Alegría y energía
FCO. JAVIER CLAVERO CHAMPSAUR.
“Si yo soy lo que tengo y lo que tengo lo pierdo ¿Quién soy yo entonces?”, Erich Fromm.
Sabemos porque nos lo han dicho y lo experimentamos con cada paso dado, que si no hay foco y enfoque es prácticamente imposible alcanzar los objetivos que tenemos, por muy definidos, claros y escritos que estén.
Tener el punto de mira en lo que quieres, ir a por ello y por supuesto no bajar la guardia es de crucial importancia, es más, es decisivo y determinante. Pero claro, si tan solo metemos el foco y el enfoque en nuestra ecuación, el camino puede convertirse en duro, muy duro apareciendo probablemente la ansiedad, el agobio, el miedo, el hastío, el cansancio… de forma que todo ello consuma toda nuestra energía hasta dejarnos al borde del precipicio abandonando nuestros propósitos, provocándonos un vacío que nos haga unos maravillosos candidatos, para que la depresión nos conquiste y nos haga suyos. Y esto no es lo que queremos, verdad. No es precisamente una experiencia digna de ser vivida —o sí, tal vez esto lo veamos en otro momento—
Los resultados, eso que decimos de “hacer realidad los sueños”, necesita algún ingrediente más, aparte de los expuestos (foco y enfoque mencionados). Requiere en grandes y auténticas dosis la alegría de vivir, haciendo todo lo que haces con entusiasmo y quizás ni siquiera sea suficiente teniendo que hacer que por tus venas no corra sangre (y aún menos horchata) y sea la pasión la que circula por tu torrente sanguíneo, como un combustible de alto octanaje.
Esta mezcla de alegría, entusiasmo y pasión en las proporciones adecuadas nos generan una energía casi ilimitada, que nos hace el día a día mucho más fácil y llevadero. Recuerda que para conseguir cualquier cosa que queras y te guste está bien repleta de cosas que no acaban de gustarte demasiado o incluso llegan a disgustarte. Cuando esto es así, podemos o no, ser ricos, tener mucho o no… Lo que sí nos sentiremos es abundantes, prósperos y eso hará que nos veamos rodeados de riqueza —y estas pueden ser tangibles o intangibles.
Muéstrate alegre, simpático, sonríele a la vida y la vida te la devolverá multiplicada. Comparto unos secretillos contigo de los que utilizo permanentemente: Sonríe a desconocidos de forma sincera y verás que conectas con la mayoría de ellos de manera automática. Es el mayor de los regalos que uno puede ofrecer y recibir —una sonrisa—. Dicen y te digo que te alegrará el día. Otro secretillo tremendamente importante es la postura corporal. Trabájate el ir erguido, hombros hacia atrás, pecho hacia fuera, estómago plano, andar y pisar por derecho, mirada al frente. Apunte: Claro está, sin llevarlo al esperpento ni la exageración. Más que una postura es una actitud ante la vida. Ah y por supuesto sigue sonriendo, siempre.
Si no te lo acabas de creer. Haz todo lo contrario en tu próxima entrevista de trabajo, cita, con tu pareja, cuando quieras conocer a alguien que te interese… Y luego lo pruebas tal como te lo he contado, poniendo tu propia imaginación y creatividad en el asunto. Ya me cuentas la diferencia. A estas altura de la película ya sabemos y está sobradamente demostrado médica y científicamente que la conducta no solo se puede cambiar sino que esta puede acabar por modificar nuestra genética y llegar a convertirnos en quienes queremos ser, seres extraordinarios… Acercando oportunidades, haciéndonos más fuertes para superar miedos y amenazas, teniendo una personalidad agradable que nos traiga relaciones de esas que solo existen en el cine y la literatura.
No será fácil, tampoco es imposible, sé disciplinado, crea el hábito y la costumbre de ser alegré vivir en un permanente estado de alegría y verás los beneficios que te aporta. Apuntemos para los pesimistas o negativos que nadie dice que uno no deba sentir tristeza, rabia, apatía, preocupación, temor entre otras en determinadas situaciones de su vida, pero tienen que ser la excepción, nunca la regla. ¿Sí, no? Tú que dices…
Muy buena reflexión..llena de sabiduría
Gracias Javier Clavero.