Carolina Casado: «La literatura sobre salud mental es muy necesaria y ha estado mal tratada siempre»
Por Mila Parente
Carolina Casado es una joven madrileña que ha publicado hasta el momento tres novelas y varios relatos. También imparte charlas y conferencias sobre salud mental y escritura en diversos medios de comunicación, eventos e institutos porque además de escritora es psicóloga. “No podría ni sabría vivir sin ninguna de mis dos pasiones. Actualmente ejerzo como psicóloga en un gabinete privado y escribo en mis ratos libres. Últimamente me faltan horas en el día, pero me encanta leer todo tipo de literatura, jugar a videojuegos, tocar la guitarra y quejarme mucho”.
- ¿Cuándo sentiste que debías escribir tus propias historias?
Creo que lo he sentido desde siempre, aunque suene muy cliché. Mis padres suelen decir que nací con un libro bajo el brazo. Empecé a leer cuando era muy pequeña y rápidamente me interesé por la figura del escritor. ¿Cómo habían conseguido crear mundos tan maravillosos? ¿De dónde procedía esa magia que te permitía transmitir tantas emociones en una sola frase, conseguir que un personaje ficticio pareciera vivo, se volviera eterno?
Apenas sabía escribir, era muy pequeña cuando despertó mi curiosidad, pero me armé con un bolígrafo y una libreta y empecé a crear mis propios relatos. Al principio eran reinterpretaciones de películas o libros, les cambiaba el final, me inventaba aventuras nuevas, mataba a alguno de los protagonistas. Las ideas propias llegaron con los años, con cada libro nuevo en mi estantería. Leer me alimentaba y de pronto todo eran posibilidades, mundos enteros por descubrir. Y podía hacerlos míos. Me emocionaba tanto aquella sensación que era incapaz de terminar una historia. Me guiaba por ideas, era casi instintivo, escribía lo que me pedía el cuerpo.
Este sentimiento no me ha abandonado, aunque ahora puedo esculpirlo, elegir lo que quiero hacer con él. Mi escritura es más disciplinada. Planificar las novelas me ayuda a conseguir la estructura más favorable para cada historia, conectar idea con idea. Ladrillo a ladrillo. He descubierto que no existe la magia, solo constancia y ese “algo” que te impulsa a crear y que nunca se va.
- ¿Cómo es tu estilo y de dónde surgen las ideas?
Nace la historia y rápidamente llama a los personajes. Cuando se me ocurre una idea para una novela, la mastico durante días y días enteros hasta tener toda la trama. Apunto cosas sueltas en libretas, a cada rato: frases, metáforas, esbozos de los personajes, diálogos, etc. Estudiar psicología me ha ayudado a perfilar la personalidad de mis personajes y dotarles de un mayor realismo.
En cuanto a mi estilo, me cuesta mucho hacer esa valoración, pero me gusta darle una importancia especial a las emociones y cuidar mucho las descripciones. Intento darles voz a sentimientos y clarificar los valores de cada personaje para poder comprenderlos con todas sus luces y sombras. Utilizo metáforas muy variadas y, dependiendo de la historia, la primera o la tercera persona. Mis lectores definen mi forma de escribir como emotiva, sencilla y detallada.
- Tu primera novela publicada fue La venganza del piromante (2018), una historia de fantasía juvenil. ¿Qué supuso para ti?
Aprendí mucho con esa historia, la recuerdo con muchísimo cariño. Fue la primera novela que me atreví a mandar a editoriales. Me daba mucho miedo lo que pudieran opinar de mí como escritora. En esa época confiaba muy poco en lo que hacía porque me sentía bastante inexperta, y lo era. Cuando llegó el sí editorial, ¡no me lo podía creer! Viví esa experiencia con mucha alegría e ingenuidad ya que no sabía cómo funcionaba el mundo editorial y cedí en algunas cosas en las que actualmente no cedería, pero de todo se aprende.
Me propuse aportar mi granito de arena para romper el estigma que rodea a la salud mental. Mostrando cuáles son las funciones de un psicólogo y lo que sucede verdaderamente dentro de las sesiones, alejándome de la idea preconcebida y romantizada de que los trastornos mentales no se curan.
- ¿Hasta qué punto ha influido tu faceta de psicóloga en tu segundo libro Un acorde menor (2019) donde hablas de la salud mental?
