Carocho

Por Àngels S. Amorós

Desirée Acevedo (texto) y Enrique Quevedo (ilustraciones). Carocho. Málaga: Editorial Abresueños, 2020. pp. A partir de los 5 años. Recomendado por los Premios de la Fundación Cuatrogatos de Miami de 2021.

Todo lo que encontraba,

todo lo que le gustaba,

todo lo que le regalaban…

Todo lo que llamaba su atención

acababa siendo parte de aquella bola.

Carocho es un simpático escarabajo tan sensible y adorable que se siente fascinado por todo lo que le rodea. Los sentimientos que experimenta son tan profundos que por nada del mundo desearía olvidar esos momentos y por eso no duda en guardarse una parte de lo que le gusta . Desde una bonita flor que anuncia la primavera hasta un detalle que le da un amigo con el que disfruta toda una tarde. Todo, hasta lo que únicamente se puede describir con palabras, él lo canaliza hacia un objeto que desea tener cerca para recrear el momento vivido o la sensación que ha sentido. Un día, una amable araña le regala su telaraña y desde ese momento a Carocho le cambia la vida. Ahora puede desplazarse a cualquier parte con todos sus tesoros. Sin embargo, muy pronto descubre que la bola va creciendo cada vez más y más porque pocas cosas hay que no despierten su interés. Cuanto más bello es un paraje o cuanta más hermosa es la interacción con otro más crece su bola y eso tiene consecuencias a corto plazo. Poco a poco, Carocho es consciente del gran peso de su bola, pero se niega a separarse de ella y piensa que el gran valor de lo que guarda lo compensa todo. Hasta que un día se ve obligado a tomar una dura decisión que le da una nueva visión de las cosas, aunque tal vez aprender la lección le cueste un poquito más de tiempo.

Nos encontramos ante un álbum ilustrado de obligada lectura para todos aquellos lectores que disfrutan de sumergirse entre bellas imágenes ya que el libro ofrece diferentes perspectivas de las imágenes para que nos acerquemos al mundo de Carocho con mayor facilidad. Más fácil también es entender su pasión por atesorar cosas porque la vida está llena de cosas bonitas, pero nada comparable con las sensaciones y las percepciones que tanto el cerebro como el corazón guardan y que nos permiten revivirlas de nuevo. Desirée Acevedo ha hecho un trabajo magnífico porque el texto nos produce cierta inquietud al vernos reflejados en el protagonista. Todos sabemos que los escarabajos peloteros suelen arrastrar una gran bola y este gesto lo podemos trasladar de forma metafórica a la actitud de apego que muchas personas sienten hacia objetos, otras personas y situaciones que aunque no les satisface les hace pensar que tienen el control.

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