“Hasta donde nos lleven los abrazos”, de Javier Ruiz Taboada
Por Paula M. Hernández Aguiar.
“Hasta donde nos lleven los abrazos” (Espasa, 2020), la conmovedora obra de Javier Ruiz Taboada (1962) que nos hace navegar por todas las fases de una relación amorosa. El autor, un aclamado periodista y escritor toledano, utiliza el género poético para hacerlo suyo y profundizar de manera original en distintos sentimientos. Lo rompedor de su libro es la estructura, distingue los sentimientos abordados en una línea temporal desde que conoces a una persona, te enamoras, termina la relación, no sabes cómo continuar, y cuando, por fin, afrontas la realidad y sigues con tu vida.
El poemario se divide en tres capítulos que concretan las emociones específicas: el enamoramiento (“Cara”), el desamor (“Cruz”) y el amor propio (“Canto”). En el primero, nos introduce con maestría el enamoramiento idealizado e incondicional hacia una persona, con recuerdos de los buenos momentos, y cómo todo parece maravilloso cuando estás enamorado. Por el contrario, el segundo acto comienza a utilizar términos más negativos y descripciones desgarradoras para hablar del abandono, del olvido y de la decepción, no solo de darse cuenta que esa persona no era quien pensabas, sino que no sentía lo mismo por ti. Termina con la parte más íntima y sincera, cuando el personaje comienza a aprender a vivir en una soledad no buscada pero necesaria, dándose fuerza a sí mismo y aprendiendo a ser independiente sin que la relación le pese. “Poco a poco me fui despojando / de hilos y complejos. / Desdibujé mi mente, / cada vez más humano, / cada vez más de nadie, / cada vez más mío.”
Una distribución original que evoca al lector una infinidad de sentimientos muy diversos, que en pocas ocasiones habrá podido diferenciar tan bien en una misma obra. Ayuda a reflexionar y llevarlo a la propia vida y a la experiencia. Describe cada fase y cada emoción a la perfección, y aunque no lo hayas sentido, o lo hayas vivido de una manera distinta, puedes entenderla. Es extraordinario a la par que demoledor. Nos hace sentir representados en un poemario que define a todas las personas. Por ello, está dirigido a todos los públicos, a partir de la adolescencia, que puedan no solo sentirse identificados, sino que puedan aprender a cómo gestionar las emociones y cómo actuar, o cómo no hacerlo, frente a las diversas situaciones que se presentan en la propia obra o en la vida misma.
Con un ritmo muy ameno que intensifica cada palabra, no escogida por casualidad, provoca una profunda carga simbólica combinada con un uso exhaustivo de figuras retóricas que se mezcla con variados juegos de palabras. El autor es un gran comunicador que consigue embaucar al lector desde la primera página, queriendo saber cómo el personaje, que puede ser cada uno de nosotros, termina, si supera o no la relación o si conoce a alguien nuevo.
Un libro recomendable para todo el mundo que haya, o no, sentido algo parecido y quiera recordarlo, o para quien quiera disfrutar de una lectura profunda y emocionante. El título, “Hasta donde nos lleven los abrazos”, produce intencionadamente amor y, a la vez, tristeza y desolación. Una obra que te hará querer y sentirte afortunado pero que, al mismo tiempo, te enfrentará con la realidad y te enseñará la dureza de las relaciones y de la propia vida. Una antítesis que permite al lector aprender que ni todo es tan bueno, ni todo es tan malo. Una obra de superación personal muy diferente a todo lo anterior.
Me ha gustado mucho el artículo, me leeré el libro. Felicidades.
Me han dado ganas de leerlo!