De cuando Alfredo Landa subvirtió la moralina y de la permanencia de aquella intención

El cuerpo, al fin y al cabo, es el elemento que nos permite interactuar con el ambiente externo a través de una serie de sensaciones. Además, como indicó Le Breton hace años, el propio cuerpo nos recuerda que las acciones humanas van «tejiendo» la vida, lo cotidiano. Eso es así, puesto que la propia corporalidad hace que nuestras sensaciones sean comunes a toda la humanidad. Por esta razón, el cuerpo es un elemento importante en sociedad y las emociones biológicas también lo son. Por ello, además, nos preguntamos si el ejemplo cañí del “destape” es mucho más universal de lo que pensamos y trasciende las fronteras españolas, con tortilla y botijo, o sin ellos.

Durante mucho tiempo hemos escuchado hablar del destape en el mundo de la cultura española. Como describe estupendamente Javier Alcázar en Tebeosfera, en la transición española a la democracia, se naturalizó el cuerpo de la mujer como elemento de deseo público. En este sentido, Alcázar indica que buena parte de las empresas de la época centraron su nicho de mercado en el varón, un tanto “necesitado” de ese contenido erótico y en la búsqueda de ganancias rápidas. Ello provocó que buena parte de estas empresas desaparecieran. No obstante, estos sellos editoriales tuvieron una serie de virtudes fruto de introducir il fumetto en el mundo editorial nacional, al tiempo que les permitieron ciertas opciones a los creadores españoles.

Pues bien, si nos fijamos en el momento actual, parece que ese “destape” o, si se prefiere, el erotismo en el cómic no ha perdido importancia. Es un subsector minoritario, eso desde luego. Pero su importancia todavía permanece, de un modo u otro.

En efecto, nos queremos fijar en dos cómics que resultan curiosos por la temática, aunque caen en una visión un tanto superficial de las relaciones afectivas y amorosas. En este sentido nos preguntamos si las características internas de aquel “destape” representado por Alfredo Landa, también se mantiene en la actualidad. Al fin y al cabo ¿qué pretenden narrar muchas de las obras comerciales centradas en el sexo? Pues eso… solamente sexo. Pareciera que esas historietas de tetas y culos son inalterables.

Hoy queremos hablar de un cómic titulado Irresistible, publicado en los Estados Unidos por Zenescope y, hasta donde sabemos, inédito en España. A su vez, también hablaremos de American Virgin publicado en los Estados Unidos por Vértigo y en España por Planeta DeAgostini. Hablamos de dos cómics que salieron a la calle hace años, pero han pasado sin gran impacto. De hecho, American Virgin dejó de publicarse en España por sus escasas ventas.

Ambas obras están centradas en los problemas humanos que circundan al mundo de la sexualidad. En el caso de Irresistible, en relación a las vicisitudes de un joven que termina siendo irresistible para las mujeres. Quizás ese podría ser el sueño de algún varón… En el segundo caso hablamos de un joven predicador que ha optado por la virginidad y se enfrenta a los problemas que ello comporta.

Bueno. El sexo es lo que es. Posiblemente lo magnifiquemos o no. Sea como sea, es una actividad humana que, sin otros aditamentos, poco más permite narran que la mera corporalidad. Por ello, irresistible es una obra muy de destape, perfecta para no ir más allá de esa corporalidad femenina, por supuesto. Siempre termina siendo femenina, claro. En el caso de American Virgin, Seagle y colaboradores introducen otros elementos en la narración logrando que la obra no sea un simple muestrario.

De cualquier forma, estas dos obras nos han hecho pensar en que las motivaciones biológicas siguen siendo fuertes potentes de interés y pasiones. Posiblemente elementos universales que, aunque en España le dimos el carácter de “destape” por salir un momento social e histórico bastante puritanista, seguramente será universal. Ahora bien, va siendo hora de comenzar a madurar un poco y dejar de entender el erotismo y la sexualidad con la aparición de cuerpos femeninos.

Por Juan R. Coca