‘El asedio de Macindaw’, la fantasía medieval en la novela juvenil

REDACCIÓN.

Aprendiz de Guardian es una saga escrita por el autor superventas John Flanagan. Compuesta por varias novelas, esta serie ha vendido más de quince millones de ejemplares en todo el mundo. Actualmente, Editorial Hidra publica en español el sexto título de la colección: El asedio de Macindaw. El éxito que acompaña a estas obras es indudable, sin embargo, el origen de esta historia no perseguía la fama, sino conseguir que un solo niño se aficionase a la lectura. El afortunado joven fue Mike, hijo del autor. Cuando este tenía 12 años sentía curiosidad por las leyendas de la Edad Media y le encantaba el tiro con arco. Por eso, su padre decidió escribirle 20 cuentos protagonizados por un joven arquero en la época medieval. Estas narraciones, inspiradas en los Texas Rangers (un grupo especial de agentes), acompañaron a Mike sumergiéndolo en un mundo de aventuras y acción.

Tendría que pasar mucho tiempo hasta que esos cuentos ideados con el fin de fomentar el interés de un niño por la lectura, evolucionasen para convertirse en la saga de fantasía que todos conocemos. En una entrevista con Compulsive Reader, John Flanagan explicó que aproximadamente unos ochos o diez años después de escribir estas historias para Mike, su hija le dijo que estas podrían ser la base de una buena novela y a raíz de esta conversación nació la serie Aprendiz de Guardián.

John Flanagan creó al joven Will (el protagonista de esta saga) basándose en su hijo, e inventó para él un mundo donde la magia no existía. El autor apostó por proporcionar a sus personajes armas como el ingenio o la agilidad (que siempre demuestran ser más útiles que sus arcos y espadas). John Flanagan quería que sus Aprendices de Guardián utilizasen su inteligencia para conseguir alcanzar sus metas. Sus protagonistas pueden parecer magos, debido a sus trucos con el arco o a su gran sigilo. Sin embargo, sus habilidades no son fruto de poderes sino de perseverancia y esfuerzo. En opinión del autor, que las destrezas que poseen los personajes sean inherentes al ser humano, consigue que los niños puedan identificarse mejor con los Guardianes, ya que estos se sirven de aptitudes que ellos también tienen.

Esta colección narra una historia sobre la madurez, el desarrollo personal y la toma gradual de responsabilidades, lo que permite a los lectores crecer junto a los protagonistas. En El asedio de Macindaw, Will y su amigo Horace ya tienen 20 años y no son los jóvenes aprendices que comenzaron sus aventuras en Las ruinas de Gorlan (el libro que inició esta saga). Ahora han pasado de ser alumnos para convertirse en mentores, aunque eso no quiere decir que hayan dejado de adquirir nuevos conocimientos…

En conclusión, esta es una novela de ritmo ágil, compuesta por personajes con los que los niños podrán empatizar y que trata valores como la importancia de la amistad, la compasión y la lealtad. Todo ello envuelto en una trama repleta de aventuras, acción, humor y, un ligero toque de romance que mantendrá a sus lectores absortos.

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