Alba Reche: “Vive salvaje y con brillo de niña en los ojos, aunque mueras en el intento”
Por: Mariano Velasco.
Conversar con Alba Reche es como oírla cantar. Uno podría pasarse horas y horas escuchándola. Su discurso te envuelve. En Culturamas le hemos propuesto preguntas basadas en las letras de sus nuevas canciones, una a una, de su disco «La pequeña semilla». Y han salido cosas como estas: “si no mantenemos cierta irracionalidad en los sentimientos, ¿qué nos queda?”; “confío mucho en la educación emocional”; ”a veces no es peor la muerte que una mala vida”; “no tengo miedo a irme, tengo miedo a que me echen de menos si no estoy”; “vive salvaje y con brillo de niña en los ojos aunque mueras en el intento”; “ahora mismo, todo gira alrededor de mi profesión”. Sus opiniones, como sus canciones, siempre abren puertas, nunca las cierran. Bienvenidos al «universo Reche».
PIDO TREGUA: Una canción que recrea la eterna lucha entre el bien y el mal, entre el cisne blanco y el cisne negro que todos llevamos dentro. En plena pelea, Alba plantea la necesidad de pedir una tregua para poder encontrarse a sí misma.
P: ¿Crees que es necesario vivir en una continua lucha con nosotros mismos o crees, por el contrario, que “tirar demasiado de la cuerda” puede llegar a “destruir un alma buena”?
No sé si es necesario, pero es inevitable. Lo de la lucha con una misma no nace de una necesidad de lucha, sino de una necesidad de la tregua en sí misma. No tengo muy claro qué significa el bien y qué significa el mal, simplemente creo más en los contextos de cada momento en cada persona. Estamos en un mundo donde fustigarse es lo normal, cuando no tendría que ser así. Y hay que dar pie a crear una pausa en ti misma, porque eres tú misma la que te estás bloqueando, porque tienes miedo, incertidumbre, inseguridad… Esa es la parte mala. Pero si no existiera esa parte mala no podrías avanzar, no podríamos evolucionar como personas.
P: ¿Ha llegado para Alba Reche el momento de “pedir una tregua”? Y si lo has hecho, ¿de qué te ha servido?
Sí, vivo en esa constante. Ahora mismo estoy en un buen momento porque he superado muchas cosas. Muchas veces por lo que me fustigaba era por no enfrentarme a este tipo de cosas, porque pensaba que si no les hacía caso dejaban de existir. Y eso no es verdad. Estoy en un momento de agradecerme y de aceptar que he podido llegar a esto y valorarlo, muchas veces pasamos a lo siguiente sin valorar el ejercicio que hemos hecho. Sí que me ha servido de mucho. He crecido y espero seguir creciendo continuamente.
LA CULPA: Una profunda reflexión sobre el amor y las relaciones humanas. Una letra lo suficientemente ambigua como para dejar claro que, en las relaciones de pareja, casi nada está del todo claro.
P: Cuando todo empieza a fallar, ¿quién es más culpable: quien ha querido pero “no ha sabido querer”, o quien no se ha dado cuenta de que le estaban queriendo mal aunque “lo veía venir”?
De lo que habla la culpa es de que la culpa no existe. Lo que hay son responsabilidades afectivas. La canción parte de la autoimposición de culparse una misma, de fustigarte por no haber tomado las decisiones. ¡No, tía!, a lo mejor simplemente no salía porque no tenía que salir. Sí que habla de que desde el principio tú estabas viendo que había algo mal. Pero aun así te has querido tirar a la piscina para probar. Y es que si no tenemos esa irracionalidad en los sentimientos…, ¿qué nos queda? Evidentemente, dejamos a un lado lo que son las relaciones tóxicas, en las que sí de verdad hay un martirio y hay una culpabilidad evidente. Hablo de cuando el daño es más por no saber gestionar y por inmadurez. Huyo un poco de la culpa en la canción de la culpa. Me la impongo como algo religioso, como la oración de por mi culpa, por mi culpa…, eso que nos obligan a sentir. ¡Y no!, ¡no era tu culpa! ¡No existe la culpa!
P: ¿Te has sentido muchas veces mal querida, o has visto muchas relaciones a tu alrededor que hayan terminado en “cristales rotos”, como termina la canción?
