Nocterra tiene un impacto brutal en USA y arrasa en ventas
La nueva colección de Scott Snyder y Tony S. Daniel publicada por Image Comics parece encaminada a convertirse en todo un fenómeno social.
El guionista Scott Snyder conocido por plantear unas historias de Batman con reminiscencias de Gran Morrison y apoyado por un destacado nivel de ventas, se adentró hace poco tiempo en un proyecto de carácter independiente: Nocterra. En este proyecta se ha unido a Tony S. Daniel otro buen conocedor de la obra de Batman.
Ambos autores saben impactar al público y llamar su atención. Tanto que el impacto del primer número de la nueva colección Nocterra se agotó antes de llegar a la calle. De ahí que el segundo número de esta serie que todavía no ha visto la luz en el mercado estadounidense, podría también agotarse.
Esta historia, que todavía no puede ser disfrutada en castellano, plantea una narración de carácter distópico en la que el mundo se ve sumergido en una profunda oscuridad. Un fenómeno extraño y misterioso que termina convirtiendo a las personas en monstruos. Para evitar que esto suceda, las personas utilizan una luz artificial que evita esa transformación.
En este complicado mundo Valentina Riggs “Val” es una conductora de un camión que transporta pasajeros a través de carreteras repletas de peligros y sin iluminación. Lo que hace que estas vías de comunicación estén repletas de monstruos. La protagonista se ocupará entonces de luchas denodadamente para lograr su objetivo a través de ese mundo post-apocalíptico.
Estamos, por lo tanto, ante un cómic con reminiscencias a The Walking Dead, con ideas también presentes en Noches Oscuras: Metal, pero planteadas desde una perspectiva innovadora y en la que la mortalidad convencional ya no existe. Además, la narración de esta obra es mucho más íntima y personal.
El trabajo de Daniel, precisamente, le aporta una nitidez que contrasta con la historia oscura. De ahí que se conforme una obra clara y centrada en la acción. No tanto en el terror y en los monstruos de la obra. Esperaremos a ver si lo vemos traducido al castellano y si su impacto es semejante al ocurrido en los Estados Unidos de América.
Por Juan R. Coca