Chispeante musical hispano-italiano con Lope de Vega y sus «Castelvines y Monteses»

Por Horacio Otheguy Riveira

El subtítulo ideal para esta innovación en el clásico sería el de un aviso para navegantes: ¡Venid en busca de perlas! Y tras esa llamada, todos relajados en su butaca para afrontar un primer acto desconcertante, que avanza a trompicones desde un italiano bellísimo (con buenos sobretítulos) que luego encaja a la perfección con un precioso castellano. De este modo se presenta la historia de los amantes de Verona en la que se basó Lope de Vega. Así, frente a la tragedia de Romeo y Julieta de su coetáneo Shakespeare, el genio madrileño plasmó con su peculiar sabiduría escénica una comedia que festeja el amor como la más bellas de todas las artes.

Sergio Peris-Mencheta adora esta obra desde hace mucho tiempo y se metió, como suele, en camisa de once varas para hacer una gran fiesta con un reparto de gente que actúa-canta-baila y se rinde al juego variopinto de lo histriónico y lo romántico entre profesionales de mucho vuelo en todos los territorios por los que se mueve —como en terreno minado— con artistas que también interpretan instrumentos musicales…

¡Busquen las perlas! Porque aunque el primer acto carcome expectativas, termina en gloria excelsa con sus protagonistas Paula Iwasaki y Andreas Muñoz en un dúo de amor fabuloso. A partir de allí los dos actos siguientes conforman una sucesión de aciertos musicales y coreográficos. Peris-Mencheta —adaptador y director— entre amigos para confabularse con los 13 vibrantes del elenco y conseguir que disfrutemos con temas muy populares del cancionero italiano, irrumpiendo en los versos de Lope bajo la asesoría de Pepa Pedroche, mientras Danilo Tarantino e Ignacio Rengel se ocupan de la asesoría de la lingua di Dante.

Un show bilingüe en el que Lope de Vega se pierde, e incluso la trama de su pieza se desenvuelve con exceso de barullo, en medio de una escenografía que no ayuda a despejar el panorama narrativo… pero las perlas que se encuentran en las dos horas quince minutos son muchas y muy valiosas, más que suficientes para aplaudirles con entusiasmo cuando todo acaba.

Tres actos con dos intermezzos sin descanso en los que suceden situaciones divertidas, como la que protagoniza Aitor Beltrán en el papel de un Fraile que logra conmovernos nada menos que con un maravilloso soneto de Lope, al margen de sus Castelvines y Monteses:

Desmayarse, atreverse, estar furioso,
áspero, tierno, liberal, esquivo,
alentado, mortal, difunto, vivo,
leal, traidor, cobarde y animoso;

no hallar fuera del bien centro y reposo,
mostrarse alegre, triste, humilde, altivo,
enojado, valiente, fugitivo,
satisfecho, ofendido, receloso;

huir el rostro al claro desengaño,
beber veneno por licor süave,
olvidar el provecho, amar el daño;

creer que un cielo en un infierno cabe,
dar la vida y el alma a un desengaño;
esto es amor, quien lo probó lo sabe.

De perla en perla, el quizás desprolijo monumento por donde escapan los abundantes hallazgos del autor, se acaba convirtiendo en un musical sorprendente con el brío y el talento de un brillante equipo capaz de hacer propio un lenguaje ajeno, de cantar estupendamente temas casi siempre de otro tiempo, de generaciones lejanas, como el célebre Volare de Domenico Modugno, entre muchas otras, y de pronto recalar en la envolvente voz de Paula Iwasaki para asumir una canción que resume la esperanza y la desdicha en una encrucijada. Magnífico colofón de un trabajo exquisito para la comedia, el romance y el musical en una actriz que ya lleva años convocando ricos personajes en el teatro público y privado, pero que surgió con fuerza en este mismo escenario con su memorable Villana de Getafe, también de Lope de Vega.

Magnífico final de primer acto con un dúo lírico de balcón a balcón y la orquesta debajo. Magia y esplendor previendo dos actos en formidable crescendo.
Paula Iwasaki y Andreas Muñoz, Julia y Roselo, los valientes amantes que triunfan sobre la violencia y la muerte.
El odio legendario de las familia de Verona que impide un gran amor se convierte en un patético desafío que acaba entre risas y canciones. Con un reparto fantástico que se mueve con donaire en todos los géneros que se les ponen en el camino: la comedia ligera, la farsa, diversos bailes, el canto lírico y melódico…

En definitiva, muy recomendable para los amantes del musical, con un aplauso indudable para el fabuloso elenco: Aitor Beltrán, Xoel Fernández, Paula Iwasaki, Óscar Martínez Gil, Andreas Muñoz, Xabi Murua, Natxo Núñez, María Pascual, Gonzalo Ramos, Ignacio Rengel, Julia Roch, Cintia Rosado, Almudena Salort. 

TEATRO DE LA COMEDIA. COMPAÑÍA NACIONAL DE TEATRO CLÁSICO. HASTA EL 13 DE JUNIO 2021.

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One thought on “Chispeante musical hispano-italiano con Lope de Vega y sus «Castelvines y Monteses»

  • el 11 febrero, 2023 a las 8:02 pm
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    Lecturas antigüedades.
    En verso, prefiero a Lope de vega.
    Escritor de renombre.
    Y, su primera ópera prima fue, las poesías de Los Grandes Escritores. “La arcadia” , “Fuentevejuna”, “los pastores de BELEn” , y “los perros de el hortelano “. Fin. Etc,
    etc, etc… FIN.

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