Sí, sí, yo creo que ya las había antes y que sigue habiendo, pero que cada vez hay menos. Confío mucho en la educación emocional que hay ahora y en que iremos mejorando. Cada vez se huye más de este tipo de culpabilidades, pero sí que es verdad que a veces es inevitable.
LOS CUERPOS (con Fuel Fandango): La letra más enigmática de este disco. La que abre más interrogantes. Una angustiosa huída en busca de respiración. ¿Pero huída de dónde y hacia dónde? ¿De uno mismo quizás? ¿Dónde queda la verdad?
P: ¿Cuál es “la verdad” que está buscando Alba Reche?
El inicio de “Los Cuerpos” es “Pido tregua”. Tememos a la verdad, pero sabemos que tenemos que encontrarla en otro sitio. No donde estamos. Cuando la canción dice que “los cuerpos tienen miedo a la verdad” habla de uno mismo y de los demás también. Habla de la ansiedad de no saber hacia dónde tengo que ir. Da miedo hacer ese camino porque no sabes qué te vas a encontrar. Pero también hay que disfrutar del camino, del momento y de toda la gente que te rodea, de los otros cuerpos.
P: ¿De ahí la elección de título en plural, por ese sentido de colectividad?
Sí. Por eso también la colaboración con Fuel Fandango, con una segunda voz. El hecho de que otros cuerpos te estén acompañando pero no saber qué van a hacer, hace incierto el camino. Lo guay es que todos vamos en la misma dirección: la verdad, cada uno la suya. Lo que pasa es que hasta que tomas la decisión de emprender el camino tienes las uñas destrozadas, y te das cuenta de que vas descalzo, que te puedes hacer daño… hasta que se te hace callo (risas). ¡Como la vida misma!
QUE BAILEN (con Cami): Un prodigio de canción reivindicativa. Nos remite a los recientes conflictos sociales y políticos ocurridos en Chile. Pero también a mucho más. En definitiva, a la búsqueda de la libertad con mayúsculas. Alba Reche en estado puro.
P: Vemos “sed y hambre”, vemos “muerte en las calles” y aun así, ¿seguimos “prefiriendo callar”?
Cada vez menos. Ahora tenemos más libertad para hablar, pero no es suficiente, no dejamos de lado la comodidad occidental de la buena vida. Confío en que cada vez sale más gente a la calle, porque tenemos menos miedo, pero la gente sigue con sed y hambre y hay muerte en la calles. A veces no es peor la muerte que una mala vida. Una vida digna es muy importante, y no mirar hacia otro lado, porque estés cómodo con la tuya, me parece lo más responsable y lo que más tiene que ver con la libertad y el uso que puedes hacer de ella.
P: ¿A cuánta gente le gritarías: “deja que bailen, que cambien las calles, que puedan mirar”?
Sobre todo a los que oprimen. Es una canción pensada más para los que están haciendo el daño que para los que están intentando liberarse.
ESCÚCHALA (con Çantamarta): Una canción que nos habla de la esperanza en recuperar el amor perdido, aun cuando nuestra llamada nos conteste que “ya no está disponible”. Del miedo que tenemos todos a admitir que “esto se acabó”.
P: Cuando una ve ya “las calles vacías”, ¿hasta cuando hay que seguir pensando que él o ella va a regresar?
Es eso de la esperanza del amor, no hay nada más difícil que explicar qué es el amor en sí. Pero cuando se hace esa llamada de…, oye, por si acaso estás…, hay un punto de esperanza, aunque sepamos que no vamos a ser escuchados. Nunca enviarías un mensaje en una botella que sabes que se va a perder.
P: ¿Cuánto cuesta decir definitivamente “adiós amor”. ¿O crees que en realidad es algo que no acabamos de decir nunca?
Sí. Yo creo que hay veces que sí lo hacemos. Cuando lo tenemos muy claro. Normalmente yo, si corto, corto. Tengo mucha suerte de ser así. Y hay veces que no hace falta que se acaben las cosas, sino que tienes que aprender a vivir con ellas. También es una forma de poner punto y final.
LA DIGNIDAD: pura sinceridad hecha canción. Alba sabe de qué habla y se le nota. Nos cuenta lo que para ella significa esto de la música. Lo importante que es para ella el público y lo agradecida que está a sus fans, que la adoran.
