«Hoy puede ser mi gran noche»… y la de todos, dejándonos llevar por Noemi Rodríguez
Por Horacio Otheguy Riviera
Una autoficción que parte de un pueblo gallego para atravesar la España melódica de los 90, con su artificial explosión de éxitos olímpicos en Barcelona y Sevilla… los cantantes que “bailaban apretados” y las niñas que no sabían si ser cajeras de supermercado o no ser nada… pero debían correr la aventura que quería los padres: la de ser alguien, pero no alguien-alguien, sino ALGUIEN.
De la farsa triste de los pequeños detalles tras el monstruo de Ellos Quieren pero Yo No Puedo a la parodia bullanguera de casi todo, una actriz clown con cuerpo de goma, a la que poco le falta para crear acrobacias corporales pero se queda con entusiasmo en fabulosas acrobacias verbales. Eso sí, lo hace todo como en pista circense, orgullosa de sus deportivas rojas como calzado de posmodernas payasas.
En el trayecto juega de tal manera con los malabares emocionales de los espectadores que nuestras caras deben ser, ante sus ojos, un escaparate de sonrisas, carcajadas, ojos lacrimosos, ojos grandes, boca abierta… Pues nos lleva y nos trae a su antojo para rondar la suma de frustraciones que padecemos sin saber que también podemos disfrutarlas con el gracejo y el toque de humor negro, blanco y rosa con que ella acompaña cada situación, lo mismo para ir de gamberradas que obstinarse en llegar al corazón del público más frío cuando se trata de curvas peligrosas, túneles oscuros, finiquitos brutales como en serie negra… pero que en manos de Noemi Rodríguez (así, sin tilde en ninguna parte) solo se existe para ir hacia el final y confirmar que sí, que sin duda, y sin necesidad de recurrir a Raphael, «Esta puede ser mi gran noche» y la de todos y todas agasajando a una actriz y a la otra, al piano y acompañándola en algunas escenas en el centro de la pista, Darlene Rodríguez.
Siguiendo las pautas de un monólogo muy libre y por tanto muy improvisado, en realidad, tras el desparpajo y la fascinante elasticidad de la actriz y sensibilidad de su acompañante hay un precioso trabajo de dirección por parte de Andrea Jiménez, muy fiel a los profundos parámetros del arte de la comedia: Haz parecer sencillo lo difícil y llegarás al corazón de la gente. Y vaya si se ha logrado.
Hermanas entrañables que, de júbilo en júbilo entre no pocos lagrimones, realizan un tributo al teatro en su dimensión más cercana e íntima, ingeniosa, divertida y altamente profunda por describir con precisión poética y nobles recursos escénicos, el dolor de recibir constantemente imágenes triunfalistas en una sociedad que construye sus torres millonarias a espaldas de la inmensa mayoría.
Un espectáculo donde Teatro En Vilo vuelve a desplegar los valores largamente aplaudidos: irreverencia, ternura y humor para acercarnos a la batalla de una mujer que se pelea entre lo extraordinario y lo ordinario, la hazaña y la derrota, el deber ser y la felicidad verdadera.
La compañía persigue un constante diálogo con su entorno social, político y personal, lo que le obliga a renovar constantemente su lenguaje escénico. Combinando lo improvisado y lo coreográfico, lo grotesco y lo autobiográfico, el humor absurdo y la comedia gestual, la ternura y la irreverencia. Teatro En Vilo se ha lanzado a la apasionante aventura de intentar desentrañar el tiempo en que vivimos. La compañía también ha recibido numerosos premios entre ellos el Premio Ojo Crítico de Teatro 2019, «Premio del Jurado» y el «Premio del Público» en el Festival Presente – Futuro en Palermo, “Mejor Compañía Emergente” en el Mimetic Festival o las candidaturas a Mejor Autoría Revelación en los XIX y XXII Premios Max por Interrupted y Generación Why, respectivamente.
Texto: Noemi Rodríguez
Dirección: Andrea Jiménez
Intérpretes: Noemi Rodríguez y Darlene Rodríguez
Escenografía: Monica Boromello
Iluminación: Miguel Ruz Velasco
Vestuario: Paola de Diego, Sigrid Blanco y Candela Iváñez
Coreografía: Amaya Galeote
Música: Lise Belperron
Ayudante de dirección: Macarena Sanz
Ayudante de escenografía: Jimena Eichelbaum
Vídeo: Ro Gotelé
Fotografía: Danilo Moroni & JC Toledo
Asesoría Dramatúrgica: Eva Redondo
Producción: Teatro En Vilo
Prensa: María Díaz
Distribución: Proversus/Isis Abellán