Un acorde menor nace de la depresión que atravesé cuando era adolescente durante varios años. Me aislé de todos y, sobre todo, me aislé de mí. No veía una salida a toda esa tristeza que me ahogaba, perdí la ilusión por las cosas, poco a poco me fui abandonando. Gracias a la ayuda de profesionales y a mi entorno conseguí salir.
Mi libro favorito, Frío, que descubrí durante esa época, se convirtió en mi refugio. Me hizo darme cuenta de lo necesaria que es la literatura sobre salud mental y lo mal tratada que ha estado desde siempre. Escribir una historia realista que me permitiera cerrar esa parte de mi pasado y que, además, sirviera para poder ayudar a otras personas que estuvieran pasando por lo mismo, se convirtió en mi principal motivación para escribir Un acorde menor. Becca, la protagonista, tiene depresión y durante su estancia en un psiquiátrico muestra lo que es vivir día a día con este trastorno y cómo afecta tu vida a nivel social, familiar y personal.
Considero que este tipo de historias son muy necesarias porque ayudan a detectar posibles síntomas, además de mostrar cómo es un proceso terapéutico y los cambios que se producen en una persona a medida que avanza con el tratamiento. Además, con esta novela me propuse aportar mi granito de arena para romper el estigma que rodea a la salud mental. Mostrando cuáles son las funciones de un psicólogo y lo que sucede verdaderamente dentro de las sesiones, alejándome de la idea preconcebida y romantizada de que los trastornos mentales no se curan y fomentando la no categorización de los mismos. Para mí, lo más importante era enseñar que la depresión no te define, que tú sigues siendo tú aunque tengas un problema de salud mental, que se puede salir de ese pozo.
- En Ayer, nosotros, hoy (2020) narras la vida de dos adolescentes conflictivos que se unen por casualidad. ¿Qué quieres transmitir con esta obra?
La salud mental también tiene una fuerte carga en esta novela. Como dice la frase que aparece en la cubierta: ‘El amor es solo una historia más’. Ayer, nosotros, hoy busca darle una vuelta a los estereotipos en la literatura romántica y ofrecer una visión del amor más sana. Los personajes tienen conflictos, pero los celos no son el motor de los mismos. Cada uno atraviesa una historia personal complicada y tienen que encontrar el equilibrio entre lo que sienten y lo que sería mejor para su futuro.
Es una historia de sueños y segundas oportunidades. Además, quería mostrar distintos modelos de familia y lo necesario que es tener una buena gestión emocional para afrontar los cambios que nos esperan en todas nuestras etapas vitales. Los protagonistas están a punto de terminar el instituto, la incertidumbre de lo que vendrá es un peso invisible entre ellos. ¿Quién no se ha sentido así alguna vez?
- Con la pandemia han aumentado los casos de enfermedades mentales y está comprobado que la música tiene beneficios para la salud. Como desde tu página web acompañas tus escritos con algunas playlists, ¿qué canciones propondrías para poder mitigar los problemas psíquicos que todavía sufren algunas personas?
La verdad es que yo escucho música muy, muy variada. Para mí cada canción tiene su momento, aunque es importante recurrir a canciones que sintamos muy nuestras cuando tenemos un bajo estado de ánimo porque pueden ayudarnos a ver las cosas de otra manera.
Durante la pandemia escuchaba muchísimo Lisztomania de Phoenix y The Suburbs de Arcade Fire. ¡Esas son mis recomendaciones!
- Por último, háblanos de tus próximos proyectos.
Hace poco terminé de escribir el #ProyectoDay, una historia contemporánea ambientada en Madrid que sigue la vida de cuatro adolescentes y su manera, no siempre acertada, de afrontar los problemas que les van surgiendo en el camino a lo largo del tiempo. Actualmente estoy revisándola. Soy muy perfeccionista y esta historia significa mucho para mí, ya que escribí la mayor parte durante la pandemia y fue mi pequeña ventana al mundo.
Junto a la escritora, y buena amiga, Sonia Lerones estamos escribiendo el #ProyectoDestrucción, una novela que mezcla terror, fantasía y contemporánea sobre un pequeño pueblo ficticio que ve la vida de sus habitantes trastocada para siempre cuando un meteorito, y algo más, cae en uno de sus bosques. Y, por último, tengo dos historias, una de terror y otra de fantasía, que he empezado a planificar, ya que me gustaría comenzar su escritura este año.