una guerra sin tregua que destroza países y atenta contra la humanidad.
Una historia para nada exagerada ni inverosímil que somete al lector al proceso de alienación y sometimiento de nuestra voluntad sin que podamos hacer nada para evitarlo. La trama se centra en los ataques no justificados a otros países y a la enemistad entre naciones y potencias mundiales. Si lo trasladamos a otros ámbitos como educación, religión, alimentación, etc. el efecto es el mismo. Alguien lanza un bulo sobre un tema en concreto y utiliza un producto, institución, persona o nación como cabeza de turco contra quien descargar toda la frustración que arrastra.
Las ilustraciones de Magui Ledesma son muy cuidadas y detallistas y utiliza colores como el gris en diferentes tonalidades y la superposición simulando el collage. Por otra parte, el texto de Joaquín Areta son contundentes y a pesar de que se expresa a modo de cuento, todo apunta a un caos que va tomando dimensiones del todo incontrolables. Estamos ante un libro que todos deberíamos leer y recomendamos totalmente su uso y debate en las aulas y otros espacios de educación no formal por parte de colectivos de todas las edades.