P: ¿Crees que, por lo que has conseguido hasta ahora, tus fans ya pueden decirte “esta muchachica pudo más”, o todavía te queda mucho por delante?
Yo creo que se pueden combinar ambas cosas, porque aunque apenas llevo tres años en la música, ya tenemos un camino andado. Pero aun así creo que esto va a seguir, que lo de “esta muchachica pudo más” es al final de recorrido cuando debe decirse. Y sobre todo, hay que vivirlo con dignidad, que es muy difícil que no te la arrebaten y no te la arrebates tú misma en este mundillo.
P: ¿”Envejecer con dignidad” se resume, para alguien tan joven como tú, en que “te escuchen al cantar”? ¿Qué importancia das ahora mismo en tu vida a tu profesión?
Ahora mismo, va todo alrededor de ella. Porque es un tipo de profesión que no es de mecanismos, es cómo ves tú las cosas, cómo ves tú la vida. Lo eres 24 horas y no puedes desligarte de quién eres. Y cuesta mucho que tu estabilidad emocional dependa de tu trabajo. Pero es que la música, la poesía, la escritura, lo que es el arte, va muy ligado a lo personal. Aun así, ahora mismo en mi balanza todo es positivo.
FLOR ALTA: Un lujazo que se marca Alba. Por su forma de cantarla y por el recurso de utilizar el valenciano. ¡Sí señora! La alegría que le supone la vuelta a casa se nota en el pegadizo ritmo de este temazo, una reivindicación de las raíces, de lo que significan y de lo que es realmente importante, aunque a veces no nos quede más remedio que dejarlo atrás.
P: ¿Cuántas veces has necesitado pedir perdón por irte de “tu tierra”, de tu casa o de los tuyos?
Muchas; porque además soy muy independiente. No tengo miedo a irme, tengo miedo a que me echen de menos si no estoy. Es más el perdón de “lo siento si no he estado lo suficiente contigo” que el irme en sí. Y luego está la alegría de cuando se vuelve, de decir este es mi sitio, en el que realmente puedo ser yo. Tú sabes cuándo estás volviendo a casa, sea una ciudad, la casa de una amiga…, esa sensación de felicidad, de… venga, aquí sí.
P: ¿Cuál consideras que es ahora tu casa?
Para mí, mi casa es Valencia. La ”terreta” es donde yo he empezado a hacer mi vida de “adulta”, donde empecé a vivir sola, a independizarme, a tomar tus propias decisiones. Donde los amigos ya no eran los de toda la vida, sino que ya empiezas a hacerlos tú según tus gustos.
EL DESARME: una preciosa reflexión acerca de cómo nos va modelando el paso del tiempo. Sobre todo cuando hay acontecimientos importantes en nuestra vidas y nos vemos en la necesidad de decir cosas como “Quédate, no quiero que te vayas, te di todas mis armas”.
P: Dinos “quien eres tú ahora, quién fuiste primero y quién querrías ser”.
Ahora mismo intento ser la mejor versión de lo que he sido, aunque tengo muchas cosa todavía por modelar. Estoy muy contenta con lo que estoy siendo y poco a poco voy convirtiéndome en lo que quiero ser. La vida me irá poniendo cosas, pero lo único que sé es que quiero estar en paz con mis decisiones y en paz con lo que me rodea. He pasado por muchos momentos y fases, pero todas me han hecho ser lo que soy ahora.
P: ¿Dónde ha quedado aquella “niña de los ojos tristes” de “Quimera”? ¿Se ha desarmado o sigue ahí, ahora como una “pequeña semilla”?
No le tengo ningún miedo a la vulnerabilidad que se asocia a la niñez, a esa “niña de los ojos tristes”. Tío, vivir salvaje aunque mueras en el intento, vivir salvaje y con ese brillo de niña en los ojos, aunque estén tristes por lo que haya podido pasar. Que se note que eres un niño, pero no como algo malo, sino porque ves la vida de otra forma. No dejarse apagar es muy difícil de conseguir. Cuando te dicen niña -no niña de cría inmadura, de “mañaca” que decimos aquí- sino de niña por cómo ves las cosas, con esa luz y que sigues creyendo en la bondad… Yo… esa niña sigue ahí, la voy a cuidar todo lo que pueda y espero morirme siendo una niña.
Entrevista con Alba Reche en Youtube:
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