Nevenka
Por Paula María Hernández Aguiar.
Nevenka (2021), el documental dirigido por Maribel Sánchez-Maroto, trata el primer caso de acoso sexual por parte de un político en España. Nevenka Fernandez fue la pionera del movimiento #metoo sin ni siquiera saberlo. Una chica de 26 años, que acababa de entrar en política, era la concejala de Hacienda del Partido Popular en la ciudad de Ponferrada, y fue acosada por su jefe, el alcalde Ismael Álvarez, quien tenía cincuenta años. Este hombre era uno de los personajes más importantes de la ciudad. Ella se atrevió a denunciar, en una época donde el machismo estaba tan normalizado, que toda la ciudad le dio la espalda para apoyar al verdugo.
La productora Newtral junto a Marisa Lafuente en el guion, por primera vez en la historia dio la voz y el medio a Nevenka para que ella misma contara su propia historia después de veinte años en silencio. Distribuido por Netflix, en tres capítulos, resume lo que sufrió la mujer, y cómo su vida cambió radicalmente. El caso parece que ha conmovido más a la sociedad en 2021 que en 2002, cuando la sentencia por parte del Tribunal Superior de Castilla y León condenó al alcalde. El documental enseña todas las manifestaciones que se dieron sobre esos años a favor de Álvarez, diciendo que Nevenka era una mentirosa o “que se lo habría buscado”. Un fiel reflejo de la sociedad machista que gobernaba en Ponferrada, y en el resto de España.
A pesar de las amenazas, chantajes, saber que su vida iba a cambiar y que iba a costar que le creyeran, la joven decidió denunciar: “o denunciaba o me moría”. A través de mucho material de archivo, la propia Nevenka revisa toda su vida y cuenta todo lo que le pasó. Entre lágrimas cuenta el acoso sexual y laboral que sufrió. Todavía le cuesta hablar del tema y hay partes donde es incapaz de continuar por el daño que le hacen los recuerdos. Explica cómo en un principio ella e Ismael sí tuvieron una especie de relación, después de que él le insistiera mucho. Pero ella nunca se sintió cómoda, él se enfadaba constantemente y le hacía chantaje emocional diciendo que si le dejaba, se suicidaría. Una violencia sexual y psicológica en toda regla durante dos años, ella se culpaba a sí misma y no entendía lo que estaba pasando, pero sabía que estaba mal y que tenía que salir de ese ciclo. Él empezó a mentir, tanto a ella como al resto del partido, para desprestigiarla y que todo el mundo pensara que estaba loca. Palabras temblorosas cuentan cómo sus compañeros la juzgaban alegando que tendría que haber denunciado antes y justificando las actitudes del hombre porque ella se lo buscaba. La víctima se convirtió en la culpable.
Nadie la creyó. Paradójicamente la única que la apoyó, y se le hace especial mención en el documental, fue Charo Velasco, la rival de la oposición, quien la escuchó y la ayudó. Al mismo tiempo, Ismael envió cartas a todos los vecinos “defendiéndose” y explicando que todo era un engaño, y que él era la verdadera víctima. En 2002, la sentencia salió, Nevenka había sido acosada por el alcalde. El Tribunal impuso una indemnización de unos 12.000 euros a la víctima. A pesar de la sentencia, se siguieron haciendo manifestaciones a favor de Ismael. La sociedad no aceptaba que su amado alcalde fuera capaz de cometer ese delito, salían a defender al verdugo y juzgar a la víctima. Él nunca abandonó la ciudad, dimitió, pero su casa siempre fue Ponferrada.
Las redes sociales han estallado a favor de Nevenka en las últimas semanas. Álvarez insiste en que es inocente y que no tiene nada de qué disculparse, continúa difamándola diciendo que ella participa en el reportaje porque le hace falta el dinero. La directora no se cansa de repetir que Nevenka no ha obtenido ninguna recompensa monetaria, que es solo una estrategia del exalcalde para seguir ensuciando su nombre. La población ponferradina sigue recordando ese horripilante caso y agradecen que el documental haya salido a la luz para que nunca quede en el olvido y no se vuelva a repetir. La directora también recalca que una de las intenciones de este documental es luchar contra la “cultura del silencio” y que las mujeres denuncien en caso de encontrarse en una situación parecida. Todas hemos sido o podemos ser Nevenka.
El largometraje de manera excepcional enseña el caso que cambió y dividió a la sociedad española, que aunque lo rigió el machismo, fue la base para cambiar la mentalidad frente a los abusos normalizados, fue el primer paso para dejar atrás el tabú. Nevenka inició el movimiento del “no es no” y quiere aclarar lo que pasó para ayudar y dar fuerza a las mujeres a no permitir esas actitudes. Un mensaje de superación personal emotivo, ella tuvo que huir del país, España “tiene una deuda pendiente con Nevenka”, pero su familia y su marido han conseguido que, a pesar de lo que vivió, pudiera tener una vida tranquila y feliz.
En los últimos años la oleada feminista está creciendo más que nunca, y no va a parar. Un documental que visibiliza el acoso que sufren las mujeres de todas las edades y da fuerza para que ante casos como este, siempre se denuncie. Tras mucho trabajo y un cambio de mentalidad y cultura, ahora la sociedad apoya, cuida y defiende a las víctimas, y aunque queda mucho por hacer, es un cambio y un camino positivo para la población española.
Muy bien redactado el artículo, sigue así
Muy bueno el artículo