Se publica una antología de aforistas andaluces actuales

Andalucía constituye en la actualidad (y con permiso del País Vasco), una auténtica mina aforística pródiga en talentos y propuestas en torno al género más breve. Ello explica la publicación de Tierra de aforistas. Andalucía y el género más breve, una antología donde se reúnen aforismos de los principales autores: desde los más veteranos (Emilio López Medina) hasta los más jóvenes (Jesús Montiel), pasando por Antonio Rivero Taravillo, Carmen Canet o Enrique Baltanás. Compartimos una pequeña muestra de este libro.

Abstenerse es obedecer al ralentí. (Emilio López Medina)

Ninguna vida, en su insoportable levedad, resiste el peso de toda la verdad. (Miguel Cobo Rosa)

Para la eternidad, todo es presente. (Javier Salvago)

Soy tan estúpido que moriré sin una creencia, sin un consuelo. (Álvaro Salvador)

Kant tenía una filosofía de solterón: para él, efectivamente, la cosa en sí era impenetrable. (Enrique Baltanás)

Los aforistas son como los mineros, extraen los metales nobles de la vida. (Carmen Canet)

Solo en el abismo encontramos la sensación de salir de la jaula. (Florencio Luque)

El viento se llevará las palabras, pero no las destruye. (Miguel Ángel Arcas)

La novela, por más larga que sea, es limitada. El poema, hasta el más breve, es infinito. (Antonio Rivero Taravillo)

La verdad es cárcel cuando es refugio. (José Mateos)

Una buena manta abriga siempre más que una bandera. (José Manuel Benítez Ariza)

Nadie se acuerda de alguien cuando deja de ser algo. (Javier Sánchez Menéndez)

Todo está dicho, pero se nos ha olvidado. (Jesús Cotta)

La sinceridad sin inteligencia miente. (Enrique García-Máiquez)

El amor, en su forma última, es dejarse morir al lado. (Juan Varo Zafra)

La vida es un accidente a cámara lenta. (Javier Puche)

Para ciertas cosas, no está mal que Dios exista. (Carmen Camacho)

Todo corredor quisiera esquivar la meta. (Erika Martínez)

Jugar es disciplinarse con alegría. (Francisco Ferrero)

Todo lo vulnerable acaba cubriéndose de aristas. (Victoria León)

El asombro adelanta a la prisa. (Jesús Montiel)

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