Jia Pingwa: «Los escritores chinos tiene interés en ser traducidos al español»
MARTÍN SIBILA.
Verter al castellano la novela ‘Ciudad difunta’ del escritor chino Jia Pingwa es un trabajo colosal, cuyo resultado es un tomo de algo más de mil páginas, varias de ellas ocupadas por las notas que el traductor Blas Piñero se dedicó a escribir para que el lector navegue con más facilidad por ese fresco social que cuenta las desventuras amorosas del escritor Zhuang Zhidie, un hombre mayor en crisis creativa y vital.
A la novela la rodea una tensión sexual constante, que si bien nunca es explícita, sí es lo suficientemente nutrida como para dejar volar la imaginación entre los muslos desnudos de las amantes del señor Zhuang. En alguna entrevista el autor de la novela advierte que su texto no debería ser leído por un adolscente o con una perspectiva adolescente, tal vez porque ‘Ciudad difunta’ (Fei Du, en chino) no va de sexo, es una reflexión exhaustiva sobre la soledad, la creación artística, la relación de los artistas con la sociedad china que a tientas conoce el proceso de apertura del país al mundo occidental y la forma como, quizá de manera injusta, esa misma sociedad condena la sexualidad.
Blas Piñero, que también es traductor de Mo Yan y otros poetas y narradores chinos, comparte en esta entrevista sus reflexiones sobre la aventura de traducir la novela más célebre de Jia Pingwa, uno de los novelistas más reputados en China. Este trabajo de Piñero se suma a la intención, suya y de otros traductores y editores, de formar un lector en español de literatura china.
- ¿Cómo surgió el proyecto de traducción?
Siempre me ha interesado Jia Pingwa y Fei Du, es una de las grandes obras de la literatura china en general y es una obra que desde mis tiempos de estudiante me apasiona, desde que estaba estudiando en Francia, lo tomaba, lo dejaba; era un proyecto personal y estando en Pekín contacté a su representante, nos vimos cerca de la Ciudad Prohibida. Tenían muchas ganas de salir en español. Los escritores chinos tienen mucho interés de que sus obras salgan en español, que sus obras salgan en el mercado latinoamericano, tienen idealizados a los autores hispanoamericanos, es una lengua que a ellos les gusta muchísimo más que el inglés y el francés, es una paradoja.
2. ¿Cuánto te llevó ese trabajo?
Quizá como diez años, pero desde que me puse en serio a trabajar con él fueron poco más de tres años. Ya tenía esbozos, investigaciones, es un texto que requiere mucha labor detrás, labor sobre la lengua, no es un texto fácil de llegar.
3. ¿Cómo resolviste la traducción de ciertos localismos de Xi’an, la ciudad donde transcurre la historia?
En ese sentido Jia tiene obras más difíciles, pero no Fei Du, que se escribió en los años noventa. Más que los localismos, es un fresco social, en ella hay muchos registros, muchas voces, desde una criadilla que llega del campo a la ciudad hasta un intelectual, el político, el funcionario, la mujer que trabaja en el mercado, ¿cómo llevar al español todas esas voces y registros?, ese fue uno de los grandes desafíos, es una novela compleja de mil páginas en su versión española, Jia usa el lenguaje más exquisito, poético junto con el lenguaje coloquial.
4. En tu oficio de traductor, ¿te inspiras en algún escritor hispanohablante para traducir?
Me apasiona la literatura en español del siglo XX, tenemos una riqueza con los autores hispanoamericanos y también los españoles. Con el título de ‘Ciudad Difunta’ nos rompíamos la cabeza, ¿cómo traducir Fei Du al español? Fei es abandonado en un contexto determinado de la época Tang, pero no lo es en la época contemporánea. A mí me había gustado mucho ‘La Habana para un infante difunto’, de Guillermo Cabrera Infante, que es una historia de La Habana con encuentros eróticos y seguro que al público hispano le puede atraer ese nombre.
5. ¿Cómo describirías a Jia Pingwa?
Es un autor importantísimo, su obra es impresionante, tiene muchas referencias culturales, es uno de esos autores de la tierra, que escriben una obra que está muy enraizada en el contexto cultural, social. La lengua que usa es un festín para un traductor, aprendes un montón, hay pocos escritores en la China contemporánea que tengan un uso de la lengua china como lo tiene Jia Pingwa. Es un estilista.
6. ¿Te gustaría traducir otra novela de ese autor?
A mí me encantaría. Me gustaría traducir Qin Qiang (Ópera), es un fresco también, es bastante larga, pero creo que debería aparecer en español tarde o temprano.
7. ¿Qué fue lo más desafiante a la hora de escribir las 118 notas al pie que acompañan la novela?
Como traductor de literatura china me siento casi obligado a dar esas notas. Hay tal cantidad de referencias, el lenguaje indirecto que tiene el chino, toda la historia de la novela de (las dinastías) Tang y Ming es un constante juego literario, es un constante hablar de unas obras. Me siento obligado a abrir esas puertas, esas referencias. Para un lector chino alfabetizado es fácil conocer esas referencias, pero para un lector de Madrid o de Lima es muy difícil, creo que pierdes muchísimo.
El siglo XX es el gran siglo de la novela china. La novela siempre ha sido un género mal visto en la tradición china comparada con otros géneros más nobles como la filosofía, los textos políticos, la poesía, la novela es marginal. El siglo XX fue la revolución, cuando se estableció la lengua común, la que habla todo el mundo. La novela, y es una paradoja, continuó siendo extraordinariamente literaria en el sentido que hacía referencia a otras novelas. Si no hacías referencias a otras novelas no era válido el texto literario. El gusto de la novela china está en eso, a los chinos les encanta esas referencias, juegos de palabras.
8. ¿Crees que la novela china, al menos la que escribe la generación de Jia, es excesivamente realista?
La gran lucha de los escritores chinos, desde los años 1980, es constatar que el realismo es imposible en ese país. La gran lucha desde Mo Yan y Jia Pingwa (entre otros) es la prueba de que el realismo, por la misma tradición china, es imposible. Luego descubren el Realismo Mágico con García Márquez, ‘Cien años de soledad’ es para ellos un clásico de la literatura contemporánea y está en todas las librerías chinas, todos los autores chinos se refieren a García Márquez. He leído ‘Cien años de soledad’ en chino, en varias traducciones, y suena a la tradición fantástica china. Ello les llevó a descubrir su propia literatura y a romper con los moldes maoístas.