La demencia más inquietante y surrealista de Cullen Bunn
Cullen Bunn es un conocido y reputado guionista del mundo del cómic que ha trabajado con numerosas editoriales y ha ganado premios tales como el Ghastly Award y ha sido nominado al Eisner en diversas ocasiones.
Norma editorial ha publicado recientemente la obra Los Dementes (título interesante pero mejorado, a mi juicio, por el impactante The Unsound, en su versión original). La obra es un texto de terror psicológico con influencia surrealistas que cuenta la historia de una joven enfermera que comienza a trabajar en un Psiquiátrico y, a partir de ese instante, comienzan una serie de sucesos aterradores ocultos en esas instalaciones.
La obra fue publicada en 2017 por la editorial BOOM! Studios dividiendo a la crítica entre los que consideraban que era excelente y los que pensabas que era un trabajo correcto. Al fin y al cabo, a lo largo de la propia historia, tal y como indica la propia editorial Norma en su web: “Ashli se verá obligada a huir a través de los laberínticos pasajes subterráneos del manicomio, no solo ya para ayudar a los demás (especialmente a sus compañeras enfermeras)… ¡sino para salvarse a sí misma!”. Por supuesto, esta idea ya la hemos visto en multitud de ocasiones, pero sinceramente creo que la obra va más allá de esta idea convencional.
La obra te atrapa desde el comienzo. Resulta realmente impactante y sorprendente. Ahora bien, trabajar con la perspectiva surrealista es difícil en tiempos tan superficiales como el que nos encontramos. De ahí que a muchos lectores pueda parecerles que la obra comienza a entrar en una especie de sinsentido que no aporta nada a la historia y que, en definitiva, sobra. No obstante, el surrealismo tiene, precisamente, ese carácter. Si volvemos la vista a las obras de Dalí (pintura), de Buñuel (cine), de Huidobro (poesía) puede parecer que sobran elementos en la composición. Pero es necesario tener cuidado con nuestras percepciones.
En este sentido, puede parecer que la historia que escribió David Grayson sobre el Joker en su Batman. Intercambio, no aporta nada. Podemos pensar también que la obra de Alberto Breccia es desmesurada e incluso ostentosa. No es así. Recordemos que la idea en la que se asienta la corriente del surrealismo (y cuya influencia empapa la actualidad) es la pretensión de mostrar el funcionamiento real del pensamiento. De ahí que se procuren evitar interferencia estéticas, morales y racionales. Estas premisas son las que hacen que muchos surrealistas muestren cosas que resulten chocantes, desconcertantes, extrañas e incluso, que parecen que no se atienen a ninguna lógica.
Mi interpretación de la obra va por ese camino. Bunn parte de una narración lógica y entendible para adentrarnos en el mundo de la psique enferma y, siempre, desde una narración asentada en el terror. De ahí que el autor intente confundir jugando con las alucinaciones y la realidad. En esta intencionalidad le ayuda Jack Cole, con un estilo poco tradicional o convencional. Gracias a este juego los autores buscan introducirnos en la demencia. Mientras tanto, la protagonista intenta desesperadamente sobrevivir y escapar a las alucinaciones y a la locura.
De cualquier manera, los artistas de la obra son conscientes del mundo en el que vivimos y no se adentran demasiado en el surrealismo. De ahí que la sensación final de la obra es cercana a la de un cómic entretenido e interesante que abre posibilidades a futuros trabajos. Un trabajo francamente sorprendente que hará las delicias de lectores profundos que busquen ir más allá de los convencionalismos. Al fin y al cabo, téngase en cuenta que la obra se adentra no tanto en la demencia como en lo defectuoso, en lo no está bien ajustado. Posiblemente el título en inglés se ajuste mejor a las intenciones últimas de la obra.
Por Juan R. Coca.